Leonardo Agurto, arquitecto y coordinador del concurso internacional dio a conocer los desafíos y oportunidades de diseño alrededor de este curso de agua.
Por Gonzalo Henríquez
En el marco del proyecto Fondart Nacional 2018, de la línea Concursos Públicos de Arquitectura del Consejo Nacional de la Cultura y las Artes, CNCA, se realizó el concurso internacional de ideas de diseño urbano y urbanismo del paisaje para el río Andalién, denominado “Concepción, Habitando el(al) Límite. El río Andalién, Restauración Ecológica y Diseño Urbano”.
Leonardo Agurto, arquitecto coordinador del concurso y actual post doctorado de la Facultad de Ingeniería Arquitectónica de la Universidad de KU Leuven, de Bélgica, conversó con Diario Concepción acerca de este concurso y sus alcances.
– ¿Desde dónde surge la idea de realizar este concurso y por qué?
– La idea surge de una investigación doctoral llevada a cabo por la arquitecta Paulina Espinosa, en la Universidad de Leuven, que busca pensar la ciudad desde las características dadas por el paisaje para conseguir balancear el crecimiento de manera resiliente. Se busca con ello balancear las fuerzas que hacen la ciudad: las formas de crecimiento, las fuerzas de la naturaleza y las necesidades de la gente, así como las tensiones que las vinculan. El concurso busca generar escenarios e imágenes de la ciudad que nos permitan visualizar otras realidades basadas en investigaciones profundas, aportando a abrir un debate informado sobre soluciones al crecimiento y ver de manera crítica qué realmente entendemos como desarrollo de la ciudad.
– ¿En qué consistió el concurso y cuáles fueron los resultados?
– Busca proponer soluciones de diseño para las problemáticas del río Andalién en todas las escalas atingentes. Una cuenca con graves problemas medioambientales derivado del monocultivo forestal, que tiene problemas con escasez de agua en la parte alta y con probabilidad de inundaciones en la zona baja afectando a la zona urbana. También, saber qué pasa con el crecimiento que invade lo que se conoce como llanura de inundación, proponiendo a cambio una urbanización más compacta de 5 pisos y con resguardo del territorio del río. Además, se trataron los problemas de abandono de la zona que va desde la cárcel hasta Las Princesas preguntando cómo se podría compensar ese abandono sacándole partido al paisaje que crea el propio Andalién y por último qué tipo de desarrollo pensamos en la zona de más alta biodiversidad en el humedal Rocuant. Los resultados fueron proyectos maravillosos de muchas partes del mundo todos aportando a visualizar un crecimiento de la ciudad, alternativo, respetuoso y sacándole partido al río Andalién como elemento natural estructurante, todo con un criterio superior al que se está ocupando hoy en día, que es meramente comercial.
– ¿Por qué es el rió Andalién el foco del concurso?
– Porque es un curso de agua muy maltratado, severamente dañado y frágil y que puede provocar muchos daños en invierno, que es cuando se incrementa el flujo de sus aguas. El río es fuente de biodiversidad, aporta en la producción de agua, balance de temperaturas, tiene un potencial de aporte a la belleza de la ciudad y está dañado, se ha cambiado forzosamente su curso, se han canalizado partes, su cuenca entera está alterada con el monocultivo forestal y lo más interesante es que la mayoría de la extensión urbana de Concepción está en la cuenca del río Andalién y no hay documentos por parte de la autoridad que indiquen que ese hecho lo estén tomando en cuenta como una determinante al momento de planificar. La gran pregunta es cómo debemos habitar ese límite, qué significa, cuáles son las posibilidades que el diseño urbano nos da, qué es lo distinto e interesante de proteger un río mientras crecemos y nos desarrollamos.
– ¿Cuál será el destino de los proyectos ganadores?
– Los proyectos sirvieron para animar una discusión muy interesante entre diferentes actores pues, el jurado estuvo compuesto por representantes de la comunidad, del mundo privado, del gobierno y de la academia tanto nacional como internacional. Una segunda función es convertirse en material de investigación. Puede ser utilizado por las comunidades interesadas tanto en estudio de estos conflictos urbanos, como por quienes luchan por el río. También se está trabajando en publicaciones científicas derivadas del concurso. Por otro lado, la difusión de toda esta información se continuará haciendo en su condición de información pública, obtenida con fondos públicos. Y soñando un poco, una tercera función es que la autoridad tome conciencia de lo que está ocurriendo y sobre una base de imágenes e investigación pueda hacer eco y vea que hay posibilidades de transformación de la ciudad en la que se beneficia la gente, el medio ambiente y los privados.
Los proyectos ganadores se pueden revisar en detalle en www.ideasandalien.com