Se trata de listas de espera quirúrgicas no ingresadas, desde el 2010 a la fecha, que superaría los 150 mil pacientes; y un contrato de la esposa del director del recinto que no se ajustaría a derecho. Director del recinto negó todo.
Gonzalo Henríquez
En estado de alerta y en “repliegue estratégico” continúa la Fenats tras la suspensión del paro en el Hospital Regional, esperando un eventual paro nacional con mayor fuerza. El intendente Sergio Giacaman no mediará en el conflicto y no ha recibido ninguna solicitud de audiencia de parte del gremio, y ahora se presentaron dos nuevas denuncias en Contraloría: una por omitir de los registros a cerca de 150 mil pacientes para intervenciones quirúrgicas, desde el 2010 a la fecha, y otra por el contrato de la esposa del director del Hospital, Carlos Capurro, que no se ajustaría a derecho y quien niega todas estas acusaciones.
Vamos por parte. Respecto a la huelga de hambre, hoy se cumplen 24 días de iniciada y no se vislumbra una salida en el corto plazo, ya que el diálogo está cortado entre las partes. El intendente dijo que el director del hospital y el del Servicio de Salud Concepción (SSC), Carlos Grant, son quienes deben resolver en esta materia y quienes, ha su juicio, “han obrado bien”.
En relación a la denuncia realizada en Contraloría por la enfermera a honorarios, Carla Gajardo, por omitir de los registros de ingresos a cirugías a 150 mil pacientes, desde el 2010 a la fecha, y quien fuera desvinculada en abril del 2018 por una mala evaluación de su gestión, Capurro dijo que nada tiene que ver su denuncia con su despido.
Sin embargo, Gajardo, quien trabajaba en la unidad de listas de espera del hospital desde el 2015, reafirmó esta declaración. “Son 150 mil usuarios desde 2010 a la fecha que no están en los registros. De esa nómina, 52 mil aún se encuentran en espera quirúrgica y, de esa cifra, seguramente deben existir pacientes fallecidos, al menos el 10%. Por realizar esta denuncia a mis superiores, 10 días después de hacerlo se me desvincula”. Ahora está a la espera de lo que indique la Contraloría, denuncia que no hizo antes porque “en mayo de este año el director del SSC me aseguró mi reincorporación, cosa que no ha ocurrido”.
Capurro también desconoce esto y lo atribuye a una mala interpretación de los datos. “Esto lo revisamos a a principios del 2018 y ya aclaramos la situación. Los datos es que el hospital nunca ha tenido más de 9 mil 500 pacientes en espera quirúrgica desde el 2016 a la fecha. Antes de esa fecha está todo resuelto, por lo tanto, yo descarto esa información. Quizás ella se refiere a una multiplicidad de otras atenciones, pero no quirúrgicas, pero será la contraloría la que se pronuncie”, agregando que “ella debe tener mucho cuidado con lo que denuncia, pues puede estar vulnerando los derechos de los pacientes, pero quiero dejar muy claro que la desvinculación de Carla fue por estar mal evaluada”.
Según Evelyn Betancur, presidenta de la Fenats Regional, la política de Capurro ha sido desvincular al personal ante las denuncias y no investigar la gravedad de ellas, y también apuntó a que deberá ser la Contraloría la que dictamine la veracidad o no en esta materia.
En el caso de la esposa de Capurro, Claudia Muñoz, quien trabaja en el Hospital hace más de 15 años, la denuncia de la Fenats apunta a que ella habría renunciado a su planta funcionaria, para luego pasar a contrata con el fin de aumentar su grado, es decir, subir su sueldo.
Capurro dijo al respecto que “hay una intencionalidad de la Fenats de levantar este tema, igual que el de Carla, para enlodar la imagen de quien les habla y de mi señora, pues “cuando yo postulo a este cargo por Alta Dirección Pública, mi señora ya estaba trabajando en el hospital hace mucho tiempo. De hecho, yo soy quien planteo esto a los abogados y a todos quienes tienen injerencia en esta materia y todo se ajusta a derecho, pues yo no soy su superior jerárquico. Ella depende de la subdirección de gestión de calidad del hospital y su jefe directo es el doctor Luis Gatica”.
Sin embargo, Betancur entrega otros datos. “El año 2018 fue Carlos Capurro quien firma su nuevo contrato. Ella era de planta, pero renuncio a su cargo el 2017 para acceder a una mejora de su grados y pasar a contrata; ese contrato lo firmó Capurro, su esposo, lo que es, en sí mismo, una ilegalidad”.
Agregó que “si levantamos estos casos ahora, no es para enlodar la imagen de nadie, sino porque nadie ha atendido estas irregularidades, que estaban en conocimiento de todos, pero nadie hace nada, por lo tanto, esperemos a ver qué dice la Contraloría”.