Con una alta concurrencia de público y buenas cifras de ventas, la IV Feria de Arte del Biobío resultó ser todo un éxito. Un positivo balance que dejó a todas y todos contentos y que incluso podría motivar otra edición a fin de año.
Fueron siete días en total en que la IV Feria de Arte del Biobío, organizada por la Corporación Cultural Artistas del Acero con el apoyo del Gobierno Regional, tuvo abiertas sus puertas con trabajos de más de veinte artistas locales. Un fructífero reinicio presencial de este gran evento de artes visuales, luego de vivir un período digital gatillado por la pandemia.
“Resumiendo un poco el proceso de la feria, después del retorno por la pausa forzada debido a la pandemia, y gracias al apoyo de fondos del Gobierno Regional, ha sido muy exitoso. Estamos sinceramente muy contentos con la respuesta que tuvo el público, ya que los y las artistas pudieron vender muchas de sus obras. Vino mucho público, incluso excediendo nuestras expectativas, lo mismo con las ventas, sabiendo el panorama económico por el cual atravesamos”, señaló Arnoldo Weber, gerente de Artistas del Acero.
A lo que agregó que “además, lo interesante que se dio igual fue la comunión entre los propios artistas, es decir, muchos de ellos se han vuelto a reencontrar tras un largo tiempo y también han generado nexos y redes entre ellos. Aquí estuvo gente de muy buena calidad artística y eso lo notó el público”.
Haciendo eco de las palabras de Weber, Constanza Green, una de las artistas que estuvo presente en la feria, catalogó esta experiencia como algo muy satisfactorio, ya sea en el compartir con otros artistas y también del entusiasmo de las personas por adquirir obras.
“Fue bueno poder volver a compartir con otros artistas e igualmente mostrar las obras de manera presencial, como que el público se sorprendió mucho, es decir, el verlas in situ y no a través de las redes sociales logró que muchos y muchas las vieran de otra manera concretando mayores ventas. El cambio de ver sus colores, dimensiones y texturas presencialmente hizo que se vendiera harto. En general fue una experiencia motivante”, manifestó la artista plástica.
Punto destacado y muy a favor de la feria fue su disposición y montaje dentro de la sede de Artistas del Acero, lo cual favoreció el libre tránsito y flujo del público por el espacio, como también el ser muy atrayente de visitar. “Pasamos de una carpa ubicada en la Diagonal, como una galería de paso, a desplegarnos en nuestra sede con las condiciones óptimas y necesarias para que todos estuvieran cómodos. Además, tratamos de ser creativos e innovadores con la disposición de las obras, lo cual creo igual influyó en la alta afluencia de público que tuvimos y que permitió que los expositores y expositoras pudieran mostrar más de sus propuestas”, confesó Weber.
Sin duda, este gran resultado proyecta poder continuar con el evento y realizarlo más de una vez en el año, aunque todo depende de los recursos que se puedan obtener. “Estamos pensando y discutiendo si la podemos repetir en diciembre, pero como tiene ciertos costos estamos viendo cómo poder financiarla, ya que esta versión tuvo el apoyo económico del Gore. Buscaremos las mejores condiciones y creativas igualmente para que, a lo mejor, volvamos a tener feria antes de fin de año y en una época cercana a Navidad para que los y las artistas puedan vender sus obras”, concluyó el gerente de Artistas del Acero.