Desde la Seremi de Educación esperan que retornen parte de los 2.000 estudiantes que abandonaron el sistema en medio de la crisis sanitaria y económica.
La pandemia del coronavirus junto con la crisis sanitaria y económica provocó una alta deserción escolar.
Fue en abril del año pasado cuando el Ministerio de Educación reveló que en el Biobío más de 2 mil estudiantes habían abandonado el sistema.
Específicamente, de los 2.340 se aclaró que 1.244 de ellos eran hombres y 1.097 mujeres. Se acotó que el nivel educativo con mayor índice de abandono escolar es 1° medio (453).
En aquella fecha, quien fuera seremi de Educación Biobío, Felipe Vogel, aseguró que “la deserción es un problema que siempre ha estado presente, pero que se ha agudizado producto de la pandemia y por eso se hace necesario reforzar el trabajo este año, para evitar que los estudiantes abandonen el sistema”.
Siendo mayo de 2022, la estadística regional aún no está disponible por parte del Ministerio de Educación.
Sin embargo, el actual seremi, Héctor Aguilera, indicó a este medio que se espera contar próximamente con los números, que se esperan sean azules, ya que este año el retorno a clases fue como un año normal, pese a las críticas iniciales, ya que la cepa ómicron aún golpeaba fuerte en el país y la zona.
“Creo que este año debería haber menos deserción, porque estamos en condiciones distintas respecto del tema de la pandemia”, aseveró la autoridad regional.
Añadió que detrás de esta decisión hay un fenómeno multicausal. “Los estudiantes que desertan en el sistema escolar, en primer año medio por ejemplo, es porque cambian de un nivel básico a uno medio y no logran llevar todos los conocimientos que se requieren. Cuando se ven un tanto fracasados, se van”, argumentó Aguilera.
En segundo punto, “hay un tema socioeconómico. Algunos estudiantes ingresan al liceo, a la enseñanza media, pero por razones económicas se insertan en una fuente laboral de carácter informal y dejan de estudiar, porque su requerimiento más inmediato es tener recursos”.
Por otro lado, y en menor medida, que en esas edades de primero y segundo medio, “hay embarazos en el caso de las niñas. También provoca que tengan que desertar del sistema. Y hay otros estudiantes que no se acomodan a la reglamentación que tienen los liceos y, por razones de carácter conductual, terminan retirándose del establecimiento”.
Y hay otros motivos: “hay ciberacoso o ciberbullying, o un bullying directamente, pero son márgenes menores”, resaltó Aguilera, añadiendo que no se trata de una decisión de un día para otro el abandonar los estudios, sino que es gradual.
De acuerdo al seremi, las políticas públicas son claves para contrarrestar esta situación.
De hecho el ministerio ha destacado cuatro estrategias para abordar la deserción escolar: Sistema de Alerta Temprana (SAT), Herramienta de Gestión de Contacto, Reinserción Oportuna y la denominada nueva modalidad de reingreso educativo.