El Gobierno de Chile dio esta semana un nuevo paso en la modernización del sistema de salud con el lanzamiento del Sistema Nacional de Receta Electrónica (SNRE), plataforma que digitaliza el proceso de prescripción y dispensación de medicamentos en todo el país.
El sistema, administrado por el Ministerio de Salud, permite que las recetas profesionales se emitan, almacenen y validen de forma completamente electrónica.
“Se trata de un nuevo paso que mejora la transparencia del sistema farmacéutico, generando mayor confianza en la ciudadanía y en los actores del circuito del medicamento”, afirmó la ministra (s) de Salud, Andrea Albagli, durante el anuncio oficial.
Según la autoridad, la receta electrónica también tiene un impacto positivo en sostenibilidad: podría ahorrar hasta 14.800 kilos de papel al año, junto con reducir el combustible asociado a distribución y logística. Además, su implementación será gradual, considerando las brechas de conectividad del país y los casos donde siga siendo necesario el uso de recetas en papel.
Para obtener y usar una receta electrónica, las personas deben:
Ingresar al Sistema Nacional de Receta Electrónica (SNRE) a través del portal habilitado por el Ministerio de Salud.
Acceder con ClaveÚnica, que funciona como método de autenticación para garantizar la identidad del paciente.
Visualizar las recetas electrónicas emitidas por profesionales de salud habilitados.
Descargar una copia si se desea o simplemente presentar el código de verificación en cualquier farmacia del país.
El sistema también permite recuperar recetas extraviadas, verificar su validez y mantener la continuidad del tratamiento incluso en otras ciudades o durante viajes.
Es más simple, rápida y segura: Fortalece la seguridad del paciente, reduce errores y mejora la calidad de la atención de salud. Hoy cerca del 70 % de las recetas manuscritas en Chile podría presentar errores por letra ilegible o datos imprecisos. Con la receta electrónica se reduce drásticamente ese riesgo.
Aumenta la eficiencia del sistema: Reduce la carga administrativa de profesionales y equipos de salud y ofrece protección robusta de datos sensibles y cumplimiento de la normativa, tanto para profesionales prescriptores, químicos farmacéuticos y farmacias.
Entrega herramientas para la vigilancia sanitaria: Especialmente en medicamentos sujetos a control legal. La receta electrónica, marca un antes y un después en la vigilancia de estupefacientes y psicotrópicos.
Copia impresa cuando se necesite: Al estar la receta almacenada de manera digital, el usuario puede solicitar una copia en papel si le resulta más cómodo.
No más pérdida de recetas: Si el paciente extravía la copia en papel de la receta, puede recuperarla en la plataforma ingresando con su Clave Única.
Continuidad del tratamiento: Los pacientes podrán usar su receta en cualquier establecimiento farmacéutico del país, sin importar dónde fue emitida y permitiendo continuidad de tratamiento en viajes o atenciones en otra ciudad.
Firma segura mediante Clave Única o Firma Electrónica Avanzada: Permite autenticar recetas electrónicas mediante Clave Única, facilitando el acceso y reduciendo barreras tecnológicas.
Validación automática del profesional: Verifica en línea la identidad y habilitación del prescriptor a través del Registro Civil y de la Superintendencia de Salud, lo que previene el ejercicio ilegal, evita suplantaciones y reduce el riesgo de falsificación o uso indebido de recetas.
Ahorro de tiempo y simplificación administrativa: Permite eliminar el llenado manual de las recetas, reduciendo la posibilidad de errores propios de las recetas manuscritas.