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Educación emocional: el gran reto para detener la violencia escolar

Esta semana debería conocerse el primer avance del programa de Atención de Crisis y Convivencia Escolar. Concepción, Talcahuano y Coronel estarían dentro de las comunas beneficiadas.

Por: Ximena Valenzuela 24 de Abril 2022
Fotografía: Contexto

El retorno presencial a las aulas, tras dos años de virtualidad, ha generado una serie de trastornos en estudiantes y adolescentes, no sólo en el aprendizaje, sino también en la capacidad de autorregularse, situación que explica una serie de hechos de violencia que se han dado a conocer en los colegios.

Una golpiza al interior del colegio Adventista, el uso de arma a fogueo en las afueras del Liceo Industrial de los Ángeles, un docente apuñalado en el Liceo Comercial de Talcahuano y una masiva pelea en el Liceo Industrial de Concepción son sólo parte de las muestras de violencia en los colegios.

En 2019, último año de presencialidad total, hubo a nivel nacional 7.530 denuncias, presentadas ante la Superintendencia de Educación, por violencia escolar. Del total, sólo 27 correspondieron a la Región. Ahora, con el regreso a clases, detalló el seremi de Educación, Héctor Aguilera, ya se han generado 70 denuncias por maltrato y otras 11 por hechos de connotación sexual.

La extensa virtualidad ha revelado en el aula no solo el retroceso de los menores en la capacidad de socializar, también ha generado la presencia de agresividad, falta de atención, ansiedad y estrés, aseguró Paula Flores, magíster en Educación Emocional y directora de Fundación Cumbayá,

Si bien, según las orientaciones para el reencuentro educativo presentadas en marzo de este año por el Ministerio de Educación, el espacio educativo presencial es el que ofrece las mejores condiciones para el aprendizaje y el bienestar integral de los menores, para especialistas la solución no es tan simple.

Docentes, directivos y asistentes de la educación también forman parte del problema. “La falta de reconocimiento y desarrollo de sus propias competencias socioemocionales, necesarias para gestionar a los alumnos en el proceso de adaptación y adecuación a esta nueva realidad presencial, y la necesidad pedagógica de recuperar la enseñanza focalizándose en lo teórico educativo, no siempre deja el espacio necesario a la Educación Emocional”, dijo Flores.

Esta nueva etapa escolar requiere de la escucha activa y empática para afrontar las consecuencias tras el aislamiento social, que ha derivado en actos violentos, incluso hacia los mismos profesores.

Rafael Bisquerra, eminencia española en el área de la Educación Emocional, aseguró que ésta “propone el desarrollo de competencias emocionales, entendidas como competencias básicas para la vida, con la finalidad de aumentar el bienestar personal y social”.

Comentó que se debe instalar como un proceso permanente para prevenir hechos de violencia y generar una regulación emocional.

Para propiciar un bienestar emocional en el aula recomendó realizar ejercicios de respiración, pausas activas, reconocer las emociones y escribir sobre ellas para aprender a abordarlas; que los profesores entiendan la reacción de los menores, colocándose en su lugar, determinar acciones para ayudarlos a gestionar sus emociones y repensarlas si no dan resultados.

Plan ministerial

Un total de $1.500 millones se invertirán en el programa de Atención de Crisis y Convivencia Escolar, que se desarrollará en 60 comunas del país que han presentado fuertes hechos de violencia. El seremi de Educación explicó que comunas como Concepción, Talcahuano, Coronel y Los Ángeles, por nombrar algunas, serían beneficiadas.

El plan integral, que se espera esté funcionado durante el primer semestre, incorpora apoyo psicológico, tanto para alumnos como para estudiantes.

“Los hechos de violencia son el síntoma, pero tenemos que buscar la causa real, con un grupo multidisciplinario de profesionales que ayuden a la comunidad a hacer un diagnóstico y a partir de ahí diseñar una propuesta integral que aborde el tema de la violencia al interior de los establecimientos educacionales”, dijo Aguilera.

La próxima semana se podría tener una propuesta diseñada del programa para reducir la violencia que se ha instalado desde el estallido social en la comunidad, que sólo se detuvo producto de la pandemia y que ahora nuevamente, con la baja de casos,  está aflorando el inconformismo social.

“Esto tenemos que verlo desde el punto de vista socioemocional y cómo los aspectos sociales que generó la pandemia, con pérdidas importantes, que puede estar provocando un estrés postraumático”, comentó.

La alcaldesa de Santa Juana, Ana Albornoz, aseguró que en su comuna ya se han producido hechos de violencia entre escolares, como fue una pelea de alumnas del Liceo Nueva Zelandia.

“Enviamos un oficio al seremi de Educación y pedí entrevista con él para que venga a Santa Juana y podamos cautelar esa situación. Con los pocos recursos que tenemos vemos la posibilidad de contratar personal especialista en convivencia escolar, una psicóloga y fomentar la creación de un centro de alumnos (en el liceo) para que sus peticiones y demandas sean escuchadas, sepamos qué necesitan. Sabemos que el encierro en la pandemia les afectó”, contó Albornoz.

El seremi Aguilera agregó que la administración anterior se preocupó, principalmente, del retorno a la presencialidad, pero sin tomar en cuenta las consideraciones que implicaba. “Se debió haber partido con un diagnóstico, con una acogida a los estudiantes con procesos graduales, de mediodía, hasta que se adaptaran, pero eso no se hizo. La pandemia fue un aprendizaje de ensayo y error, ahora esperamos pronto tener el plan para dar solución”, sostuvo.

 

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