Hasta noviembre de este año, el número no alcanza los 500 casos, de acuerdo al Registro Civil.
El nacimiento de hijos e hijas de extranjeros ha disminuido, considerablemente, en la Región del Biobío durante los últimos cinco años.
En 2020, los nacimientos provenientes de migrantes fueron 845, en 2021 hubo 772, mientras que en 2022 se registraron 726, junto a 709 de 2023.
La baja más notoria ha sido en los últimos dos años. Si en 2024 el número total fue de 591, hasta noviembre de 2025, van 497. Todo esto según información del Registro Civil.
De acuerdo al mismo servicio estatal, entre 2020 y 2025, en la categoría de hijos de extranjeros se registraron 4 mil 140 inscripciones en la Región del Biobío. De ellos, 1.892 corresponden a niños con ambos padres provenientes de otros países.
En el caso de aquellos con madre extranjera, se contabilizaron 1.105 casos en el periodo, y los hijos con padre extranjero sumaron 1.143 casos.
La docente de la carrera de Antropología de la Universidad de Concepción, Gabriela Martínez Muñoz, comentó respecto de los datos mencionados que “desde el Censo de 2024 es que se ha visto reflejada una falta en la natalidad debido a las presiones socio económicas y la falta de oportunidades que hacen que cada vez sea más difícil criar a un niño o una niña”.
Desde esa descripción general de lo que ocurre en el país, comentó que “la natalidad en los extranjeros al igual que en Chile está sufriendo bajas considerables por motivos de similitud, como priorizar la carreras profesionales o la vida laboral”.
También, expresó que es necesario considerar el costo de la vida. Pero, además, destacó observar que la migración se ha vuelto más fluctuante. Buscando nuevos lugares para vivir, al momento de evaluar que en el que se encuentran no cumple sus necesidades, describió Martínez y agregó que, incluso, directamente pueden decidir migrar a otro país.
“Existe una tendencia cada vez más fuerte a no asentarse a largo plazo y priorizar el desarrollo que la vida familiar”, reflexionó la académica UdeC. Y señaló que en ese sentido, las tasas de natalidad en Chile van disminuyendo y la de los migrantes igual, entonces continúa el planteamiento de una población que cada vez va envejeciendo.
“Siempre influye el alto costo que actualmente significa tener una niña o un niño, eso lo sumamos a las precariedades laborales tenemos el escenario actual”, señaló la antropóloga.
La presidenta de la organización Amigos Migrantes Sin Fronteras, Viviana Yepes, destacó de estos datos que “puede ser que las familias migrantes estén tomando decisiones cada vez más cautelosas con respecto a lo que se refiere a su proyecto de vida en Chile”.
Para Yepes, tener hijos está vinculado directamente con la estabilidad, la regularización migratoria, el empleo formal, el acceso a vivienda, salud, educación. “Cuando estos pilares para proyectarte, se vuelven frágiles o inciertos, obviamente cualquier decisión de agrandar la familia se va a postergar”, expuso.
“Yo veo es que también puede ser que estén postergando para migrar a otros países para brindarle a su familia una mejor estabilidad económica y social, poder regularizar de manera más efectiva”, comentó y detalló que en último tiempo se ha dado cuenta que varias familias, incluso, con residencia han vuelto a migrar esta vez a Europa.
Los cambios en las leyes de migración y la xenofóbia, también son factores que Viviana Yepes evalúa en este análisis de la disminución del número de hijos de extranjero nacidos en la Región del Biobío. “Tampoco estas cifras se alejan mucho de lo que es una realidad general en Chile, lo mismo que afecta al chileno le afecta al extranjero. Hay unas políticas públicas poco amables en cuanto a desarrollo”, afirmó.
Un activo representante de la comunidad venezolana en la Región, Felipe Moncada, comentó sobre estos datos que uno de los motivos que observa es cómo ha cambiado la situación económica del país en los últimos 5 años. “La vida en Chile era completamente distinta con relación a los costos. Creo que ha habido un aumento considerable en el costo de la vida en Chile y eso ha sido un factor determinante para que los migrantes decidan sus proyectos”, advirtió.
Mencionó que la economía es justamente uno de los factores principales por los cuales se produce la migración. Por otro lado, Moncado, afirmó que la estabilidad laboral se ha visto afectada en el último tiempo y otro complejo que deben enfrentar las familias migrantes, es la falta de redes de apoyo en su entorno, que permitirían a ambos padres trabajar dejando al cuidado de personas de confianza a sus hijos.
“Cómo último factor, quizás no tan determinante es que se ha demostrado que al tener un vínculo, inclusive, un hijo chileno, ya no da la seguridad para que los padres también puedan quedarse acá. Esa es una realidad que se ha ido desmantelando a lo largo del tiempo, muchas madres que han intentado iniciar trámites de residencia en Chile por sus hijos y no todos los casos han sido exitosos, eso genera una incertidumbre en la población”, detalló.