El maestro argentino, quien fue director titular de la Orquesta UdeC entre los años 2000 y 2006, llevará la batuta del programa que contempla obras de los europeos Béla Bartók y Johannes Brahms.
Tras la aplaudida y novedosa presentación de música de anime realizada la semana pasada, la Orquesta UdeC se apresta para desplegar lo que será su cuarto concierto sinfónico de la temporada 2022, el cual está agendado para mañana a las 19.00 horas en el Teatro UdeC.
En esta ocasión, la agrupación clásica penquista será guiada por la batuta de Luis Gorelik, quien fue su director titular entre los años 2000 y 2006, y que fue invitado en la temporada estival para dirigir el concierto de cierre de la Escuela de Verano UdeC “Horizonte de lo Humano: Sociedad-Sujeto-Persona”.
“Los años como su director titular fueron de enorme crecimiento personal y profesional, y también de consolidación artística del organismo. En enero pasado, cuando vine a dirigir gracias a la gentil invitación formalizada por la Corcudec, me sentí enormemente emocionado por las intensas muestras de reconocimiento y cariño expresadas por los integrantes del cuerpo orquestal. Para mí es un regalo de la vida poder volver a hacer este concierto en Concepción, ciudad a la que considero mi segundo hogar”, expresó el trasandino.
En cuanto al repertorio, el programa considera “Divertimento para orquesta de cuerdas”, del húngaro Béla Bartók, y “Sinfonía n°2”, del alemán Johannes Brahms. “Son dos compositores fuertemente formalistas. En el caso de Bartók, aunque nunca renunció a la utilización de las formas clásicas, forma sonata, rondó, entre otras, desarrolló un sistema de sustituciones tonales y modales conocido como ‘Sistema axial’. Esta forma diferente de agrupar los centros tonales en tres ejes resulta muy novedosa y fue uno de los intentos que existieron a comienzos del siglo XX de escapar del sistema tonal”, detalló Gorelik.
Respecto al interpretar piezas de grandes compositores, el director señaló que “siempre es un desafío, tanto para el director como para la orquesta. La de Brahms es una de las obras más perfectas y acabadas de todo el repertorio sinfónico universal. Junto con el Concierto para Violín fue escrita a orillas del Lago Vorthersee, en el sur de Austria. El mismo lago sobre el cual Gustav Mahler escribiría todas sus sinfonías y Alban Berg su ‘Concierto para Violín’”.
A lo que completó que “de alguna manera, la luminosidad y serenidad del paisaje está presente a lo largo de toda la obra. En cuanto a la de Bartók, es una obra escrita por encargo del filántropo suizo Paul Sacher, formateada a la manera de un concerto grosso, con solistas alternándose con el tutti orquestal”.
Cabe destacar que la presente temporada se ha realizado de forma presencial, logrando retomar la estrecha relación que tenía la Sinfónica con su audiencia, por lo que cada concierto es un momento esperado por ambas partes. “Estamos seguros que estos 2 años nos enseñaron a valorar la importancia de esta cercanía, entre la Orquesta y el público, esta retroalimentación que no se daba de manera online, por lo que esperamos seguir sumando nuevos conciertos”, dijo Mario Cabrera, gerente Corcudec.