El power trío local, con poco más de 5 años de vida, ahonda en sonoridades y melodías envolventes e hipnóticas, prueba de ello son sus sencillos publicados hasta la fecha, lo cual se profundizará en su esperado primer LP.
Tras largas conversaciones sobre referentes e influencias musicales, Rodrigo Óquenes y Luciano Oliva, y con la llegada de Diego Barra en la batería, Traküm tomó su rumbo definitivo como banda el año 2017.
Si bien, a grandes rasgos, su sonido se enmarca dentro de los límites de la psicodelia, va mucho más allá. “Nos sentimos cómodos con la psicodelia, pero la gente muchas veces nos dicen que no habían escuchado algo parecido, que estamos locos y que les vuela la cabeza”, señalan.
A lo que completan que “nos gusta la amplitud y libertad creativa que otorga la psicodelia, no obedece tantos patrones rígidos como otros estilos. Esa libertad se profundiza en que no compartimos muchos gustos similares, muchas veces dos de nosotros confluyen en un mismo estilo, entonces así nos vamos mostrando bandas nuevas y eso enriquece nuestros conocimientos”.
En cuanto a lo que hace de este trío una propuesta con sello propio y hace que se desmarque del ambiente musical local, enfatizaron que “deliberadamente prescindimos de la voz como instrumento y creamos una especie de universo Traküm -niebla en mapudungún- en el que relatamos a través de la música, los fanzines, diseño de los flyers, videos y visualizaciones, personajes como El Natre, Radical Praxis y Eromarte, y también monstruos mitológicos como El Cuero, Alicanto y Cai Cai. Es muy importante para nosotros la mitología que creamos de las canciones que hacemos”.
De esta interesante fusión sonora mitológica se han gestado 5 singles, los cuales se registraron en 3er Piso Records. Un formato que a la banda le acomoda más que el pensar en sacar un EP, ya que “por un asunto de mostrar en el diseño de las carátulas de qué trata cada canción. Por ejemplo, en ‘El Natre’ salen drogas y armas reflejando la delincuencia, también en ‘Alicanto’ se ve el ave dorada y el español que anda detrás de ella para encontrar los yacimientos de oro”, dijeron.
En esta dirección proyectan los próximos meses, es decir, registrar nuevo material para dar forma a su esperado primer larga duración y también el reflotar un evento musical de llamativas y casi únicas características en la zona. “Teníamos un proyecto rebueno junto al colectivo LabCrimen, previo a la pandemia, que se llamaba ‘Ordovícico Silúrico’, era una especie de festival psicodélico en el que invitábamos bandas y los LabCrimen proyectaban visualizaciones. También había baile, pintura, cómics y moda. Ese lo vamos a reeditar en el segundo semestre”, detallaron.
El power trío reconoce a Concepción como la “cuna del rock chileno”, con buenos y cada vez más proyectos musicales, pero hay una falta de remuneración justa por ello, haciendo inevitable que muchas bandas o artistas locales decidan emigrar a la capital en búsqueda de una mejor situación económica. En palabras del grupo penquista, “hay un dicho acá: ‘En Conce el que no es músico, conoce a un músico’. Esta ciudad está llena de músicos y eso hace que haya constantemente un estilo y escena en efervescencia, siempre hay algo que está por explotar, pero sí lo que no abunda mucho es el pago y eso hace que muy rápidamente implotan las bandas o deban irse para Santiago. O sea, sí es la ‘cuna del rock nacional’, pero falta que sea la profesionalización del rock, igual eso cada día está siendo mejor”.