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¿Por qué no siempre se cumplen los pronósticos meteorológicos en Concepción?: Académico UdeC aborda la interrogante

La capital de la región del Biobío ubicada en una zona climática de transición, presenta desafíos particulares para los pronósticos del tiempo debido a la influencia de diversos sistemas meteorológicos.

Por: Noticias UdeC 02 de Mayo 2024
Fotografía: Noticias UdeC

Alrededor de 30 milímetros de agua caída se pronosticaron para el pasado lunes 29 de abril en Concepción, lo que efectivamente se cumplió. Dicho pronóstico fue certero con varios días de anticipación (al menos desde el jueves 25 de abril) y ayudó a que las personas que habitan en esta zona estuvieran advertidas y preparadas.

Pero eso no siempre sucede así, ya que los pronósticos pueden tener mayor dificultad en caracterizar la evolución de la atmósfera. “Hay que recordar que son el resultado de modelos computacionales que implementan las ecuaciones que gobiernan la dinámica de la atmósfera; estas ecuaciones describen la física del sistema y se aplican a partir de condiciones iniciales que representan el estado de la atmósfera observado en un momento determinado. Luego, estas se introducen a dichos modelos computacionales para poder tener una anticipación de lo que va a suceder”, puntualiza el climatólogo de la Universidad de Concepción, Dr. Martín Jacques Coper.

De vuelta en el análisis de las precipitaciones del lunes 29 de abril, el especialista señala que dicho evento estuvo muy bien pronosticado y correspondió a un frente frío asociado a un río atmosférico. Este fenómeno generalmente es mucho menos complejo de pronosticar, ya que corresponde a un sistema frontal de latitudes medias de gran extensión espacial, que es el mecanismo típico que genera precipitación en esta zona en otoño e invierno.

Muy diferente fue lo que ocurrió el domingo 21 de abril, cuando también cayeron cerca de 30 mm de lluvia, los que no aparecían concretamente para Concepción en varios pronósticos realizados los días anteriores. “La configuración meteorológica que llevó a ese evento fue bastante más complicada y difícil de definir para los modelos en el caso de Concepción. Lo que tuvimos fue una baja presión que evolucionó desde los trópicos hacia Concepción, produciéndose un evento que no estaba bien representado en los modelos y que llegó directamente hasta nuestra ciudad, mostrando una evolución bastante errática en términos de su posición e intensidad”, precisa el docente.

Posición geográfica y modelos

En términos climáticos, Concepción efectivamente está en una zona de transición. Es decir, hacia el sur de Concepción tiende a llover mucho más en invierno y hacia el norte bastante menos. Muchos sistemas frontales alcanzan a pasar justo por Concepción, pero no más al norte.

“Esa cualidad de que Concepción esté en la frontera climática hace que a veces algunos frentes, que sí afectan regiones situadas hacia el sur, no alcancen a pasar por Concepción. Esto fue lo que pasó el miércoles 24 de abril en la noche, cuando sólo cayeron 2 de los 10 mm pronosticados. Entonces, considerando los eventos de lluvia del domingo 21 y del miércoles 24 de abril, tuvimos en pocos días dos fuentes de error de distinto tipo en los pronósticos, que, sin embargo, no deben hacernos perder la confianza en este tipo de herramientas”, explica el Dr. Jacques.

Ahora bien, en cuanto a los modelos computacionales usados para los pronósticos, estos han tenido una gigantesca evolución con el paso de los años, en especial dada la capacidad computacional que permite tener los pronósticos en forma oportuna. “Las bases teóricas de cómo los pronósticos del tiempo se pueden implementar existen hace ya aproximadamente 100 años. Este conocimiento se ha ido refinando, pero además algo crucial fue desarrollar la capacidad computacional para poder realizarlo. Los pronósticos del tiempo partieron en la década de los 60 y 70 del siglo pasado”, aclara el académico.

Con todo, Jacques explica que aunque se cuente con un avanzado modelo teórico consistente en un conjunto de ecuaciones, se necesita alimentar ese modelo con datos observados, los que tienen que ser representativos de la realidad. “Existe una frase que dice que ‘si entra basura al modelo, entonces va a salir basura también’; no importa que el modelo sea muy bueno. Con basura hago alusión a observaciones que no son representativas o no son buenas. No se saca nada con tener buenos modelos si es que no se tiene un sistema de observación muy completo y de calidad, en este caso de la atmósfera, y de forma más general del sistema climático”, añade.

Cabe destacar que un modelo se nutre de observaciones meteorológicas, no solo en superficie, como la estación meteorológica que uno conoce, sino que también por parte de los satélites que están observando la Tierra desde el espacio, y redes de boyas oceanográficas y lanzamientos rutinarios de globos meteorológicos que se llaman radiosondas, por mencionar algunos sistemas de observación.

“Todas estas observaciones se realizan de forma sincronizada varias veces al día para poder determinar el estado de la atmósfera. Así se tiene una aproximación de este en cada momento, lo que constituye las «condiciones iniciales» que son necesarias para ‘inicializar’ los modelos”, complementa.

El profesional de la Facultad de Ciencias Físicas y Matemáticas de la Universidad de Concepción aclara que incluso en el caso que se cuente con observaciones muy cercanas a la realidad y se contara con modelos mucho mejores que los actuales, se sabe que hay un límite para la predictibilidad del estado de la atmósfera.

“Eso tiene que ver también con que la atmósfera en particular es un sistema caótico; su comportamiento, precisamente, estimuló el desarrollo de la Teoría del Caos en matemáticas, que también es bastante popular en términos de divulgación científica. Ella implica que no podemos predecir la evolución exacta de la atmósfera si solo conocemos parcialmente su condición inicial para un momento dado, y estamos restringidos a esta realidad”, cierra el Dr. Jacques.

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