Especialistas afirman que debería haber mayor control. Creen que se estaría suscitando un subdiagnóstico de la enfermedad generado por personas que no informan resultados positivos. Seremi de Salud asegura que la estrategia genera más del 40% de los resultados que son dados a conocer.
El aumento de casos de Covid-19, tanto a nivel país como en la Región, coincide con la flexibilización del uso de mascarillas, la eliminación del pase de movilidad y la implementación de un test de antígeno de tres pasos, a valor accesible menor a tres mil pesos, que deja el autorreporte de la enfermedad en manos de quienes se lo realizan.
Lo anterior, según especialistas, podría contribuir a mantener una correcta medición de los casos siempre que se use bien, pero indican que el problema estaría en el autorreporte, pues podría estar ocultando un subdiagnóstico de la enfermedad.
Sin embargo, el seremi de Salud, Eduardo Barra, aseguró que el instrumento estaría entregando buenos resultados, pues el último informe, entregado el viernes por el Ministerio de Salud, revela que aproximadamente un 40% de las notificaciones de casos son obtenidas a través del uso del antígeno de tres pasos.
“Esto es porque la gente que se está haciendo el autotesteo también tienen la voluntad de notificarlo, no es algo complejo, hay que tener la capacidad de acceder a medios digitales para poder informarlo”, dijo.
La autoridad sanitaria agregó que el autorreporte es relevante y tendría también gran adherencia entre las personas que se mantienen activas laboralmente, pues permite que a través del Hospital Digital se les emita una licencia médica para realizar la cuarentena que actualmente es de cinco días.
Para la epidemióloga Maritza Muñoz del Departamento de Salud Pública y parte del equipo Prosalud de la Universidad Católica de la Santísima Concepción, la estrategia del antígeno es buena, pero la limitante estaría en el autorreporte, que generaría un subdiagnóstico de la enfermedad, pues si bien los positivos deberían realizarlo, existe la posibilidad de que algunos porque trabajan en horario libre, desde sus casas o, simplemente, no están trabajando no lo hagan.
Además la gran cantidad de virus circulantes puede hacer, según la especialista, que los síntomas del Covid-19 sean confundidos con un resfrío común, especialmente, en el caso de la Ómicron, lo que puede llevar seguir haciendo una vida normal.
“Ese subdiagnóstico influye en que haya una mayor cantidad de virus circulante, que exista mayor posibilidad de contagio y de afectación, especialmente, para adultos mayores, inmunosuprimidos o crónicos, que pueden hacer un cuadro grave, de ahí que es tan importante que se vacunen”, dijo. Agregó que lo ideal es que la estrategia del antígeno incluya el cruce de datos entre los comprados y los reportados.
Para el presidente regional del Colegio Médico, Germán Acuña, lo ideal sería que, una vez realizado el test, el reporte sea obligatorio, tal como sucede en enfermedades infecto contagiosas como la meningitis, que implica penas de cárcel de no hacerlo y, que exista un real seguimiento del Instituto de Salud Pública (ISP) en todos los casos.
“El ISP lo puede llamar para preguntar el resultado. Yo me compré un antígeno de los que se reportan que salió negativo y desde el ISP nadie me ha llamado”, dijo y comentó que el hecho de existir antígenos a la venta, que no se autorreportan deja un vacío aún mayor de datos fidedignos de la enfermedad.
Lo ideal, para el facultativo, sería que el Gobierno volviera a tomar las riendas de la enfermedad, realizando los test PCR y “no privatizar el diagnóstico de una enfermedad como ésta (…) esperemos que esto no se convierta en más personas contagiadas y muertas”.
En tanto, Muñoz agregó que la solución no es que el Ministerio de Salud siga siendo tan paternalista como hasta ahora, sino que ahora, a través de una mejor comunicación de riesgo se logre que la población sea responsable y entienda que aún hay riesgo, que se debe seguir usando mascarilla en lugares cerrados y en el transporte público. “En Europa ya aparecieron tres cepas más, que claramente pueden llegar”, comentó.
La baja sensibilidad del test de antígenos al compararlo con un PCR fue cuestionado por Vivian Luchsinger, académica e integrante del programa de Virología de la Universidad de Chile. Explicó que el PCR logra localizar y amplificar un fragmento del material genético, que en el caso del coronavirus es una molécula de ARN, lo que permite un resultado más certero aunque más lento, entre 6 y 78 horas.
El test rápido, en tanto, corresponde a una inmunocromatografía, técnica de inmunodiagnóstico cuyas ventajas son la simplicidad y rapidez de la prueba mediante la detección de antígenos, es decir, proteínas situadas en la superficie del virus.
“Si yo no tengo síntomas y tengo un resultado negativo, no excluye completamente que pueda estar infectada (…) La sensibilidad, es decir, la capacidad de detectar los casos positivos es menor y, por lo tanto, pueden haber personas infectadas con resultados negativos”, aseveró.