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El lento camino para incluir la educación emocional en los colegios

Especialistas piden que se realice un manejo integral, que incluya un freno a la violencia y control de frustración.

Por: Ximena Valenzuela 15 de Marzo 2020
Fotografía: Carolina Echagüe M.

Esta semana, nuevamente, estudiantes de la Región se manifestaron en las calles, piedras, palos y lo poco que queda del mobiliario urbano en Concepción fueron usados como proyectiles en los enfrentamientos con Carabineros.

Hechos como los descritos dejan claro que, en general, los menores no canalizan correctamente sus emociones, tienen baja tolerancia a la frustración y un limitado control de impulsos al actuar en masa.

De ahí la importancia que en el currículum escolar se integre la educación emocional, para resolver problemas de convivencia escolar, que cada año suman el 35% del total de denuncias realizadas ante la Superintendencia de Educación, buscando así que tengan un desarrollo psicosocial adecuado.

A pesar de ello, aún descansa en el Congreso el proyecto de Ley de Educación Emocional, ideado por la Fundación Liderazgo Chile, que fue presentado a mediados de 2019 por las diputadas Camila Vallejo (PC) y Cristina Girardi (PPD).

De la iniciativa, que incluye jornada escolar completa y la llamada Ley de Aseguramiento de la Calidad de la Educación, aún no hay avances.

Arnaldo Canales, presidente de la Fundación Liderazgo Chile, aseguró que en todos los niveles educativos se ha “restado importancia a las competencias emocionales y socio emocionales, que son las que nos permiten desenvolvernos de manera más sana”.

El proyecto de ley que se tramita en el Congreso, a su juicio, se adelantaba a una crisis que no es sólo social, sino también emocional, que está implícita en la nueva educación que necesita el país.

La normativa, según dijo, va a traer aparejado “trabajar para subsanar diferentes brechas como la violencia de todo tipo y en todos los niveles, mejorar las relaciones en un país donde hay demasiado individualismo, donde reina la desconfianza y donde la empatía y el trabajo en equipo son totalmente discordantes”.

Medidas en los colegios

Fernando Peña, seremi de Educación, aseguró que toda iniciativa que apunte a mejorar la educación emocional en los establecimientos es bienvenida. “Desde el Ministerio de Educación, permanentemente, enviamos a las comunidades educativas para atender desde los planes de convivencia escolar, situaciones que puedan ayudar a mejorar la atmósfera de convivencia en los colegios”.

Destacó que la Superintendencia de Educación recibe las denuncias relacionadas a temas de convivencia, las que, principalmente, se originan por bullying, ciberbullying, o bien , por mal manejo de las emociones, poca contención y abordaje de este tipo de conflictos.

“Nosotros, además de incorporar elementos relacionados con la convivencia, dentro de los objetivos de aprendizaje (…), estamos dispuestos a poder profundizar en la educación emocional y efectiva para, obviamente, mejorar la convivencia escolar y de esa forma mejorar el clima en nuestras comunidades escolares”, agregó el seremi.

Capacitación a docentes

En las aulas la realidad no es más auspiciosa. Hace unos años, un estudio en el que participaba el investigador chileno Felipe Lecannelier, psicólogo experto en infancia e integrante de la Fundación, reveló que los menores de seis años tiene la peor salud mental del mundo.

Razón suficiente, según detalló, para que los establecimientos educacionales pongan urgencia en la capacitación de la comunidad educativa, pues es necesario enseñar a los docentes como lidiar con las emociones en el aula y también fuera de ella, de modo de reaccionar de forma asertiva.

Por ello, acorde a las necesidades de profesores, psicólogos, psicopedagogos, trabajadores sociales y directores de colegios, la Fundación realizará el primer magíster en educación emocional, en coordinación con la Red Internacional de Educación Emocional y Bienestar (Rieeb), con sede en Barcelona.

Tanto el magíster como los cursos de actualización contarán con participación de Rafael Bisquerra, psicólogo y académico de la Universidad de Barcelona, referente mundial en educación emocional.

Bisquerra aseguró que desde su disciplina busca solidarizar y aportar a las comunidades educativas, “particularmente en el momento de crisis que están pasando: sabemos el sufrimiento y la preocupación que puede generar una crisis, un conflicto y nos preocupa lo que puede estar sintiendo la gente en Chile”.

Eso sí, destacó que en el seno de la familia es donde se inicia la educación emocional, sin clases formales, sino a través de la experiencia y observación.

Necesidad en el aula

Al trabajar, tanto con alumnos de básica como de media, la docente de español, Pamela Villagra, tiene claro que la educación emocional es primordial en las aulas.

“Tenemos que comprender que cada estudiante es un universo distinto. La sala de clases es un lugar lleno de diversidad, que se refleja en las emociones. No podemos tratar a todos los jóvenes pensando que poseen iguales herramientas. Hay que atender todas sus necesidades y para ello se hace necesario desarrollar la educación emocional”.

Para Villagra lo ideal es que los alumnos aprendan a manejar sus emociones en situaciones difíciles y que los docentes sepan comprenderlos y guiarlos para evitar situaciones y actitudes violentas o de frustración. “Me parece necesario que se realice un magíster que abarque esta área, un poco dejada de lado por la educación, que todos los docentes deberíamos manejar”, agregó.

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