Feministas locales analizaron el camino recorrido en la zona, posterior al estallido social. Valoraron la influencia de Las Tesis en poner en boga sus demandas y explicaron qué es lo que falta para acabar con las brechas de género y el sexismo.
Desde antes, durante y posterior al estallido social del 18-O miles de mujeres del país, como también de la Región, han venido trabajando en la reivindicación del rol de la mujer en la sociedad, bajo la convicción de que tienen los mismos derechos y deberes que los hombres.
En ese sentido, desde los movimientos feministas presentes en Biobío, han puesto en boga el derecho a decidir sobre sus cuerpos, el aborto libre, la diferencia salarial y el sexismo al cual han estado expuestas desde siempre, entre otras temáticas, como la desprotección que sienten por parte del Estado.
Apuntan a cambios sociales profundos, del cual todos y todas deben hacerse cargo, sobre todo, tras saltar a la palestra sus problemáticas en pleno estallido social, gracias a la influencia de Las Tesis y su mítico canto de protesta “Un violador en tu camino”.
“A dos años del 18 de octubre, hemos podido observar cambios de consciencia, más que efectivos en la práctica, sobre todo ante la falta de políticas públicas por parte de Gobierno, las cuales aún se mantienen al debe. Sin embargo, tanto las mujeres como los hombres han cambiado su percepción del feminismo y pese a que aún somos víctimas de acoso, abuso y maltrato, el violentador piensa dos veces antes de atentar contra nosotras”, comentó la cofundadora del Movimiento Callejeras Autoconvocadas, Belén Calcagno.
Si bien Calcagno indicó que el violentador hoy piensa dos veces, antes de cometer un tipo de abuso, “esto sólo es a nivel público, puesto que, a nivel privado, seguimos en la misma situación. No obstante, tengo la convicción que, en las generaciones venideras, veremos cambios más notorios”.
Agregó que “también ayudará el tener un mejor gobierno, que nos escuche, que entienda las demandas y las ponga en práctica, como el aborto libre, por ejemplo, que es un símbolo de la autonomía y decisión de no tener que estar supeditada a los cánones morales de la sociedad, porque la maternidad no puede ser impuesta. Siento que vamos bien encaminados como sociedad, porque la iglesia ya no es factor determinante en nuestro país”.
La antropóloga y activista feminista por los Derechos Sexuales y Reproductivos, Nayadet Muñoz, complementó lo expresado por la vocera de Callejeras, he indicó que el movimiento feminista, en el marco del estallido social, mostró que había una conexión entre diferentes proyectos que buscaban una transformación del país y que apuntaban a una crítica al paradigma neoliberal que ha sepultado a Chile.
“Se ocuparon diferentes espacios públicos, donde se realizaron intervenciones culturales, como la performance de Las Tesis, con ‘Un violador en tu camino’, el cual repercutió a nivel mundial y que trajo a lo público una problemática que aún se mantenía en lo privado, y de la cual no ha habido soluciones concretas por parte del Estado, como tampoco desde las diferentes institucionalidades”, especificó Muñoz.
Asimismo, desde el Colectivo Amaranta, Consuelo Herrera sostuvo que “la influencia de Las Tesis, fue un aporte en lo social, artístico y político, porque contribuyo a poder visibilizar de mayor manera las demandas de nosotras, en torno al acoso y abuso sexual, como también a las malas prácticas que el Estado ha cometido hacia las mujeres. Fueron prioritarias para resaltar demandas, que estaban pasando desapercibidas por las del pueblo”.
En cuanto a las brechas de género, Muñoz resaltó que la huelga general feminista, en conmemoración a la mujer trabajadora, dio cuenta de otra problemática relevante y que estaba acallada.
“Habló de la precarización salarial que hay hacia las mujeres, la cual se denunció ese día en todo el país. Se actuó en bloque, al igual que cuando se denunció el caso de Antonia Barra, donde hubo una campaña virtual en todo el territorio, liderada por feministas en contra de Martín Pradenas”, afirmó.
En esa línea, Herrera añadió que “el trabajo de las asambleas territoriales fue fundamental, porque surgieron coordinaciones feministas y también de disidencias que contribuyeron a seguir trabajando a nivel local, las demandas que se habían generado en el mayo feminista del 2018. Hubo un trabajo articulado de las pobladoras de varios sectores del Gran Concepción, lo que sirvió para poder volver a nuestros lugares y poblaciones, donde se pudo articular con mujeres que no estaban dentro del espacio académico, lo que abrió muchas puertas al feminismo popular, lo que fue un avance desde el 18 de octubre de 2019”.
En lo que respecta al prejuicio que “el feminismo es lo contrario al machismo”, la vocera de Amaranta dijo que “falta trabajar desde la temprana infancia estos temas, donde una educación no sexista es la clave. Se debe hablar de educación sexual integral, para que todas las personas puedan entender que el feminismo es la lucha por una vida digna para las mujeres”.
En tanto, la antropóloga Muñoz concordó que, si bien en estos años se ha puesto en la consciencia un debate, aún falta derrocar varios prejuicios en contra del movimiento feminista y el rol que tienen las feministas en la sociedad.
“Se han posicionado temas controversiales, como el aborto libre y seguro, y la despenalización de este, donde más allá de querer llegar a un punto en común con la población, el poder hablar de estos temas, conociendo situaciones de vulneración vividas por muchas mujeres y donde el Estado tampoco se ha hecho parte, es fundamental para poner en perspectiva las demandas de género y de equidad”, recalcó.