Los ataques son transversales, no importa el nivel cultural, socioeconómico o el rango etario cualquiera puede ser un agresor. El autocuidado y trabajo preventivo de las policías escuchando a las víctimas es vital.
Las señales de alerta de riesgo de femicidio, según Paulina Rincón, doctora en Psicología y especialista en trauma y violencia de género, son múltiples. Generalmente van en escalada, inician con la agresión verbal, maltrato psicológico, luego avanzan a empujones, golpes, palizas, que acaban con la vida de la víctima.
La académica de la Universidad de Concepción detalló que una de las primeras conductas que revelan que un hombre puede maltratar a una mujer es la posesividad.
“Te va a buscar a todas partes, nunca te deja sola e, incluso, controla amistades (…). Muchas, desde la ingenuidad, creen en el amor romántico, lo aceptan pensando que se preocupa porque está enamorado, pero eso es control”, sentenció.
La crítica constante, aislamiento de las redes de apoyo y celos patológicos que hacen pensar a los hombres que su pareja ha estado o tiene la intención de estar con otro hombre, que llegan a amenazas como “si tú me dejas yo me mato, si tú me dejas voy a matar a tus hijos”.
A todo lo anterior se suma como factor de riesgo que el agresor posea armas, tenga acceso a ellas, o bien, que las haya usado en episodios anteriores de violencia. “Si ya sacó un cuchillo es mucho más probable que cometa femicidio”, explicó.
Incluso la agresión a mascotas o el consumo de alcohol y drogas pueden ser un indicador de riesgo.
La solicitud de divorcio o advertencia de dejar el hogar también puede desencadenar un femicidio. “Ahí el tema es que si no eres mía no eres de nadie y te voy a matar. En esos casos es necesaria la intervención temprana de la policía, que crea cuando la víctima le dice que está en riesgo y que el hombre es capaz de matarla”, aseveró.
Agregó que se debe prevenir cualquier hecho de violencia a penas la mujer decide dejar la casa o iniciar los trámites de divorcio, estableciendo orden de alejamiento y su nuevo domicilio con familiares o amigos que le entreguen mayor seguridad.
La especialista recalcó que no existe un perfil X del agresor, que cualquiera puede cometer un femicidio por lo es vital que las mujeres pongan atención a las conductas que estos tienen y no las acepten durante un largo período.
Muchas veces, según dijo, las víctimas tardan hasta 10 años en denunciar porque no tienen redes de apoyo ni sustento económico para salir de la espiral de violencia, o simplemente, porque están pasando por una fase de Luna de Miel en que las agresiones se detienen, lo que las hace confiar en que su pareja cambiará y que no la volverá a golpear. Ciclo que se puede repetir varias veces en un año.
Rincón manifestó que la pandemia hace aún más vulnerable a la víctima, debido a las restricciones de las fuentes de apoyo social en forma presencial. Recomendó no perder el contacto con amistades, utilizando los diversos canales de comunicación y llamó al autocuidado, a la valoración personal y a derribar el mito de “quien te quiere te aporrea, quien te quiere te va a cuidar y respetar”, manifestó.
Recordó que, en caso de emergencia, según dijo la ministra de la Mujer y Equidad de Género, Mónica Zalaquett, las víctimas pueden salir de su casa buscando auxilio aunque exista cuarentena o rija el Toque de Queda, información que se debe bajar a las policías para evitar nuevas muertes.
Sarah Montti