Son jóvenes, algunos ni siquiera bordean los 18 años, pero tienen claro que quieren cambios sustanciales no sólo para formarse, sino también para tener una pensión que les permita tener una vejez digna.
Por segundo día consecutivo los estudiantes secundarios se tomaron las calles exigiendo cambios sociales y políticos en el país.
“Educación gratuita y de calidad para todos” pedía en su cartel Marco Martel, alumno de tercer año medio del Liceo Enrique Molina. “Siempre nos dan cosas a medias, necesitamos cambios sustanciales y creemos que ahora es el momento de lograrlo”, comentó.
Así como Martel fueron cientos los jóvenes que junto a diversos gremios de trabajadores marcharon una vez más por el centro de Concepción, pidiendo eliminar la desigualdad social, mejorar la salud, pensiones y justicia.
Carolina Provoste del Colegio Brasil, establecimiento que este martes amaneció tomado por los alumnos para realizar una jornada de reflexión, aseguró que “el país está enfermo, pero enfermo por la desigualdad. No puede ser que si decido estudiar Medicina tenga que tener más de $600 mil para pagar la mensualidad, o bien, lo otro es vivir endeudado”.
Si bien, el Colegio Brasil fue el único establecimiento de Concepción que amaneció tomado, se le debe sumar dos de Chiguayante: Liceo B-37 y el Hipólito Salas, la participación de los jóvenes a través de cánticos, aplausos y alegría fue masiva, logrando recorrer a lo menos dos cuadras con sólo secundarios.
“Sabemos que estamos perdiendo clases, que hay que terminar el año y poner notas, pero también sabemos que si no reclamamos ahora, a futuro estaremos recibiendo las mismas pensiones que nuestros abuelos”, dijo Juan Mora del Liceo Andalién de Concepción.
Su polola, Jasmín Peña, recalcó que la salud de los adultos mayores es tan complicada en el sistema público que, prácticamente, reciben una hora de atención cuando ya sus problemas no tienen solución. “Le pasó al abuelo de una prima, por mucho tiempo estuvo esperando que lo operaran, pero el caballero murió y nunca recibió la citación”.
Pero los estudiantes no marcharon solos, también lo hicieron a su lado los profesores, como la docente de español Marcela Canessa. “Esta es la oportunidad para que nuestro país genere un cambio importante, que nos entregue a todos un futuro más digno y nos permita envejecer con tranquilidad, sin miedo a no tener plata para comprar los remedios o para comer. Por eso entiendo la lucha que ha dado la colega de Antofagasta, exigiendo que la AFP le entregue su dinero para cubrir sus gastos”, comentó.