El libro “La Color: Cruces culinarios entre Llico y Poduco Alto”, que fue presentado oficialmente en una ceremonia en Santa Juana, rescata en sus páginas la memoria gastronómica del campo y del mar, el saber femenino, que pasó de en generación en generación guardando sabores ancestrales.
En el trabajo de la artista visual Natascha de Cortillas y la y la geógrafa, magíster en arte y patrimonio, Rebeca Olea, participaron comunidades como Poduco Alto, que además realizaron un video, para plasmar no sólo recetas, sino también refleja el intercambio de saberes que existen en el territorio.
En la iniciativa, que se logró gracias a un proyecto Fondart de Gastronomía, participó Felicinda Martínez, quien aseguró que siente mucha emoción y orgullo. “Imagínese, queda este testimonio para la historia, para mis nietos. Además fue muy bueno porque nos conocimos más entre las otras personas, aprendimos. Cuando fuimos a Llico vimos cómo cocinaban diferente, fue una exper