Los puntos críticos que consideró el MOP en la Región fueron Santa Juana, Punta Lavapié y Tomé.
Con la gran cantidad de agua caída en los últimos sistemas frontales, despierta nuevamente la preocupación de por los fenómenos de remociones en masa o derrumbes en los cerros, especialmente en aquellos que, previamente, se vieron afectados por los incendios y quedaron sin la capa vegetal necesaria para retener la tierra y así evitar que se produzcan éstos.
Al respecto desde la Seremi de Obras Públicas explicaron que se trabajó durante el periodo anterior al invierno fuertemente en la prevención, identificando ciertos puntos críticos para focalizar los esfuerzos en ellos.
Se estableció la Ruta de la Madera, la Ruta de Tomé a Rafael y también Punta Lavapié en Llico, ya que fueron zonas que quedaron muy afectadas por los incendios.
Además en la Ruta de la Madera (156) que une San Pedro, Coronel, Santa Juana, y Nacimiento que son 105 kilómetros de ella, hubo bastantes afectaciones del punto de vista de la capa vegetal, existiendo en ella zonas de taludes con un ángulo pronunciado y sobre todo en sectores como el Kilómetro 18 al 36 en el que se determinaron distintas medidas explicó Hugo Cautivo, seremi de OO.PP.
En la Ruta de la Madera se han retirado 500 metros cúbicos de material de derrumbes, aproximadamente, después de la emergencia de incendios de febrero. Y en la ruta Concepción – Tomé – Rafael, desde el comienzo de las emergencias por incendios forestales a la fecha, se ha removido un total de 100 metros cúbicos.
De acuerdo a lo que señaló la autoridad del MOP en la Región del Biobío, consistieron en la instalación de pequeños muros de contención con instalación de New Jersey, además instalaciones de estacadas que pudieran prevenir eventualmente aluviones de las primeras lluvias de invierno. Se realizó un manejo de la quebradas en las que también había pérdida de capa vegetal, dónde también se instalaron unas zonas de estacada que permitieran generar algunas para piscinas de decantación que ralentizarán la posibilidad de aluvión hacia las rutas.
“Y también junto con el mundo privado se trabajó la hidrosiembra de algunos taludes que quedaron desnudos, de tal forma de poder generar una capa vegetal con cierta velocidad la idea era que estuvieran con cierto desarrollo en invierno”, detalló Hugo Cautivo.
De acuerdo a los que menciona el seremi de Obras Públicas, inmediatamente después de los incendios forestales surgió la preocupación con respecto al estado de las zonas de taludes cerca de rutas, así como también en algunas quebradas ubicadas en las áreas de preocupación del punto de vista del MOP. A propósito de ello, la Delegación Presidencial Regional, determinó la creación de una mesa de trabajo, convocando a académicos de distintas universidades y otros servicios como el Sernageomin, con el objetivo de tener una mirada integrada de diagnóstico común.
El MOP también realizó la remoción de los numerosos árboles que quedaron en peligro que significaba la posibilidad de caídas que podrían interrumpir el tránsito por la ruta o el tendido eléctrico. “Se generó un plan de trabajo, pongo como ejemplo la Ruta de la Madera, pero esto también ha sido replicado en otras zonas de tal forma de poder eliminar los árboles que estaban con peligro inminente de su deslizamiento hacia la ruta, se identificaron, se diagnosticaron. Hubo un trabajo con Conaf en esta materia, junto con entidades y gremios de la industria forestal que permitieron hacer un diagnóstico técnico y se procedió al retiro de ellos durante los meses previo a la llegada del invierno”, describió Cautivo.
Luego del trabajo público, privado y en conjunto con la academia que se dio producto de la mesa técnica que buscó mitigar los efectos de las remociones en masa, el seremi de Obras Públicas destacó que se generó el diagnóstico y necesidad de tener una mirada más estratégica y en profundidad de los fenómenos geológicos e hidrológicos que afectan los niveles de riesgo.
“Tenemos que generar políticas más permanentes en esta materia, primero en conocimiento de lo que es la geología y su comportamiento frente a eventos extremos como los que estamos viendo en la naturaleza en el último tiempo y también del punto de vista del comportamiento hidrológico y el aumento de las lluvias que han generando bastante consecuencias”, refirió.
Continuar con esa forma de integradora de la mirada académica, y el trabajo público privado, es según Cautivo el camino correcto para lograr una infraestructura más adecuada y resiliente que puedan enfrentar las consecuencias del cambio climático.
Por otro lado, el seremi Hugo Cautivo estableció la importancia de lograr la capacidad de desarrollar mecanismos permitan tener una alerta preventiva. “Hemos establecido la necesidad de poder aumentar la estaciones de monitoreo, las que miden los niveles de cauce y la cantidad de agua caída, sistemas que puedan estar transmitiendo información en línea que nos puedan alertar”, afirmó.
La comuna de Santa Juana, es una de las que más expuestas quedó a las remociones en masa posterior a los incendios que la afectaron durante este verano, frente a ello la alcaldesa Ana Albornoz señaló que “creemos que en Santa Juana la situación se ponía bastante cuesta arriba respecto a remociones en masa o derrumbes, debido al arrastre de sedimentos del megaincendio, además de los frecuentes problemas que con incendios o sin incendios ocurren siempre en la Ruta de la Madera en toda su extensión”.
Y comentó que han estado intentando solucionar también desde el municipio, además la alcaldesa afirmó que habrá que hacer otra reunión de remociones en masas por lo complejo que será el próximo año. “Agradecer a la academia que también nos ha ayudado, hay una iniciativa muy novedosa que hicimos con Forestal Arauco que ha sido la hidrosiembra que se comportó muy bien en esta última inundación, nos parece digna de ser destacada y replicada con otras comunas”, planteó Albornoz.