El cuarteto, en casi un año desde su formación, ha sabido cultivar una propuesta que viaja desde el pop, rock, pasando por el punk, hardcore, hasta el metal. Intensa fusión de sonidos que se encuentra en pleno proceso de registrar su primer trabajo discográfico.
Con la idea de llenar un cierto vacío y falta de propuestas musicales que reivindiquen el estilo pop punk, nació el año pasado el proyecto Pastillas de Pólvora, cuarteto penquista en que cada una de sus piezas tiene un cierto pasado musical, además de coincidir en sus gustos musicales.
Los cuatro coinciden en que “Concepción escasea y por tanto necesita de más agrupaciones musicales que cultiven y difundan la fusión punk pop. Una propuesta que ponga énfasis en recuperar la parafernalia de los espectáculos en vivo y que trasciendan los formatos del rock nacional tanto en lo estético como en lo musical”, destacaron.
En este sentido, la banda prefiere el no encasillarse o etiquetarse dentro de un género en específico, sino más bien el estar abiertos a diversas influencias. “Estamos en una perfecta mixtura de componentes musicales que toma desde Bad Religion, The Offspring y Green Day, pasa por Iron Maiden, Kiss y Metallica, y desemboca en Panda, Silvio Rodríguez y hasta clásicos baladistas latinoamericanos. Sin miedo”, sostuvieron.
A lo que completan que “nos caracterizamos por romper los formatos tradicionales del rock nacional. Estamos dentro del pop, pero también del punk, hardcore, emopunk y rock británico. Si bien hay mucho de punk californiano de mediados de los ‘90, también hay contundentes influencias del heavy metal”.
Fuera de esta rica y generosa mezcla melódica, el proyecto destaca en sus letras su especie de marca registrada, es decir, en la lírica de sus canciones de autoría propia es que ven ellos su sello que hace que sobresalgan dentro del medio musical local.
“El proyecto es diferente porque no busca complejidades. En sus letras, dice lo que siente sin reparos, cuenta historias sin eufemismos, compone armonías que suenan nítidas, y que estando lejos de cualquier escuela, son capaces de transmitir y encantar”, señalaron.
Recalcando que “nunca hemos pensado la música como un trabajo ni como una obligación, más bien nos divertimos y buscamos divertir. Y claro, ser un complemento para todos los muchachos y muchachas que están hoy en la música local”.
Por el momento, el cuarteto está preparando lo que será su primer trabajo discográfico, el que estará dedicado a las historias de amor y desamor, además de tocar lo más posible en vivo. “Hemos estado dedicados al espectáculo en vivo, un poco con las ganas de participar en cuanto evento masivo se nos ponga por delante, sabemos de la importancia del registro, pero a la vez compartimos en profundo la idea del ‘en vivo’, del contacto directo con las audiencias”, enfatizaron.
En esta línea también van sus proyecciones para los próximos meses. “Está pensada para el verano una gira por otras regiones de Chile, por lo que ya estamos conectando con algunas bandas de Santiago y otras del sur. Tampoco descartamos, más adelante, llevar nuestro trabajo al extranjero. En eso también tenemos algunas conversaciones y revisando postulaciones a fondos de cultura”.