El asentamiento presente en sector El Morro de Talcahuano y que se suma a otros en la comuna y la realidad de Lenga, en Hualpén, llevó a crear mesas de trabajo para dar solución a los problemas de las familias presentes en ellos.
Una toma de terreno en el sector El Morro de Talcahuano, que se suma a las nacidas en pleno auge de la pandemia como “Un sueño por una vivienda”, a un costado de la población Libertad, y “Villa el Sol”, en el sector de Las Salinas, da cuenta de una realidad compleja, no sólo en el puerto, sino en la Región en general.
Si bien es difícil definir una cifra taxativa, al ser dinámicas, se habla de una presencia sobre las 90, “las que se concentran, en su mayoría, en la provincia de Arauco. Solo Lebú y Curanilahue suman 54 tomas”, explicó la seremi de Vivienda y Urbanismo, Claudia Toledo.
Sin embargo, la toma del sector El Morro en Talcahuano no sería la única de preocupación, puesto que también hay una situación irregular en el sector de Lenga, en Hualpén, donde un grupo de personas se tomaron un espacio importante, aludiendo que de no hacerlo, extranjeros tomarían el terreno. Acusaron tener necesidades de vivienda y están organizados en un comité liderado por jefas de hogar.
“Es un fenómeno totalmente predecible y nadie podía decir que no iba a pasar, considerando el estallido social y el avance de la pandemia”, comentó la líder de Guachacas Concepción, Claudia Valdés, quien argumentó que las tomas de terreno fueron ocurriendo de forma tan paulatina y sutil que llevó a que la sociedad no se diera cuenta que esto estaba proliferando.
“Dentro de las tomas que hoy están presentes en la zona, podemos ver un fenómeno que antes no era tan común, hablo de las mujeres solas con hijos. La pandemia hizo resaltar la violencia intrafamiliar que había dentro de los hogares, lo que quedó descubierto con las cuarentenas”, explicó Valdés.
La vocera de Guachacas Concepción dijo que se necesitan soluciones urgentes para las familias, que es una cuestión de dignidad y debería ser prioritario el actuar desde la cartera de Vivienda.
“Esta realidad no va a parar, porque tenemos una clase media que siempre está como loro en el alambre, sin saber si está para arriba o para abajo y que depende de un trabajo, donde el alto costo de los arriendos y la canasta básica hace cada vez más lejano el poder tener una casa propia”, sostuvo.
Consultada al respecto, la seremi de Vivienda y Urbanismo, Claudia Toledo, contó que se está trabajando y se están haciendo cargo desde la cartera que lidera, “en un trabajo colaborativo junto con otras instituciones”.
Toledo precisó que existe “un trasfondo social que es el acceso a la vivienda, por lo que se llevarán a cabo mesas de trabajo, incluso con el área privada para destrabar estas situaciones y dar solución a las tomas porque son complejas. Trabajo que igual estamos viendo con la Delegación Presidencial porque hay temas de seguridad, y con los municipios donde se encuentra presente esta población”.
En el caso de Talcahuano, el director de Desarrollo Comunitario, Álvaro Caballero, detalló que antes de tomar cualquier acción, primero se debe determinar si las tomas cumplen con los requisitos exigidos por el Minvu, para ser considerados como asentamientos irregulares.
“En ese sentido, se informó al programa de asentamientos precarios del Serviu de su existencia, conformación y ubicación para registro e incorporación a universo de gestión, en caso que corresponda y se les ha otorgado por parte de la Oficina de Vivienda acompañamiento y asesoría por parte de organizaciones comunitarias, en caso que deseen conformarse como comité”, aclaró.
Desde la Municipalidad de Talcahuano se gestionan instancias de reunión con la sectorialidad pública para buscar alternativas que permitan solucionar el problema habitacional.
“Entendemos que es un problema país, por lo que se han efectuado coordinaciones con otras municipalidades, para así conocer cómo están enfrentando o interviniendo este fenómeno”, sostuvo Caballero.