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21% de la población regional consume alguna droga

El alcohol suma a más de un 44% de los habitantes de la Región entre sus adeptos, 10% de adultos fuma marihuana y el 17% de los escolares también. Además existe una alta automedicación con tranquilizantes entre los jóvenes.

Por: Ximena Valenzuela 25 de Junio 2023
Fotografía: CC

A sus 38 años, Bayron Martínez, nuevo director regional del Servicio Nacional para la Prevención y Rehabilitación del Consumo de Drogas y Alcohol (Senda), tiene sobre sus hombros un gran desafío: disminuir el consumo de alcohol, drogas, así como la automedicación de muchos habitantes de Biobío.

Dejó el municipio de Bulnes donde se desempeñaba como administrador municipal para asumir en el Senda, mismo cargo que tuvo durante el segundo período de Michelle Bachellet desde 2014 a 2018.

Realizó un análisis retrospectivo y afirmó que los estudios de población escolar de 2020 y el de población general de 2021 permiten determinar la evolución del consumo de alcohol y drogas en la población. “El de población escolar que va de octavo básico a cuarto medio y el de población general de 12 a 64 años indican que la droga más consumida en Chile es el alcohol, 44% en la Región en 2018 y un 43,88% en 2020.

Otra droga altamente consumida en adultos es el tabaco que llega a 20%, pero en 2000 sobrepasaba el 50%. “Eso demuestra que las políticas ambientales de droga, desde el punto de vista general, de poder normar espacios y lugares genera efectos positivos que elevan la percepción de riesgo y aumentan los factores protectores desde el punto de vista de la comunidad en general”, dijo.

Destacó que uno de cada 10 adultos consume cannabis. A pesar de ello, dijo, la droga que más provoca problemas socio sanitarios es el alcohol. “10% de las personas que morían en el año 2016, sus muertes tenían una relación directa con el alcohol y otro 10% de las 25 mil personas que morían al año relacionado con el tabaco”.

Martínez recalcó que Senda está dedicado a atrasar cualquier tipo de consumo, sobre todo, en escolares que el 1,9% fuma tabaco y 17% consume marihuana, cifra que disminuyó en 10 puntos porcentuales con respecto a 2020.

Para determinar la dinámica actual, tras el estallido social, la pandemia y las consecuencias generadas por el aislamiento Senda iniciará en octubre un nuevo estudio que involucrará a 4 mil 500 escolares entre octavo y cuarto medio. “Es muy importante el análisis, sobre todo, en el alcohol, que consumen uno de cada 5 estudiantes, es decir, el 22,9% y que, al llegar a cuarto medio ya se acerca al consumo de adultos.
Otro gran problema, explicó el director de Senda, es el consumo de medicamentos sin receta médica, el 10% toma tranquilizantes, 20% de los fármacos son obtenidos en los hogares y ferias libres.

Por ello, se realiza una intervención en los colegios, 47% en los particulares subvencionados, 49% municipales y el 3,5% particulares pagados.
Hay 200 colegios de toda la Región que están, prácticamente, focalizados con un programa que se llama Continuo Preventivo que empieza desde pre kínder a cuarto medio. Se está haciendo una reingeniería de eso e intentando avanzar y a lo menos duplicar el trabajo específico.
A parte de programas más complejos, con duplas psicosociales, para grupos que están debilitados, por ejemplo, con padres ausentes o violencia.

Educación Superior

En el caso de los universitarios, en 2021 se realizó el primer estudio nacional de población universitaria, que abarcó 14 establecimientos de la Región, determinó que el consumo de alcohol en el último mes era de 64%; el 63.8% declaró haberse embriagado al menos una vez en un mes, con cinco o más tragos para hombres y 4 o más para mujeres.

El consumo de marihuana en el último año bajó de 49,5% a 34,5% al comparar el período 2018 y 2021 y, al ser consultados por el consumo de marihuana en el último mes la cifra también bajó de 32,4% a 23,7% en el mismo período.

– ¿Cuáles es el porcentaje a bajar ante este panorama?

Hacer una carrera para bajar las cifras sería impropio. En el Gobierno de Piñera 1 se dijo que iban a bajar en 30% el consumo de sustancias y subieron a 50%. Creo que lo primero es mantener las cifras actuales , analizar lo que pasó en estallido social y pandemia, ver cuáles son los datos que influyeron.

Lo que estamos claro es que no basta con intervenir las escuelas, en el espacio de un aula de clases, sino que desplegarnos en el territorio. Tenemos que tener un sistema integrado con un programa en educación, espacios laborales, un trabajo multidisplicinario y esa integración no está. Por eso el Comité Regional, que formamos recientemente, está orientado a tener a desarrollo social, justicia, seguridad pública y a todos alineados con la política pública, que se creó en el Gobierno de Piñera 2, pero que aún falta desarrollar.

– ¿Hay una tendencia, ante mayor poder económico, de acceder más a las drogas o se da en forma transversal?

El problema de la salud mental, en particular, se enfrenta con distintas sustancias, ya sea para salir de los problemas, angustia, abstraerse y obtener consuelo.

Quizás un chico de una escuela municipal consumirá un alcohol más económico, pero las cifras entre particulares y municipales son similares.

– ¿Marihuana y cocaína?

Muy poco, hay drogas que están más de moda, hay estudios de drogas sintéticas , consumo de medicamentos mezclados con alcohol, entre otros, donde van generando una cultura de consumo, independiente de la droga en particular.

Pero hay que ser súper claro, no es la mayoría de los jóvenes, hay una minoría que crece constantemente, pero el 70% de los jóvenes no la consume.

– ¿Cuáles son las comunas con mayor consumo?

Los alcaldes cuentan con la información de una encuesta de bienestar y juventud, que se aplicó, prácticamente, en todos los liceos de la Región, específicamente, en segundo medio. El tema es más bien transversal.

Hay datos que indican que una buena relación entre adultos a cargo de menores y adolescentes, retrasa el consumo. Menores con padres presentes tienen menor consumo y, también cuando organizaciones sociales se preocupan de cuidar los espacios públicos hay también menor consumo.

– ¿Se debería entonces implantar un programa de salud mental desde la primera infancia para evitar el consumo de sustancias?

El consumo de sustancias está asociado a necesidades neurobiológicas, a una respuesta del sistema de recompensa del cerebro, que cuando no tengo una cierta felicidad por sí mismo, la puedo obtener a través de una sustancia. Cuando tenemos niños bien queridos es muy difícil que puedan probarlas porque tienen otros sistemas de recompensa en su vida como es el cariño de los padres, las amistades sanas y un buen uso del tiempo libre.

– ¿Y aquí cuál es el compromiso del Gobierno?

Poder armar un sistema integral de prevención, que no sólo se tome al programa Senda, Seguridad Pública, Niñez o de Infancia como una construcción aislada, sino ser capaces de construir un sistema de protección y cuidados de la infancia y la niñez como primera opción.
También nos interesa la rehabilitación e integración social donde un peso en prevención es a 7 de tratamientos.

– Cuál es el presupuesto anual que tienen y cómo dividirán los aportes?

En la Región son alrededor de $6 mil millones y de eso el 70% se va a tratamientos que implican psicólogo, psiquiatra, terapeuta ocupacional, técnico en rehabilitación, trabajador social y monitores.

Hay 3 niveles de tratamiento, el básico, que es ambulatorio y se realiza a través de los Cesfam. Ahí fortalecemos el programa salud mental para exista un psicólogo y médico. Luego vienen los centros de mayor complejidad, que también son ambulatorios y, posteriormente, están las residenciales que son orientadas, generalmente, a personas que están en condición de calle o no cuentan con redes de apoyo.

– ¿Cuánto dura un tratamiento?

Mínimo seis meses, depende del proceso personal, pero en promedio son 7 años, porque las recaídas son parte del proceso de rehabilitación.
Un tratamiento de 6 meses puede costar en el área pública, con convenios macro, $3 millones son muchas horas de tratamiento y con diferentes especialistas. Un tratamiento de alguien que tenga consumo perjudicial es mínimo 3 veces por semana. Toda la mañana o todo el día con distintos profesionales.

– ¿Cuántas personas tienen en tratamiento en la Región?

Más de mil, 39 centros entre los Cosam con planes intensivos y también planes en los Cesfam. Orientados sólo a Fonasa.

Pero con el plan integral pueden dar soluciones, orientar y colaborar, especialmente, en preocupaciones de los padres a través de los Senda Previene.

Tenemos 22 oficinas en la Región, llegamos a las más pobladas, sobre el 70% de la población y tenemos el desafío de llegar a las 11 otras, que principalmente, son rurales. En la provincia de Concepción sólo falta Florida, en Arauco no tiene Tirúa ni Contulmo y en Biobío son las 8 restantes: Alto Biobío, Antuco, Laja, Negrete, Quilleco, Quilaco, San Rosendo y Santa Bárbara.

– ¿Cómo se va a trabajar para que tengan centros?

Ese es un desafío que tiene que trabajarse con el Gobierno Regional y el presupuesto nacional. Se necesitan $350 millones para llegar con un Senda Previene a cada comuna en oferta preventiva, evitar los desplazamientos y lograr adherencia a los tratamientos.

Y cuándo tenemos un papá o una mamá que no quiere llegar de forma presencial a exponer su problema está el fono 1412 que es abierto a la comunidad y cuenta con psicólogos, terapeutas ocupacionales y trabajadores sociales que los pueden orientar y decirles donde están los centros de tratamientos.

– ¿Existe también una oferta de integración?

No hay nadie en esta oficina o ciudad que efectivamente no tenga un amigo o familiar con un problema de drogas, ya sea por medicamentos alcohol u otros. Es transversal y ahí el trabajo de integración social permite entregar competencias laborales de reintegración o educativas de formación.

Incluso tenemos viviendas de integración una para hombres en Chiguayante donde ya hay siete beneficiarios y otra en Talcahuano para mujeres con cinco usuarias y una menor hija de una de ellas. Dichos lugares que les permiten trabajar y estudiar, pueden estar 18 meses para reconstruir su vida. Ambas casas son administradas por los municipios locales y financiadas por el Senda con aproximadamente $130 millones.
– ¿El Presidente Boric qué ha dicho sobre el tema?

Uno de los compromisos del Presidente es fortalecer el tema en la infancia, niñez y adolescencia. En el discurso de su cuenta pública informó de $40 mil millones para el programa Mejor Niñez, que va a hacer una bajada con nosotros también.

Uno de los temas que más me motiva es que el Presidente tiene una mirada desde el tema de continuidad de cuidados, hasta el tema de la salud mental, que son elementos fundamentales para la sociedad. Lo que más me motiva es ejecutar una política de estado integral, que beneficie e integre a niños, jóvenes y adultos.

– ¿De qué puede estar segura la comunidad de Biobío con respecto al trabajo de control de consumo de sustancias, drogas y alcohol?

De aquí al término del Gobierno esperamos tener un sistema integrado de prevención, que podamos avanzar en la descentralización de la oferta de tratamientos y que efectivamente vamos a estar más en los barrios y en comunidades. Concentrarnos sólo en colegios o en establecimientos educacionales es bueno, pero no óptimo.

Queremos tener una transversalización de modelos, hay uno irlandés que se trabajó en el gobierno anterior, que tiene sus fortalezas y que hay que fortalecer aún más porque eso nos da una mirada desde los adultos, desde lo político y la infancia, niñez y adolescencia para poder un construir un modelo más armónico.

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