La necesidad imperiosa de transportarse de un lugar a otro, ya sea por trabajo o trámites, ha impulsado una mayor demanda de bicicletas, sobre todo, considerando que la locomoción pública no cuenta con una norma de distanciamiento físico, que en horarios punta experimenta aglomeraciones, aumentando así las posibilidades de contagio de la Covid-19.
“Me compré una bicicleta cuando empezó la pandemia, ya me acostumbré a ir a trabajar en bici, salvo los días de lluvia. Me ayuda a mantenerme en forma y evito contagiarme al subir a una micro”, aseguró Daniel Poblete, ingeniero de una empresa de servicios prioritarios.
La compra realizada por Poblete se ha multiplicado desde la pandemia, especialmente, después de la entrega del 10% de las AFP, pensando en la necesidad de contar con un medio de transporte que será vital con la llegada de la primavera, que permitirá desplazarse sin contratiempos climáticos.
De hecho, según Yapo, desde la segunda semana de agosto se registró un alza de 113% en la compra de bicicletas respecto del año anterior, lo mismo habría sucedido con los scooters con 74%.
“La necesidad de reemplazar los medios de transporte convencionales, define hoy en día las pautas de consumo. Hemos visto que la demanda de bicicletas y scooters se adelantó a este mes, principalmente por los levantamientos de las restricciones de moverse por las ciudades. A ello se suma el evitar el contacto social directo, que es lo que buscan las personas que hoy están volviendo a las oficinas”, explicó Katherine Aybar, Gerente de Marketing de Yapo.cl.
El uso de las bicicletas, va de la mano con los planes gubernamentales que, por ejemplo, en Chiguayante está levantando un nueva ciclovía de 2,5 kilómetros en avenida 8 Oriente, extensión que completará 10 kilómetros en total en la ciudad y que a la larga esperan conecte dicha comuna con Concepción, entregando vías exclusivas para los pedaleros.