Los desórdenes registrados en el centro de Concepción han generado pérdidas importantes al comercio establecido durante las últimas semanas, además de más de un centenar de inmuebles saqueados.
Entre los puntos más conflictivos advertidos desde el inicio de la crisis social, es el crecimiento del comercio ambulante ilegal en las principales arterias penquistas.
En este marco, se puede observar a cientos de vendedores no regulados, ofreciendo una gran diversidad de productos sin procedencia conocida, desde comida preparada hasta joyas, ante la atónita mirada de locatarios que a pesar de la adversidad tratan de abrir sus negocios.
La última semana de noviembre, el municipio de Concepción anunció la entrada en funcionamiento de un grupo de inspectores municipales, quienes apoyarían las labores de fiscalización al comercio ambulante y otros requerimientos.
Al respecto, el alcalde Álvaro Ortiz comentó en aquella oportunidad que “estos inspectores municipales reforzarán las labores preventivas, fiscalizadoras y de asistencia en el centro de nuestra comuna”.
“Ustedes saben que por ley los encargados de la seguridad pública son nuestras policías y no los municipios. Lo que estamos haciendo es ver de qué forma colaboramos para que estos hechos delictuales no sigan ocurriendo en el centro de la ciudad, los que rechazamos tajantemente”, sentenció el jefe comunal.