Esta semana la sala de la Cámara de Diputados y Diputadas dio el vamos al proyecto que establece un sistema de subvenciones para la modalidad de reingreso escolar para quienes tengan entre 12 y 21 años.
Todo fue aprobado por 86 votos a favor, 27 en contra y 21 abstenciones. Dicha iniciativa ahora quedará en manos del Senado.
Es por ello que tras la luz verde de los parlamentarios, el ministro de Educación, Raúl Figueroa, celebró. “Se trabajó luego de dos años con el Consejo Nacional de Educación y el proyecto que hoy se ha despachado de la Cámara de Diputados asigna recursos para que podamos contar con una modalidad educativa especialmente diseñada en las necesidades de los niños y jóvenes que están excluidos del sistema educativo”.
Fue en abril de este año cuando el Mineduc entregó datos preocupantes. A nivel nacional cerca de 40 mil niños, niñas y jóvenes en edad escolar abandonaron sus estudios durante el 2020. De ellos, un 53% son hombres y el 46% mujeres.
Y de estos 2.341 son del Biobío. Se estima que 1.244 de ellos son hombres y 1.097 mujeres. Por otro lado, el nivel educativo con mayor índice de abandono escolar es primero medio (453).
El seremi de Educación del Biobío, Felipe Vogel, ha dicho que “la deserción es un problema que siempre ha estado presente, pero que se ha agudizado producto de la pandemia y por eso se hace necesario reforzar el trabajo este año, para evitar que los estudiantes abandonen el sistema”.
A juicio del doctor en educación, profesor de filosofía y psicólogo, miembro del Consejo de Decanos de las Facultades de Educación del Crunch en representación de la UdeC, Oscar Nail Kröyer, sin duda durante la pandemia la deserción se ha agudizado.
Es por ello que instó a que la legislación al respecto debe ser con tiempos acordes. “Hay también una falta de perspectiva respecto de permanecer en el sistema educacional. Las variables que juegan son de inmediatez, de ingresar al mundo laboral informal para las familias y eso va haciendo que la emergencia, la crisis, no permita una planificación de proyecto de vida para un joven”, lamentó el decano.
Como ya se adelantó, podrán volver todos los niños, niñas y adolescentes entre 12 y 21 años que, habiendo estado matriculados previamente en el sistema escolar chileno se encuentran hoy fuera del sistema escolar por más de dos años por diversos motivos asociados a contextos de vulnerabilidad personal, familiar o exclusión social.
En primera instancia se contempla un “recompromiso educativo” que “busca restaurar el vínculo educativo del estudiante para que continúe con su proceso educativo. Está dirigido a estudiantes entre 12 y 21 años que podrán reingresar en la educación regular o continuar su proceso educativo en el programa de reingreso escolar”, se informó.
En segundo, el “reingreso escolar” ofrecerá distintos subprogramas de formación que pueden ser humanístico-científico, técnico profesional, de oficio o de certificación de competencias.
“La subvención por estudiante será de más de $130 mil en estos nuevos espacios, que se constituirán en una jornada diferenciada en los Centros de Educación Integrada de Adultos (CEIA), o en aulas de reingreso ubicadas en establecimientos de educación regular”, precisaron desde el Mineduc.
El decano Oscar Nail Kröyer recalcó que todo mecanismo que ayude al retorno a las aulas es totalmente positivo.
“Desertar de la educación no ayuda al país, porque estamos llevando a un grupo de niños y jóvenes a un mundo laboral informal que es pan para hoy, pero hambre para mañana”, sostuvo.