La innovación, transferencia tecnológica y el emprendimiento son parte del nuevo sello diferenciador que esta prestigiosa casa de estudios quiere plasmar en la formación de técnicos y profesionales.
Tras dirigir más de dos años la vicerrectoría académica y con más de 20 años de experiencia en educación superior, Claudia Mora Méndez, fue recientemente nombrada rectora del Instituto Profesional Virginio Gómez de la Corporación Universidad de Concepción. Cargo que asume avalada por su trayectoria en distintos puestos de liderazgo en el mundo universitario y técnico profesional, dentro de los cuales destacan 12 años dedicados a fortalecer la calidad en la formación que entrega el IPVG.
De profesión Ingeniera Civil de Industrias, Magíster en Dirección de Empresas y en Docencia para la Educación Superior, la ahora máxima autoridad institucional llega con el objetivo de fortalecer las trayectorias formativas de la casa de estudios para alcanzar la excelencia a través de la innovación, transferencia tecnológica y el emprendimiento, herramientas desplegadas en distintos ámbitos del quehacer educativo.
¿Cómo llega a liderar una institución como el Instituto Virginio Gómez?
Una vez terminada mi formación profesional, entré inmediatamente al mundo de la educación superior. Los 10 primeros años de mi vida laboral estuvieron dedicados a la gestión institucional y a la docencia en universidades.
El año 2011, llegué al IPVG para impulsar la acreditación de carreras e implementar el Plan de Mejoramiento Institucional, del cual fui Directora Ejecutiva, y bajo el que se crearon las Escuelas y distintos Departamentos orientados a optimizar la gestión de la institución.
A partir de ahí, me desempeñé también como Directora de Docencia y desde el año 2017 como Directora de Desarrollo Institucional, periodos en los que siempre estuve ligada a los procesos de acreditación, siendo el último de ellos la obtención de la acreditación avanzada que nos permitió, más tarde, acceder a la gratuidad para nuestros y nuestras estudiantes.
Por eso, para mí hoy estar frente a esta institución es un bonito desafío, porque tengo la certeza que todo el camino construido en torno a la calidad en la formación técnico profesional, nos permitirá alcanzar la excelencia y tomar una posición de liderazgo desde las regiones.
Cuéntenos un poco de usted, ¿quién es la nueva rectora del IPVG?
Soy Ingeniera, tengo 47 años y decidí entrar al mundo de la educación por vocación, por el sueño de poder influir en la formación de jóvenes y transformar sus vidas. He transitado por el mundo universitario y el técnico profesional y decidí quedarme en este último porque tengo el compromiso de trabajar para relevar el rol de la educación superior TP. Creo firmemente en que ambos subsistemas, universitario y técnico profesional, son importantes para un desarrollo humano sostenible.
Usted es la primera mujer que asume este cargo en el IPVG, ¿Cuál es su análisis sobre las diferencias que existen entre hombres y mujeres para ser consideradas en puestos de poder?
Me he desempeñado por casi 20 años en cargos directivos de diferentes instituciones y puedo señalar que, si bien hay un gran interés y motivación por disminuir las brechas de género, todavía existen sesgos para el desarrollo profesional de mujeres en puestos de liderazgos.
Por ello, como primera rectora de esta casa de estudios estoy convencida que tenemos la responsabilidad de construir una sociedad más justa, promoviendo la equidad en distintos espacios en los que impacta la educación superior TP. Por ello, en 2022, creamos la Unidad de Equidad de Género y recientemente nos adjudicamos un proyecto en esta área, cuyo principal objetivo es instalar una cultura institucional de igualdad y la creación del primer Observatorio de Género y Equidad (OGE) a fin de promover el debate, seguimiento, evaluación y reflexión colectiva que nos posibilitará ir en pos de una formación más inclusiva.
¿Cuáles son las principales directrices de lo que será su gestión?
Avanzar hacia la excelencia a través un proyecto académico transformador, que involucre como directriz la innovación, la transferencia tecnológica y el emprendimiento. Que entregue nuevas herramientas y competencias que permita a nuestros y nuestras estudiantes aportar al desarrollo de las regiones y del país.
Esta proyección se sustenta en la adjudicación, por cuarta vez consecutiva, del Programa IPCFT 2030, cofinanciado por el Ministerio de Educación y Corfo, y en esta ocasión con la puntuación más alta de las ocho instituciones seleccionadas. A través de este proyecto, hemos desarrollado más de 40 iniciativas orientadas a entregar soluciones a problemáticas reales del entorno relevante y hemos dado continuidad al Diplomado en Innovación y Transferencia Tecnológica Aplicada, que en su segunda versión ya suma 200 participantes que se formarán como agentes de cambio para impactar en el desarrollo de los territorios donde estamos insertos.
El tema del financiamiento de la Educación Superior siempre está en constante tensión, ¿cómo lo abordará?
Esta temática siempre será un desafío, sobre todo para impulsar las nuevas herramientas que queremos instalar en nuestro quehacer educativo. Por esta razón, lo hemos abordado desde dos aristas: el financiamiento para nuestros y nuestras estudiantes a través de la gratuidad y becas; y por medio de la adjudicación de fondos concursables para la fortalecer la gestión institucional.
Gracias a ello, este 2023 alcanzamos la mayor matrícula de primer año de un Instituto Profesional de la región de Biobío, sumando en total a más de 7.600 alumnos y alumnas que decidieron estudiar con nosotros, destacando que cerca del 50% de ellos estudia con gratuidad. Este es el camino que hemos trazado para seguir creciendo como institución, manteniendo un compromiso irrestricto con la calidad.
Usted, junto a Adelio Matamala, quien asume como vicerrector académico, llevarán adelante el nuevo Plan Estratégico Institucional 2023-2027, ¿qué nos podría contar sobre ello?
El IPVG cumplirá 35 años de trayectoria ligado a la Universidad de Concepción, institución que ha consolidado su prestigio. Por ello, el desafío es que, al igual que nuestra institución creadora que ha contribuido a la educación superior con excelencia y compromiso, trabajar por robustecer la calidad en la formación entregada a nuestros y nuestras estudiantes. Es así como debemos fortalecer nuestro vínculo con la UdeC y contar con un vicerrector con una vasta experiencia académica, es un puente para conseguir este objetivo y fundamental para nuestro proyecto institucional. Tenemos más de 170 alumnos y alumnas que han articulado hacia esta casa de estudios a lo largo de los años y vamos a seguir proyectándonos y fortaleciéndonos así.
¿Cómo proyecta al IPVG hacia el futuro?
Nuestra carta de navegación para los próximos años es nuestro Plan Estratégico Institucional 2023-2027, cuyo foco es fortalecer las trayectorias formativas que entregamos como casa de estudios. Esto, por medio del robustecimiento de nuestro sistema de aseguramiento de la calidad y de la vinculación con los territorios donde estamos insertos.
A través de este camino, buscamos acreditarnos en las áreas de vinculación con el medio y, de manera voluntaria, en la de investigación, creación y/o innovación.
De esta manera, nuestro desafío es ser un engranaje entre las empresas, el mundo social y productivo, las Instituciones de Educación Superior y los organismos gubernamentales para ser un actor clave en el desarrollo.
¿Cuál es el mensaje que le entregaría a la comunidad del IPVG y del Biobío?
Es un mensaje a la comunidad en general, les diría que continuaremos por la ruta de ser agentes de cambio para la sociedad, transformando la vida de las personas. A través del trabajo conjunto, avanzaremos para alcanzar un rol de liderazgo en la formación de técnicos y profesionales que aporten al desarrollo de las regiones de Biobío y Ñuble.