Fármacos como los corticoides, usados para tratar distintos tipos de patologías, generan fotosensibilidad como parte de sus efectos secundarios.
El verano es una época para disfrutar y descansar. Sin embargo, pacientes que deben consumir corticoides pueden lidiar con molestias que se pueden evitar, entre ellas la fotosensibilidad, donde la piel sufre una reacción desmedida a la exposición a las radiaciones ultravioletas o a dosis que normalmente resultan ser inocuas para otros.
“Esto se puede ver especialmente en el caso de componentes como la hidrocortisona y la desoximetasona“, informó la químico farmacéutico de Farmacias Ahumada, Paula Molina.
“Como resultado de esta reacción adversa, se pueden generar problemas como la urticaria o fotoalergia“, explicó Molina. Si bien, y en general, estas lesiones cutáneas desaparecen rápidamente tras dejar de consumir los corticoides, existen casos en que su persistencia puede durar meses.
Para evitar esto, no sólo se puede optar por el uso de bloqueadores solares de alta graduación y gorros, sombrillas o hasta vestimenta con protección UV, sino que también pueden generarse pequeños cambios al momento de consumir o aplicar los corticoides. “Por ejemplo, en el caso de que se deba tomar o usar corticoides sólo una vez al día, la mejor idea es hacerlo durante la noche. De ese modo, la fotosensibilidad del cuerpo ha disminuido cuando sale el sol“, recomendó la especialista.
Además, Molina añadió que “muchas personas no consideran las recomendaciones de medicamentos para ser conservados en lugares ´frescos y secos´, como se indican en los envases. No obstante, esto tiene una razón de ser”. A su vez, la químico farmacéutico enfatizó que “el calor y el sol generan una baja en la eficacia del compuesto químico del medicamento. Es decir, afecta sus cualidades de manera negativa. Por tanto, recomienda mantenerlos bien cuidados, para que cada tratamiento sea lo más eficaz posible”, sentenció.
Ante cualquier duda o molestia, la profesional aconsejó consultar a un médicos del área.