El alto contenido de plástico representa un retroceso con las políticas que buscan disminuir este material. Los elementos de protección tardan alrededor de 100 años en degradarse.
Hoy los problemas asociados a los residuos médicos que desechamos a diario debido a la pandemia son una realidad y un daño colateral al medioambiente. Es por los métodos empleados para su tratamiento y disposición final que se deben tomar resguardos, debido al potencial peligro y posible propagación de la Covid-19 y otras enfermedades infecciosas.
Lo anterior, ya que el mal manejo de elementos como mascarillas, guantes y otros implementos de seguridad, puede afectar al personal de aseo que los retira.
“Hemos tomado medidas de resguardos, ya que hoy estamos sacando el doble de basura que antes, en promedio dos mil kilos más por día, porque las personas están en sus casas en cuarentena y generan más basura, en la que igual vienen mascarillas y guantes. Tenemos mayores cuidados al tirarlos al camión, porque igual nos da miedo contagiarnos”, explicó el presidente de los recolectores de basura, de empresa Servitrans, Javier Pino.
Miedo que fue planteado al seremi de Salud, Héctor Muñoz, en el mes de mayo, señaló el dirigente. “El peligro se da más cuando por otros vecinos nos enteramos de que hay familias con Covid-19, ahí tomamos las bolsas desde donde están amarradas y las subimos con cuidado al camión”, aseguró.
Estos materiales, además, están siendo abandonados en las calles, ocasionado un daño incalculable al ecosistema, por su alto contenido de plástico, lo que representa un retroceso en las políticas que buscan disminuir este material, como la eliminación de las bolsas plásticas. Las mascarillas tienen un tejido que tarda alrededor de 100 años en degradarse, lo mismo ocurre con los guantes, que cada vez más se ven tirados en la calle.
Desde el municipio de Concepción han adoptado las formas de recolección de residuos en la comuna, reforzando medidas de seguridad del personal que realiza el retiro y actualizando protocolos de manejo integral.
“El personal cuenta con elementos de protección y mascarillas, se sanitizan las bolsas donde se depositan estos elementos, los cuales van a un contenedor en confinamiento en la base de Aseo y Ornato, durante 24 horas, para luego irse al relleno sanitario, donde a diferencia de la demás basura, no son prensadas para proteger al personal”, comentó el director de Aseo y Ornato del municipio penquista, Fernando Ramis.
Misma preocupación en su labor, es la que tiene el personal del departamento de Residuos en Establecimientos de Atención en Salud (Reas) del Hospital Guillermo Grant Benavente.
“Nosotros retiramos toda la basura médica del recinto, dos veces al día, debemos tener el doble de seguridad, puesto que nuestro trabajo subió en un 500%”, detalló el funcionario José Miguel Araneda.
Uno de los lugares donde se está generando mayor cantidad de residuos médicos son las residencias sanitarias, el cual fue cuestionado por vecinos de Coronel, quienes acusaron mal manejo de estos desechos que fueron catalogados de “comunes”, por el seremi Héctor Muñoz.
“Los protocolos emanados por el Ministerio de Salud indican que los residuos que derivan de tareas de limpieza y desinfección se pueden eliminar como residuos sólidos asimilables (urbanos), los que deben ser entregados al servicio de recolección presente en cada comuna, en doble bolsa plástica resistente, evitando que su contenido pueda disiparse en su traslado a su destino final”, aclaró el jefe de Acción Sanitaria de la Seremi de Salud, Hugo Rojas.