Autoridad, que visitó Lota a fines de febrero, comentó el proyecto para que la comuna sea reconocida patrimonialmente a nivel mundial. Además, se refirió a los cambios a la actual normativa nacional.
Si alguien puede hablar con propiedad de este tema, ese es Emilio de la Cerda. Y es que aparte de ser el actual subsecretario del Patrimonio Cultural, antes estuvo ligado al Consejo de Monumentos, por lo que cuenta con una vasta experiencia.
Recientemente, en el marco de la conmemoración de los 10 años del 27/F, estuvo en Lota, localidad donde se está impulsando un proyecto muy ambicioso. “Quisimos hacer coincidir esa fecha con algunos pasos concretos para ‘Lota, hacia un sitio patrimonio mundial’, iniciativa que se ha formalizado con un convenio entre diferentes entidades: Ministerio de las Culturas, municipalidad de Lota, Corfo, Subdere, Minvu, MOP y el Servicio Nacional del Patrimonio. El objetivo es delinear una serie de acciones para llegar a inscribir a Lota como sitio de patrimonio mundial frente a la Unesco”, señaló.
Al respecto, agregó que “se firmó un anexo al convenio que sanciona la incorporación del Gobierno Regional, a través del intendente. Esto me parece muy relevante, porque la idea de este instrumento, independiente de las autoridades que estamos hoy, es que a futuro haya un marco que rija las acciones sobre este Plan Lota. Otro hito, más ligado al ámbito de la educación, fue el lanzamiento de la publicación del ABC de Lota, que es un abecedario hecho en postales. Lo bonito es que lo hizo la comunidad, se trabajó con la Asociación de Grabadores del Bío Bío y la gente lotina para hacer una serie de xilografías de la imaginería de la comuna”.
De la Cerda también se refirió a la actual consideración que existe, a nivel general, sobre el patrimonio en Chile. “En lo positivo, tenemos un Ministerio de las Culturas, Arte y Patrimonio que antes no existía, y por ello había muchas acciones dispersas que hoy las tenemos más articuladas. En 2010, no había ningún fondo dedicado al patrimonio, el único beneficio que tenían los monumentos históricos era la exención del pago de contribuciones cuando no tuvieran fines comerciales, lo cual es algo mínimo”, dijo.
En ese sentido, indicó también que “tras del terremoto, se definió el fondo de reconstrucción desde el Consejo de la Cultura, cuando Luciano Cruz-Coke era ministro. Y eso se institucionalizó y se mantiene hasta hoy. Pero también la Subdere, la Subsecretaría de Desarrollo Regional, vio que el tema patrimonial era una arista bien importante de la lógica del crecimiento local. Y es interesante entenderlo así, no como un lastre. Impulsó el programa Puesta en Valor del Patrimonio, que es una iniciativa notable, probablemente de las más importantes para poner recuperar patrimonio en los últimos diez años”.
Sobre la ley, De la Cerda detalló que “pese a otros avances, seguimos operando con una ley de 1970 y basada en un decreto de 1925. Y más allá de su antigüedad, está superada por todos lados. Esta Ley de Monumentos contempla que todas las decisiones sobre el patrimonio se tomen en Santiago, por el Consejo de Monumentos. O sea, si tienes un momento en Concepción, debes preguntarle a Santiago si les parece bien o mal. No contempla fondos para, ni recursos ni gestión. Además, tiene las categorías de protección muy anquilosadas. La ley, al ser extremadamente monumentalista, no considera el patrimonio inmaterial, los saberes tradicionales, no tienen marco regulatorio”.
Si bien no se pueden poner plazos, señaló que la idea es contar con esta ley antes que finalice el gobierno actual. “Me parece que el nuevo marco legislativo ayudará de forma significativa. Por supuesto que las leyes no cambian comportamientos de un día para otro, pero del momento en que vas a transferir toda la toma de decisión a la propia región, que hay un nuevo foco en la educación y que se entregan herramientas para que cada persona, comunidad o institución pueda gestionar de mejor manera su patrimonio, se va avanzando de buena manera. Lo mismo al incorporar lo inmaterial, que tiene que tener un marco de regulación y reconocimiento similar al que cuenta el patrimonio material”.