La situación se genera en las cercanías de la Avenida Latorre de Talcahuano. Comunidad insiste en acciones indebidas por parte de conductores ante situaciones de peligro, frente a la presencia de trenes.
Varios banderilleros han asumido el control de cruces ferroviarios durante los últimos días. Esto no solo en el ingreso a Boca Sur, San Pedro de la Paz, donde se ubicó a trabajadores para controlar el tránsito luego del accidente que dejó a siete fallecidos y una decena de heridos el pasado 1 de septiembre.
También ocurrió, por ejemplo, en Talcahuano. Específicamente son cuatro los guarda cruces que se destinaron en el paso de calle La Unión, entre Almirante Latorre y avenida Valdivia, quienes entre turnos de 8 horas -excepto en la noche- alertan a automovilistas sobre el paso de ferrocarriles.
Ese sector se encuentra entre las estaciones Mercado de Talcahuano y Arenal del Biotrén, además de ser paso para trenes de carga, camiones que movilizan material desde el puerto chorero, taxibuses y vehículos particulares.
Gastón Cuevas, uno de los banderilleros que llegaron a aquel punto el 1 de septiembre, comentó que “acá no respetan nada. Los automovilistas no respetan las normas. Las micros que pasan, menos. Los camiones que vienen desde el puerto quedan siempre parados sobre la línea al intentar doblar”.
Cuevas relata que los horarios de mayor actividad son en la mañana, entre 07:30 y 10:00 horas, y luego en la tarde a partir de las 15 o 16 horas. A pesar de no ser testigo de accidentes en su primera semana instalado, remarca que el peligro es constante debido a actitudes imprudentes de conductores y el detalle agregado de la falta de barreras, las cuales están quebradas en ambos sentidos.
“Antiguamente había banderillero, pero lo sacaron porque se implementó una barrera automática. Ahora no hay porque la rompen los mismos camioneros que pasan. Sin barreras es peor el poco respeto”, señala.
En ese sentido y en recuerdo a la tragedia de Boca Sur, añadió que “por lo menos acá la conciencia no mejora. No te respetan ni a ti. A veces estoy cubriendo y pasan igual”.
Miriam Díaz, vecina que vive justo a un costado de la línea férrea y frente al cruce, contó que “hace un tiempo se pusieron barreras y sacaron a los guarda cruces. Pero esas barreras eran tan malas que pasaba el tren y luego hacían ruido (de alerta) toda la noche. Desde las 19 horas hasta las 5 de la mañana. Molestaba a todos los vecinos que vivían a dos cuadras alrededor”.
Sin embargo, las vallas fueron derribadas y la intersección quedó desprotegida por completo. Fue así como el pasado sábado 2 de septiembre, “nos tomamos la vía férrea y dejamos el tren Corto Laja detenido el sábado pasado durante tres horas. Esto fue porque llevábamos, aproximadamente, dos meses sin barrera. Se había dado aviso y no se recibieron respuestas. No había guarda cruces tampoco hace un año”, detalla la presidenta de la Junta de Vecinos número 7 Almirante Latorre, Sofía Jorquera.
De momento, sin vallas en funcionamiento pero sí con personal que indica la venida de los trenes, los vecinos se encuentran satisfechos.
“Ahora que está el guarda cruce está funcionando mejor todo”, destaca Miriam Díaz.
Sofía Jorquera, por su lado, puntualiza que prefiere “el guarda cruces por sobre otra cosa. Vivimos en un sector industrial y circulan muchos camiones, los que a veces chocan las barreras para intentar ver hacia los lados”.