“Dominio Vigente”, del realizador Juan Mora Cid, aborda el conflicto de tierras mapuches desde la vereda de la ficción. Largometraje que realizará su estreno oficial en marzo próximo en Alemania, país donde reside el cineasta.
Tras su fallida proyección de noviembre pasado, mañana será el esperado preestreno de la cinta “Dominio Vigente”, trabajo perteneciente al realizador penquista, Juan Mora Cid, radicado actualmente en Alemania, y que a la vez abrirá la temporada 2020 del tradicional ciclo de cine de Corcudec Lunes Cinematográficos.
“Viví hasta los 25 años acá, luego emigré a Alemania, donde vivo actualmente, y aflora muchas sensaciones el volver a la ciudad. El proponer desarrollar un proyecto, terminarlo y ahora poder exponerlo acá después de tanto tiempo, es algo emocionante. Además, el darle el puntapié inicial a este clásico ciclo, es un verdadero obsequio de la vida, un contexto súper relevante”, comentó el realizador.
La cinta, que se grabó en dos partes entre el año 2018 y 2019, primero en la comunidad mapuche Kechokauin en la comuna de Puerto Saavedra, mientras que la segunda -escenas interiores- en Temuco, narra el viaje a La Araucanía del ciudadano suizo-chileno Carlos Kinderman, quien está motivado por la recepción de una herencia, consistente en una gran extensión de territorio en dicha zona, la que espera recibir y vender lo más rápido posible.
“Las circunstancias que va experimentando, sumadas a su precario estado de salud, le dejan en medio de un violento conflicto entre dos visiones de mundo. Por un lado, la visión mercantilista occidental que ve en la naturaleza una fuente de explotación y enriquecimiento, y por otra, la sensibilidad de un pueblo ancestral, que la comprende como la extensión de su propia vitalidad”, explicó Cid.
En cuanto a las expectativas de la cinta, el cineasta comentó que “la intensión principal es poder entregar un mensaje, de mostrar las prácticas de cómo viven nuestros pueblos originarios a través de la ficción, que vendría siendo una nueva forma de mostrar este conflicto, porque hasta el momento solo había visto documentales que tratan esta temática en forma más directa, pero nada desde la vereda de la ficción. Es dar vida a una obra que quiere comprender el trasfondo del violento choque de visiones e intereses que se desarrolla en la actualidad en el Wallmapu, teniendo como trasfondo un amenazado escenario natural de belleza inconmensurable”.
Sobre el cómo surge la idea de desarrollar un proyecto fílmico teniendo este trasfondo de pueblos originarios, el penquista señaló que “según mi investigación, y como señalo con anterioridad, no había ninguna película desde el punto de vista de la ficción que tratara esta temática, tomando hechos históricos y llevándolos al guion. Me pareció interesante, tanto desde el punto de viste de espectador como de cineasta, el no haber visto nada similar, esa fue la motivación principal para comenzar a desarrollar un guion que desencadenó en la realización de la película”.
En la preproducción del film se ubica el momento exacto en que este adquirió su nombre, puntualmente, una anécdota ocurrida en una oficina de bienes raíces. “En esa etapa iba al conservador de bienes raíces, ahí investigaba todo lo relacionado con los terrenos y demás. Un día, un señor de mucha edad fue a preguntar por un documento, a quien le explicaron lo que necesitaba y se va. Al rato, este mismo señor vuelve a pregunta el nombre del documento que debía llevar, y la persona que lo atendió le dice, casi gritando ¡dominio vigente! y ahí quedó el título de la película”, dijo Cid.
Añadiendo que “esta película también quiere mostrar el dominio que está presente hasta hoy en día, el cual se ha arrastrado desde la conquista española, que aún tienen confiscado el agua, la luz, las líneas telefónicas, entonces este documento ‘dominio vigente’ te da el poder de que eres dueño de algo, pero también, está este juego de palabras”.