Se trata de Natascha de Cortillas, quien es una de las participantes de la iniciativa “+Q -A”, encabezada por la curadora Loreto González y financiada por el Goethe Intitute. Idea que ahonda sobre los procesos de recolección y elaboración del arroz y la quinoa.
Fue entre el 15 y el 22 de mayo, en que la artista visual local Natascha de Cortillas participó de una especie de mini residencia en Colchane, región de Tarapacá. Esto en el contexto del proyecto “+Quinoa -Arroz” (+Q -A”), encabezado por la curadora y también artista Loreto González dela ciudad de Iquique.
Idea que con el apoyo financiero del Goethe Institute, estará desde hoy y hasta el 15 de julio presente en la Documenta 15 de Kassel, Alemania, una de las muestras de arte contemporáneo más importantes del mundo y cuya edición 2022 partió en junio pasado y se extenderá hasta el 25 de septiembre.
“Es un proyecto que nació el 2020 como una idea asociada a la soberanía alimentaria y que tiene que ver con los circuítos alimentarios, es decir, de qué tan cerca o lejos proviene los alimentos con los que nos nutrimos, específicamente, aquí en el norte del país. Desde ese interés surgió la interrogante ¿Por qué en Iquique se come excesivamente arroz y se consume tan poca quinoa sabiendo que se cultiva a pocos kilómetros de distancia, específicamente, en Colchane?”, contó González.
Tras un período de desarrollo de la idea, y la búsqueda del respectivo financiamiento, es que aparece el Goethe Institute para invitar a la artista nortina a la Bienal de Alemania ese mismo 2020, la cual sí se realizó, pero muchos artistas no pudieron asistir, incluida González, sin embargo el nexo entre ambas partes se mantuvo hasta que surgió la invitación de este 2022 a Kassel. “En ese marco el Goethe preguntó si había algún proyecto que se quisiera difundir en el marco de la Documenta, asociado a la curatoría de su versión 2022, que tiene que ver con procesos colaborativos y específicamente con alimentación. Ahí propuso, como una de las 10 curadoras sudamericanas invitadas al evento, a ‘+Q -A’ y con los recursos que me entregaron pensé en invitar a tres artistas relacionadas con la alimentación como obra, dos de Iquique y Natascha de Concepción. Lo que quería trabajar con este proyecto, del cómo lo quería concretar, era a través de la elaboración de una masa.Una masa que diluye las fronteras. Esto por el contexto geográfico donde vivo. Y también era interesante traer a una artista del Biobío, que conoce el lugar, pero no en profundidad el otro territorio que tiene Tarapacá, que es la frontera”, explicó la curadora.
De aquel proceso se hizo un video -aún en desarrollo- en que registra toda la investigación en torno a la quinoa y el arroz, que culminó con aquella masa que menciona González, con la cual “se elaboraron sopaipillas y que compartieron con migrantes de la zona de Colchane. Son partes de la soberanía alimentaria que se pregunta finalmente qué pasa con toda la hambruna en el mundo en relación a toda la productividad de comida. Todo lo que se desaprovecha frente a toda el hambre que hay en el mundo”, dijo De Cortillas.
Sobre el poder realizar o proyectar el realizar una especie de segunda parte del proyecto, las artistas señalaron que “no es un trabajo que se de por terminado, al contrario, en todo proceso se dan tantas nuevas preguntas que no terminan nunca, se va ampliando, pero sin un término concreto. Ejemplo, es que muchas personas se empezaron a interesar en este tema, y que no son del área propiamente tal de las artes”.
En cuanto al cómo resultó esta experiencia en comparación a otras similares en que ha participado De Cortillas, esta señaló que “no conocía el altiplano, por tanto se dio una experiencia de ir a conocer otros territorios en su real magnitud, con el frío, el viento, la práctica de la cosecha, por ejemplo, de la quinoa cerca de la frontera con Bolivia. Condiciones súper violentas para la vida, en comparación a las comodidades de la vida en la ciudad. Fue comprender también esos alimentos -arroz y quinoa- en sus contextos”.