No existe instrucción de la autoridad sanitaria sobre como realizar el proceso. Piden determinar qué hacer con los Cesfam, pues emiten residuos quirúrgicos peligroso.
Mucho se habla de la primera línea en salud, pero existe otra primera línea, constituida por los recolectores de basura domiciliaria, que a diario no sólo cargan cientos de bolsas para depositar en el camión, sino, además, retiran residuos que pueden resultar peligrosos, como es el caso de los emitidos por pacientes con Covid-19 y los pertenecientes a Centros de Salud Familiar (Cesfam), que también podrían estar contaminados.
José, que sólo dio su nombre de pila, es auxiliar de retiro en Lomas de San Andrés y teme contagiarse. “Tenemos contacto con la gente, la posibilidad siempre va estar. Espero que me pille bien”, dijo.
Javier Pino, presidente del Sindicato Servitrans Concepción y director regional del gremio, que representa a más de 200 trabajadores, detalló que en su empresa los trabajadores de tercera edad, enfermos crónicos y afectados por cáncer están realizando, con sueldo asegurado, una cuarentena preventiva.
La mayoría está en terreno, usando mascarillas con filtro, guantes, alcohol gel y sometidos a control de temperatura al inicio de la jornada, todo buscando prevenir el contagio. Sin embargo, el riesgo es latente sobre todo con la basura emitida por pacientes con Covid-19, así como de los Cesfam, que incluyen desechos hospitalarios que podrían estar infectados.
La situación fue expuesta por el senador Alejandro Navarro, quien presentó un recurso de protección, que afirma que la seremi de Salud ha cometido un acto ilegal al no tomar medidas de seguridad para los trabajadores que son enviados a recoger basura quirúrgica, que incluyen jeringas, bolsas con sangre, apósitos, entre otros, a pesar de que su labor es sólo para desechos domiciliarios.
Por ello, la empresa solicitó a la autoridad sanitaria que redacte un protocolo para retirar ese tipo de residuos, documento que hasta el momento no existe, por lo que la empresa no retirará basura de casas de pacientes con Covid-19 hasta que no existan medidas claras.
“En Pedro de Valdivia, uno de los dirigentes vecinales nos advirtió que había una familia contagiada, que no sacáramos la basura (…). El hecho fue comunicado a gerencia que determinó no retirarla hasta que se cuente con el protocolo”, dijo Pino.
El problema fue expuesto el jueves, en una videoconferencia con los seremis de Salud y del Trabajo, instancia en que se acordó que ambas carteras fiscalizarán a empresas de aseo para asegurar que se cumpla con medidas de protección.
Sin embargo, el protocolo de seguridad, punto relevante de la conversación no tuvo solución. “No quedó muy claro que se hará (…). Sólo hemos tenido apoyo de la seremi Sintia Leyton, pero cero empatía del seremi de Salud”, dijo el dirigente y agregó que seguirán con los Cesfam, pero lo mejor sería que incineraran sus desechos.
Diario Concepción intentó obtener una respuesta del seremi de Salud, Héctor Muñoz, respecto a la falta de protocolo y período máximo para tener uno en funcionamiento, pero no estuvo disponible.
La mayoría de los trabajadores del aseo, además de retirar basura, ahora están colaborando en labores de sanitización de calles, paraderos, vehículos y Cesfam, entre otros, por lo que lo ideal es optimizar el retiro.
Karen Mülchi, gerenta general de Preserva, que con sus 500 trabajadores presta servicio en Concepción, Hualpén, San Pedro de la Paz y Talcahuano, aseguró que les piden rociar las bolsas con cloro para eliminar riesgos y que, en caso de familias con coronavirus, les piden que pongan los residuos en doble bolsa.
Pidió no botar objetos voluminosos, sino lo justo y necesario para reducir la cantidad de desechos durante esta etapa.
Para el diputado RN, Cristóbal Urruticoechea, el manejo de la basura domiciliaria, que incluye mascarillas y guantes, entre otros elementos, debería ser separada de la tradicional, similar a lo que se hace con el reciclaje, para evitar contagios de los recolectores de basura, a quienes consideró como primera línea para enfrentar la pandemia.
En cuanto al bono de un millón de pesos, que ganaron los trabajadores tras una movilización en 2013, afirmó que se adelantó, pero que se debería incluir otro aporte, porque las labores que realizan son de alto riesgo.
En tanto, para Verónica Romero, cofundadora de Alerta Chile, a las personas que trabajan en la recolección de basura, se les debería proveer de equipamiento especial, así como los kits de mascarillas, guantes y protección social y que, a través de las municipalidades, se les instruya sobre los peligros que implica el virus.
A su juicio, el bono adelantado no basta, por lo que recomendó realizar un esfuerzo como país para recompensar a los recolectores de basura. “Todas las municipalidades deberían sacarse el sombrero y entregar algo extra a sus trabajadores. Espero que estén a la altura de las circunstancias”, dijo.