Los incendios y posteriores inundaciones de 2023 fueron situaciones preocupantes para la comuna santajuanina y sus familias que, de manera resiliente, supieron cómo levantar el sector agropecuario y ganadero.
Por Eduardo Bascuñán
En febrero de 2023, una serie de incendios afectaron a gran parte del centro sur de Chile, y en especial a la Región del Biobío, convirtiéndose en una emergencia que movilizó a todo el país. Específicamente, en Santa Juana hubo ensañamiento. Aconteció el segundo incendio forestal más destructivo en la historia de Chile, donde se consumieron más 286 mil hectáreas en el Maule, Ñuble y el Biobío. Sumado a esto, a mitad de años, las inundaciones acrecentaron aún más estas problemáticas.
Sectores donde se perdieron praderas completas, bosques de árboles nativos y monocultivo de eucalipto y pino, así también, galpones, invernaderos e incluso, casas. En ese entonces, se reportaron cientos de agricultores afectados en Santa Juana, según información de la Seremi de Agricultura de la Región.
Hoy, la realidad es distinta y hay testimonios de superación.
Sara Muñoz, vocera de la agrupación Despertar Campesino y productora agrícola de Santa Juana, recordó aquel momento con tristeza y mucha impotencia, pero hoy observa como reverdecen los terrenos quemados durante 2023.
“Fueron muchos los sectores afectados, pero aun así hemos visto que las cenizas han ayudado bastante en la recuperación de los suelos porque funciona como fertilizante natural”, dijo Muñoz, quien además dio a conocer que “como nunca antes, hemos encontrado muchísimos ejemplares de loyo durante abril y hemos llevado a las ferias, entre 80 a 150 loyos cuando hay recolección”.
Esta especie es endémica de Chile, y habita en las regiones de Maule, Biobío, Araucanía, Los Ríos y Los Lagos. Está considerada en peligro de acuerdo con el Decreto Supremo DS 38 del Ministerio de Medioambiente de Chile del año 2015 y, además, es un ingrediente muy preciado en la gastronomía internacional.
Sara Muñoz recordó lo que se dijo también sobre las viñas en Santa Juana, “decían que el fuego pasó por arriba, por abajo y las parras no se quemaron, esto producto del agua que tiene la hoja, fue un milagro y hoy en día, Santa Juana lo que más tiene es chicha y vinagre”, aseveró entre risas.
Asimismo, Muñoz comentó que dentro de la asociación agrícola, se constataron problemáticas no sólo a nivel agropecuario, sino también en el sector apícola. “Tenemos una vecina en particular que tenía varios cajones de abejas y luego de los incendios, solo le quedaron cuatro abejas. Y así varios otros casos más”. Lamentó la misma dirigenta.
Desde la localidad santajuanina, pero esta vez desde el sector de Diñico, se encuentra Inés Olate, perteneciente a la Cooperativa de Productores de Ají Merkén Santa Juana. La agricultora y cuidadora de semillas dijo que “acá el fuego nos dejó rodeados, yo vivo al medio de un cerro, entonces imagínate el miedo que se sintió”.
“Lo que sucedió, además de ver todo quemado, fue que tuvimos problemas con las semillas producto del agua, se quemaron los tubos que transportan el agua a nuestras siembras y eso hizo que no maduren los ajíes que tenía. Nosotros esas semillas las tenemos hace más de 60 años, o sea estas son las semillas que cultivó mi bisabuela”, explicó la productora local.
Otra problemática sumada a los incendios de febrero, fueron las inundaciones producidas por las lluvias durante junio de 2023 en la comuna de Santa Juana. Según el informe de la Dirección General de Aguas del Biobío, se reportaron 60 milímetros de aguas lluvias en menos de 24 horas.
Esto produjo inundaciones de calles y colapso en los sistemas de alcantarillado que, sumado al arrastre de sedimentos, producto de los incendios pasados, empeoró la situación para agricultores y cuidadores de animales de la zona.
Dominga Díaz, parte de la Cooperativa Merkén, comentó que “todo el bajo del cerro de Curalí Alto, Paso Largo sufrió las inundaciones y por eso es que la siembra de pastizales para engorde de animales se demoró”.
Diaz contó que es un sector que, posterior a los incendios e inundaciones de 2023, se dedicó a la venta de animales, vacunos, chanchos, patos, gansos, gallinas. “Acá somos al menos unas 15 familias en todo el bajo del cerro que tuvimos que pedir ayuda para mejorar nuestra condición económica, porque no tenemos un sueldo fijo, obtenemos nuestro sueldo de lo que sacamos de la tierra”, comentó la agricultora y cuidadora de animales.
La alcaldesa de la comuna de Santa Juana, Ana Albornoz dijo que “estas afectaciones son producto del cambio climático y de una sequía que ya tenemos enquistadas en la zona entonces nuestra gente resiliente se ha levantado, seguimos cultivando la tierra y nosotros hemos apoyado desde el municipio”.
“Nosotros tenemos ahora un apoyo que hemos conseguido del Gobierno Regional para que los agricultores que no están en Indap también sean apoyados y puedan comprar insumos agrícolas para reactivar su proceso económico”, expresó la misma edil.
Por su parte, el Instituto de Apoyo Agropecuario (Indap) realizó un llamado a los agricultores y agricultoras a postular al Sistema de Incentivos para la Sustentabilidad Agroambiental de los Suelos Agropecuarios (SIRSD-S) enfocado para quienes hayan sido afectados por los incendios forestales durante 2023 y que reúnan las características de usuarios y usuarias de Indap.
El concurso comenzó el pasado viernes 26 de abril y cerrará el martes 11 de junio de 2024, a las 12 horas. Las bases del concurso se encuentran en la página web www.indap.gob.cl, o bien, consultando en las áreas de Indap cercanas.
Algunos de los beneficios que compromete el concurso, son incorporación de fertilizantes de base fosfatada, incorporación de elementos químicos esenciales, así también el establecimiento de praderas, la conservación de suelos, rehabilitación de estos y ayuda ante emergencias agrícolas.