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Inclusión de migrantes en el sistema escolar: más de 1.500 niños estudian en la Región del Bío Bío

Patricia Escobar, de Fundación Integra, y Juan Carlos Campos, de escuela Israel, cuentan cómo han abordado la inclusión de extranjeros en sus aulas y las políticas que han llevado a cabo para con los haitianos, debido a la barrera idiomática.

Por: Mauro Álvarez 07 de Julio 2019
Fotografía: Fundación Integra

Garantizar el derecho a una educación de calidad a todos los estudiantes en igualdad de condiciones, con atención especial a aquellos que pueden presentar algún grado de exclusión o marginación, hoy ya es un imperativo en las escuelas chilenas, esto, debido a la gran cantidad de niños extranjeros insertos en los establecimientos educacionales del país.

Si bien, ha sido una tarea que se ha debido aprender con la práctica, puesto que la ola migratoria se hizo fuerte en la Región durante los últimos dos años, en las escuelas y jardines inclusivos que tienen presencia extranjera en sus aulas ha hecho que mejore la convivencia escolar, formando a niños más íntegros y respetuosos con los otros.

Más aún cuando se les inculca desde pequeños que todos somos iguales y merecemos las mismas oportunidades, lo que genera un gran desafió para los docentes, quienes han debido crear métodos para que estos niños reciban la misma educación de calidad que un niño chileno, sobre todo, considerando que ellos, junto a sus familias, han venido a Chile cargados de esperanza, tras vivir, en muchos casos, hechos de violencia y precariedad en sus países de origen, donde la barrera idiomática también es un factor a considerar.

El camino de la inclusión

En el caso de la primera infancia, jardines Integra ha desarrollado una política inclusiva, implementando, a través de maneras novedosas y positivas, estrategias de apoyo, tanto para los menores como para que sus padres trabajen tranquilos.

La Fundación, actualmente, atiende a 604 niños migrantes de diferentes nacionalidades, pero principalmente venezolanos, haitianos y colombianos, los cuales, en mucho de los casos, no cuentan con redes de apoyo.

“En Integra nos focalizamos en los aspectos culturales y sociales de ellos, porque de eso se trata la inclusión, de insertar sus costumbres a nuestra realidad y entendiendo que muchos de ellos no tienen redes de apoyo, implementamos la jornada extendida, con horarios más largos, para que ellos puedan trabajar tranquilos, algo que agradecen, ya que tienen un apoyo y contención de lunes a viernes”, comentó la directora de la Fundación, Patricia Escobar.

Distinto es el trabajo que desde Integra han debido desarrollar con las familias haitianas, “con ellos, hicimos un trabajo exhaustivo, debido a la barrera idiomática existente, explicándoles en su idioma, a través de una profesional de la Fundación, las políticas públicas en Primera Infancia, sobre cuáles son los procesos en torno a la vulneración de derechos, porque desde su cultura, en muchos casos puede que no lo sean, como por ejemplo: que tienen que retirarlos a tiempo o si su hijo no viene con las condiciones de higiene adecuadas, es vulneración, entre otros. Trabajos que hacemos, a través de una mesa de diálogo, con ellos y las demás familias que integran la red”.

Pero, ¿qué pasa en el sistema municipal de educación?, “tenemos cerca de mil alumnos extranjeros, concentrados principalmente en el Colegio Israel, que pese a la violencia simbólica que existe en Chile, en cuanto al recibimiento de personas extranjeras, la Ley de Inclusión ha ayudado mucho al trabajo que realiza esta escuela, porque es un concepto que se tiene muy arraigado, más aún con el trabajo que el establecimiento ha realizado en los últimos años”, aseveró la coordinadora técnico pedagógica de la Dirección de Administración de Educación Municipal de Concepción, Daem, Ana Moscoso.

Son cerca de 115 alumnos los que estudian en el establecimiento, donde al igual que jardines Integra, realizan un trabajo con las familias, otorgándoles espacios de conversación para que el resto de los apoderados, sepan el costo que para ellos tuvo llegar a Chile, sensibilizando a la población estudiantil y padres en general.

“El fenómeno migratorio que nuestro país está viviendo, nos llevó a ponernos a tono, tenemos cerca de un 60% de alumnos extranjeros en el establecimiento, en su mayoría venezolanos, seguidos por peruanos, colombianos, argentinos, haitianos y de otras nacionalidades, lo que ha sido un fenómeno bastante gratificante, porque han sumado de manera positiva a la convivencia escolar”, contó el director del establecimiento, Juan Carlos Campos.

Sobre cómo es el trabajo con estos niños dentro del establecimiento, el director Campos explicó que “nuestra preocupación por incluirlos, va desde recibirlos en la puerta el primer día de clases, hasta despedirlos todos los días y cuando vemos que uno de ellos ha sido vulnerado en sus derechos humanos, hemos, incluso, llegado a poner recursos de protección para protegerlos”.

La migración ha sido tan positiva en escuela Israel que desde hace un año y medio agregaron la multiculturalidad a sus sellos, “tenemos varias actividades durante el año, actualmente, estamos trabajando en un proyecto para que el día de la Raza, se transforme en actividades durante una semana, para que a través de actividades artísticas los alumnos presenten bailes referentes a sus países”, comentó el director Campos.

Si bien, al igual que Integra, la barrera idiomática para con los haitianos también fue un problema en un principio, “hemos hecho un trabajo muy exhaustivo, los profesores se las ingeniaron para hacer que se sientan cómodos, algo que lo padres agradecen, ya que, en definitiva, es lo que nosotros buscamos como institución de educación, hacer que toda la comunidad educativa se sienta segura e incluida, la discriminación no cabe aquí”, aseguró el director de la escuela Israel.

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