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Déficit de viviendas: el fuerte aumento de los campamentos

Efecto de la pandemia, de la migración y el alto precio de los arriendos son parte de los factores que explican el alza de estos asentamientos a nivel local y nacional.

Por: Pablo Carrasco 06 de Octubre 2022
Fotografía: Raphael Sierra P.

Cuarenta mil, ese es el déficit de viviendas que el Ministerio (Minvu) estima existe en la Región del Biobío. Una cifra mayor que muestra la constante necesidad y tensión que existe en el mercado y a nivel social, y que experimentan miles de personas en su afán de poder contar con un espacio digno para vivir y llamar hogar.

En este periodo de gobierno la meta que se impusieron las autoridades para la zona es entregar 18.896 viviendas en alguna de las modalidades que se impulsan y que van desde el arriendo a precio justo hasta la construcción de viviendas de manera industrializada o tradicional.

Es que estamos en una emergencia habitacional, una crisis, así lo definió el gobierno que diseñó un plan para abordar este fenómeno.

Pero esta emergencia tiene al menos dos caras, por un lado, quienes viven campamentos y, por otro, quienes pueden intentar acceder a la compra o arriendo de una propiedad, pero que no han podido hacerlo por el alza en los precios y porque al parecer existe mayor demanda que oferta disponible, al menos para determinados grupos de personas que requieren sí o sí el apoyo del Estado para poder acceder a una vivienda.

Campamentos

Según el catastro que maneja la Seremi de Vivienda, elaborado a comienzos de este año, en la Región existen 167 campamentos que albergan a 7.945 familias. Ese es el dato oficial.

Por ello, y buscando poder abordar esa realidad, la Seremi definió nueve zonas de integración urbana y social prioritarias en la Región, para trabajar originalmente con 31 campamentos, pero esa cifra ya fue modificada buscando poder abarcar un mayor número de personas.

“Debido a la pandemia se han ido generando nuevos asentamientos en distintas zonas, Talcahuano, Lota, y en la zona de Arauco en general”, indicó Roberto Grandón, seremi (s) de Vivienda, quien agregó que “ahora estamos ampliando el trabajo a 47 campamentos y vamos a incorporar 12 más”.

La idea es lograr que esas familias puedan dejar estos espacios y logren incorporarse al sistema de vivienda formal, ya sea como propietarios o arrendatarios, pero hay que avanzar en contar con la oferta habitacional suficiente para poder integrar a estos grupos.

La estrategia de salida de estos espacios informales y buena parte de las veces ilegales por estar en sitios de particulares, es la radicación o la relocalización, pero siempre en periodos de tiempo que son extensos, por eso desde la Seremi de Vivienda se señaló que en el caso de los 59 campamentos que se trabajarán de manera prioritaria en este periodo, la idea es que al finalizar este periodo de gobierno esté definida cuál será la estrategia a usar en cada uno de ellos.

“Sí con estrategia definida, resolverlo todo es muy difícil, tenemos metas anuales de cierre de campamentos”, señaló Grandón, quien reconoció lo difícil que es poder terminar con ellos, por más que se pueda trasladar a las familias que viven en alguno de ello, porque la necesidad del vivienda, es un ciclo que no se termina nunca.

“Lo que nos cuesta un poco desde el ministerio en general y al Estado, es poder pedir la reocupación de un terreno, eso para nosotros es complejo. Entonces, sacamos un campamento y a la semana o a las dos semanas de nuevo se toman el terreno”, cerró el seremi (s).

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