El Humedal Chimalfe (ex Vasco de Gama), junto a Paicaví‑Tucapel Bajo, forma parte del abanico de humedales urbanos casi completamente rodeados por la urbe del Gran Concepción, fragmentos del desaparecido ecosistema original del estero Rocuant‑Andalién.
Desde 2020, la Fundación Cosmos, en alianza con las municipalidades de Concepción y Hualpén, impulsa su transformación como parques naturales urbanos abiertos a la comunidad, con fines de educación ambiental, cohesión social y recuperación ecológica.
“Entendiendo la importancia de su conservación y restauración, desde el año 2020 el GEF de Conservación de Humedales Costeros busca mejorar la condición ecológica de este sistema de humedales, fomentando una gestión sustentable del territorio”, indica la Fundación Cosmos.
Según información oficial, la urbanización ha provocado pérdidas de hasta un 40 % del ecosistema original desde 1975, lo que hace vital la ejecución de proyectos de restauración y conservación que regeneren su valor ambiental y social.
Durante las iniciativas de participación, vecinos y vecinas del Humedal Chimalfe ahondaron en el interés de que la futura infraestructura permita el acceso universal y seguro, refuerce la educación ambiental y el vínculo territorial, a través de la construcción de pasarelas y miradores, y la instalación de señaléticas que sirvan como espacios de aula viva.
La propuesta de Fundación Cosmos, en línea con las expectativas de vecinas y vecinos de Hualpén, considera la construcción de un portal de acceso controlado, una plaza con vegetación, senderos iluminados y pasarelas accesibles en altura con señaléticas interpretativas e informativas de flora, fauna y funga, que se conectarán a un sombreadero que actúa como Aula Viva o anfiteatro para charlas y conversatorios, cuyo diseño está inspirado en las alas de la libélula (Chimalfe en mapudungún).
Según un reciente artículo de Ladera Sur, el sistema de humedales Rocuant‑Andalién, que incluye el Chimalfe, es la extensión metropolitana más grande del Gran Concepción y el segundo humedal más importante del país para aves migratorias, con hasta 160 especies registradas.
La arquitectura que utiliza la propuesta se basa en la biomímesis, concepto que versa sobre “una filosofía contemporánea que busca soluciones sostenibles en la naturaleza, sin replicar puramente sus formas, sino que a través de la comprensión de las normas que las rigen”, fundamenta Fundación Cosmos.
“Luego del anfiteatro, el recorrido continúa sobre pasarelas hasta llegar al Mirador, que toma su forma del abdomen de la libélula y que permite tener vistas panorámicas del ecosistema. En este punto se podrá acceder al ‘bosque mágico’, ícono del lugar que, pese a ser de propiedad privada, es visitado por los vecinos para realizar actividades de educación ambiental y conexión con la naturaleza”, indica la propuesta.
