Hogar de Cristo sufrió su peor crisis económica de los últimos 20 años, lo que obligó a cerrar las puertas de cuatro Eleam a nivel nacional. Los que arribaron al hogar presente en Hualpén, actualmente cumplen cuarentena preventiva.
A raíz de la crisis sanitaria, los que menos tienen han sufrido en demasía el impacto que ha tenido el avance de la Covid-19. Dentro de ese grupo se encuentran los adultos mayores institucionalizados en los Establecimientos de Larga Estadía (Eleam).
En el caso de los dependientes del Hogar de Cristo el efecto ha sido mayor, puesto que, a nivel nacional, la institución ha sufrido su peor crisis económica de los en los últimos 20 años, debiendo cerrar 28 programas sociales, entre ellos residencias de adulto mayor, lo que llevó a que muchos abuelos debieran traslados a otras ciudades, alejándose de sus familias y su cotidianeidad.
Dentro de las razones se encuentra el desfinanciamiento, puesto que a raíz de la pandemia dejaron de percibir aportes por parte de los socios.
En ese sentido, el director del Servicio Nacional del Adulto Mayor, Octavio Vergara, detalló, una vez que se determinó la medida, que “son cuatro residencias las que están siendo cerradas, con 133 personas que viven en ellas y entiendo que por el programa que tienen de cierre, son 103 los que deben buscar, en conjunto con las familias, una relocalización”.
Debido a la medida, adultos mayores provenientes del sur de Chile y uno de la Región de Valparaíso arribaron al hogar Villa Giacaman, dependiente del Hogar de Cristo, en Hualpén.
“Actualmente, atendemos a 56 adultos mayores, entre hombre y mujeres, con un historial de calle, alcoholismo y drogadicción, y abandonados por sus familias. Nuestra principal labor es retomar el vínculo con las familias y poder perdonarse, del total 23 son abuelitas que bordean los 81 años”, señaló el director del establecimiento, Benito Montencino.
Montecino detalló que “en su mayoría son adultos mayores que están en camas o en sillas de ruedas, sólo siete caminan, pero sufren de demencia, por lo tanto, son dependientes”.
En cuanto a los nuevos residentes “acá llegaron seis, uno de Los Andes y los otros son de Valdivia. Una de ellas llegó con lo puesto, porque posee un grado de obesidad importante, por lo que tuvimos que hacer una campaña, apoyados por Guachacas Concepción quienes consiguieron ropa para ella”, explicó el director de Villa Giacaman.
Andrés Monroy, parte de Guachacas Concepción, contó que “nosotros desde el año 2019 estamos apoyando a esta residencia, la que tiene la particularidad de que ningún abuelito se ha contagiado de Covid-19, porque tienen un protocolo de acción muy controlado. Mucha gente piensa que por ser el Hogar de Cristo tienen de todo, pero no es así, siempre faltan cosas, por lo que siempre estamos ayudando desde nuestra organización”.
Asimismo, Benito Montencino comentó que “como estos nuevos residentes llegaron hace una semana, por protocolo los tenemos aislados como sus respectivos cuidados, por los días que determina la Seremi de Salud, como si tuvieran Covid-19, para luego ser integrados a las rutinas del hogar”.