Del colectivo Ayekan, el espectáculo mezcla sonoridades electroacústica, escenografía patrimonial francesa -una antigua abadía de 1068-, danza y las voces de los cantantes líricos penquistas Evelyn Vergara (soprano) y Alexis Exequiel Sánchez (tenor). Una experiencia única que este 21 de agosto vive su última función y que proyecta el poder replicar, en el futuro próximo, el mismo concepto en nuestro país.
Un viaje dentro a la intimidad de la ópera para dos voces solistas, órgano, banda sonora electroacústica y luces inmersivas, es lo que propone el proyecto “Confidences”, del colectivo chileno-francés Ayekan, el cual por estos días ha desarrollado una serie de aplaudidas presentaciones en la Abadía de Nieul-sur-l”Autise (fundada en 1068), Francia, teniendo como protagonistas a las voces líricas penquistas Evelyn Vergara (soprano) y Alexis Exequiel Sánchez (tenor), junto a Gabriel Bestion de Camboulas (órgano). Multidisciplinario espectáculo que este 21 de agosto desplegará su última función al sur de Francia.
El espectáculo “Confidences”, se plantea como un viaje a lo largo de un itinerario que va de Egipto a Italia, pasando por Provincia, Sri Lanka, o París, es decir, este viaje está representado por un libreto de la ópera original en forma de cuaderno de viaje. Bitácora que está conformado o configurado para cada lugar visitado, una creación visual original y muy atrayente.
“Pensamos en un repertorio italiano-francés, acorde a la arquitectura del lugar. Desde ahí empieza a hacerse este proyecto que es muy inmersivo, porque es un viaje que empieza con música electro acústica, desde afuera de la abadía, con dos bailarines y son ellos que adentran a la gente -con estas melodías- al concierto de ópera, que tiene la particularidad de ser al órgano. Es decir, una cosa muy poco habitual en el mundo de la ópera”, comentó Sánchez.
Precisamente, es en este punto o característica que el tenor hizo hincapié en que “el órgano es muy orquestal y está asociado principalmente a las iglesias o a la música sacra, no a la ópera. Es más como de orquesta -repertorio lírico y óperas- que de este tipo de instrumento”.
Con más detalles, este instrumento es un órgano digital y móvil, elaborado por Bestion, en colaboración con Eric Medioni, organista e informático, toma el lugar de la orquesta en transcripciones originales. Se trata de una pieza tecnológica que ofrece al instrumentista la misma disposición que la de un órgano clásico de tubos: teclados, pedales y registros de juegos, y al público una inmersión sonora gracias a sus múltiples altavoces. La diferencia esencial es que, en lugar de producir el sonido por tuberías, el órgano digital emplea generadores electroacústicos que utilizan grabaciones hechas sobre los más grandes órganos franceses.
Sánchez reiteró que “se va narrando a través de algunas partes electroacústicas, de los bailarines y también nosotros los cantantes hacemos algún movimiento. Nunca se deja el movimiento dentro del espectáculo”.
Más allá de lo complejo que ha resultado el poder cantar y abordar el repertorio -una especie de examen de título de canto para Sánchez, el cual nunca dio- es un proyecto en su conjunto único y asombroso, una mezcla perfecta de diversos elementos, o sea, “lo lindo de esto es que se van amalgamando muchas cosas para configurar el espectáculo. O sea, se fusiona la arquitectura del lugar, el repertorio, la música electro acústica y el sonido del órgano. En el fondo, la ópera viene siendo una excusa para narrar estas historias de confidencias atemporales”, dijo el penquista.
Tras el término de las presentaciones, lo ideal según el cantante sería el poder replicar el proyecto en nuestro país y con un elenco de acá. Una idea que están madurando y viendo la posibilidad de poder concretarlo en el futuro próximo. “Lo que queremos hacer, más allá de sólo presentarlo en Francia, es poder llevar este mismo proyecto a las iglesias patrimoniales de Chile. Estamos buscando la forma para que ocurra eso, hacer los contactos pertinentes para replicar tal cual la iniciativa en nuestro país. Montar el mismo concepto”, afirmó Sánchez.
En cuanto al colectivo Ayekan, la sonrisa eterna en la lengua ancestral Mapudungun, se formó el año 2010 y propone creaciones originales en torno a una banda callejera con artistas de todos los horizontes ( músicos, artistas plásticos, artistas visuales, entre otros ). Sus instalaciones integran un trabajo minimalista con base en la electrónica, con creaciones luminosas que se extienden en el tiempo y el espacio, en inmersión sensorial y entrelazados de texturas sonoras, sin limites estéticos.