El penal debió ser reconstruido tras los daños sufridos por el terremoto de 2010. Se estudia la inclusión de las mujeres en uno de los módulos del recinto.
Con nuevos estándares de seguridad y de mejoras en la calidad de vida de los internos, ayer se realizó la entrega simbólica de las llaves de la cárcel El Manzano de parte del seremi de Obras Públicas, Daniel Escobar, a su par de Justicia, Sergio Vallejos, con lo que finalizó el proceso de remodelación del Complejo Penitenciario Concepción, obra que tuvo una inversión de más de 26 mil millones de pesos y que significó una importante mejora en materia de infraestructura del penal.
Tras esa firma, el seremi de Justicia y Derechos Humanos hizo entrega oficial del recinto penitenciario al Director Regional (s) de Gendarmería de Chile, Coronel Luis López, para su explotación e implementación, la que según los plazos tardaría un año, por lo que se concretaría en diciembre de 2019. Es decir, en ese plazo Gendarmería debe implementar el recinto y luego trasladar de regreso a los internos que fueron derivados a otras unidades penales.
El proyecto consideró obras en el muro perimetral y la construcción de garitas; sistema de electricidad y sanitario; la construcción de módulos de reclusión con dormitorios que tendrán como máximo cuatro personas.
La obra tuvo un costo de $26.697.786.179, lo que significó un aumento de plazas de 544, es decir, de mil 64 a mil 608 internos.
“Esta obra es muy importante, porque trabaja sobre los muros perimetrales, con casetas de seguridad más altas, se trabajaron sobre los cierres de ronda, pero al mismo tiempo, se reemplazan módulos de 80 internos por celdas de 4 con sus propias unidades sanitarias y se crea una escuela nueva de 1.700 metros cuadrados y se amplía la capacidad de la cárcel”, destacó el seremi Escobar.
Por su parte, el Seremi Vallejos destacó que el aumento en la capacidad de internos a mil 608 “va a permitir hacer frente a la sobrepoblación de algunos recintos penales de la Región y, lo más importante, dotará a Gendarmería de Chile de un recinto de alto estándar, lo que beneficiará tanto a los internos, como a quienes realizan su función al interior del recinto”.
Agregó que “a partir de ahora empezamos con todo el proceso logístico de habilitación del penal, lo que implica habilitar los sistemas cerrados de televisión; las líneas telefónicas; puntos de red para sistema interno; implementación para usuarios; cocina, entre otros”.
En cuanto al traslado de internos se trabajará a partir de un proceso de seguridad a cargo de Gendarmería de Chile.
“Se va a notificar primero a la población penal que era de este establecimiento. Reubicamos mil 600 internos, por lo que ahora nuestras plazas serán todas para condenados, para hacer una cárcel de intervención”.
Dentro del año que tienen para implementar la cárcel, se planea que uno de los módulos del recinto sea para habilitar la sección femenina, la que no fue intervenida en este proyecto”.
“Ellas tienen la posibilidad de estar con sus hijos hasta los dos años, por lo que hay que habilitar el espacio para esa población”.
Agregó que se debe habilitar una sección juvenil, pero aún está en estudio para decidir en qué penal se construirá.
El defensor regional, Osvaldo Pizarro, destacó las condiciones que hoy recibirán a los internos.
“Esto dignifica la privación de libertad de una personal, considerando que antes en un módulo habitaban 80 personas de manera colectiva y compartían espacios comunes. Hoy tendrán celdas de cuatro personas, lo que nos parece un tremendo avance desde la lógica de la seguridad y dignidad para los internos”.