La Agencia de Calidad de la Educación creó el diagnóstico “Lila y sus emociones”, que busca a través de un cuento ver el real estado de los más pequeños ante la pandemia.
Investigaciones en el ámbito de la psicología y las neurociencias confirman que la primera infancia es la base de la salud física, mental y cognitiva de las personas. Es por ello, la importancia de las primeras interacciones que establecen los menores, tanto con su familia como en los espacios educativos, ya que son un cimiento básico para que desarrollen vínculos y relaciones saludables.
Sin embargo, en este año de pandemia el bienestar socioemocional de niños y niñas se ha visto afectado, entre otras razones, por la poca o nula interacción con sus pares. Con el propósito de contribuir a enfrentar esta realidad, la Agencia de Calidad de la Educación creó el diagnóstico “Lila y sus emociones”.
El material que recoge características y particularidades de cada nivel educativo y que está disponible a través de la plataforma lila.agenciaeducacion.cl, permitirá a las familias y los equipos educativos conocer y abordar el bienestar socioemocional de los menores desde los tres años.
La herramienta
El material didáctico tiene como protagonista a Lila la ardilla que, mientras se encuentra hibernando, transita en el mundo de las emociones, experimentando pena, rabia y alegría. Lo anterior, da pie al desarrollo de tres experiencias lúdicas de aprendizaje, donde los niños son invitados a reconocer y comunicar sus emociones a través de distintas formas de expresión.
“Para los niños, las rutinas y el espacio que se genera en los centros educativos es muy importante, porque les permite desarrollarse compartiendo y jugando con sus pares, sentirse seguros y tranquilos. La pandemia obligó a trasladar ese espacio a las casas y a modificar esas rutinas en muy poco tiempo. Este nuevo diagnóstico permite conocer el estado socioemocional de los niños en estas circunstancias, junto con desarrollar esta área clave para sus aprendizajes futuros”, detalló el secretario ejecutivo de la Agencia de Calidad de la Educación, Daniel Rodríguez.
Rodríguez agregó que “se busca que los párvulos conozcan y profundicen sobre las emociones de los personajes, así como en su propia vivencia durante la cuarentena, descubriendo también la importancia de compartir y hacer actividades que les permitan sentirse más a gusto en situaciones complejas”.
Con la llegada de la pandemia, el uso mascarillas ha generado un estrés en los más pequeños, explicó la enfermera pediátrica de la UdeC, Carmen Gloria Barraza, ya que su uso, además de disminuir su campo visual, provoca irritación en sus caras y problemas al respirar.
“El uso de este elemento no es recomendado para menores de cinco años, desde el punto de vista dermatológico, los niños tienen una piel frágil que está en desarrollo, por lo tanto, el uso de este elemento puede generar picor y acné, debido al roce”, dijo.
Desde el punto de vista de la prevención “su uso puede provocarles un accidente, ya que no ven bien y en el caso de los menores de tres años, no es recomendable, ya que muchos respiran por la boca”, argumentó la profesional UdeC.