Prevenir y evitar el desarrollo de conductas problemáticas, tales como el consumo de tabaco, alcohol y drogas, en niños y adolescentes, es lo que busca el modelo Familias Unidas, desarrollado por la Fundación San Carlos de Maipo, en alianza con la subsecretaría de Prevención del Delito, a través del Sistema Lazos que lleva a cabo la entidad de gobierno.
El programa, que desde el año 2015 lleva a cabo la Fundación y que toma el modelo creado por la Universidad de Miami hace 20 años, y que en Chile se aplica en más de 500 familias de diferentes comunas, desde esta semana se está llevando a cabo en los colegios Alerce y El Faro del sector Pedro del Río, en Concepción.
La intervención, que durará 12 semanas en los dos colegios con altos indices de vulnerabilidad, busca para el año 2020 sumar nuevos establecimientos en el Bío Bío.
“La idea es quedarnos y avanzar hacia otros colegios, con el fin de fortalecer factores protectores dentro de las familias, principalmente en preadolescentes, antes que pasen a enseñanza media, con el fin de prevenir el riesgo de consumo problemático de drogas y alcohol, y también prevenir conductas sexuales, no a través de terapia, sino que a través de la intervención”, explicó el supervisor del programa Familias Unidas de San Carlos de Maipo, José Carreón.
Sobre cómo ha avanzado la iniciativa desde el año 2015 en el país, el gerente general de Fundación, Marcelo Sánchez, precisó que “en nuestra experiencia en los diferentes colegios, hemos visto que se produce una transformación de los padres, una mejora en las habilidades de comunicación. A través de una forma diferente de conversar, que acoge y valida al otro, donde los padres se convierten en agentes de cambio en sus familias”.
Si bien desde 2012 la subsecretaría de Prevención del Delito ha implementado la Terapia Multisistémica orientada a jóvenes que ya han presentado una conducta problemática o incluso que ya han tenido alguna detención por parte de Carabineros, desde este año, se desarrolla el Sistema Lazos, de tal manera que jóvenes con presencia de diferentes niveles de factores de riesgo (alto, medio o bajo), cuenten con una oferta programática acorde a sus necesidades.
“Nuestro desafío ahora es prevenir, llegar antes de que los niños y jóvenes menores de 18 años cometan su primer delito, evitar que una carrera delictual termine costándoles el futuro”, detalló la subsecretaria de Prevención del Delito, Katherine Martorell.