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Vacunas: importancia, miedos y “fake news” sobre su efectividad

Un falso artículo sigue siendo la bandera de lucha de muchos padres que se niegan a vacunar a sus hijos, pese a eliminación de enfermedades gracias al uso de ellas.

Por: Mauro Álvarez 18 de Noviembre 2018
Fotografía: Referencial

El año 2012, en la Región del Bío Bío se dio a conocer el caso de Desiree Becerra, joven madre de una niña de cinco meses, quien se negaba a vacunar a su hija, alegando que de hacerlo atentaba contra la salud de la menor.

Esta situación,  tan mediática en aquel entonces , llevó a  que el Servicio de Salud de Talcahuano interpusiera una denuncia a favor de la infante, aludiendo que esta medida sanitaria previene enfermedades epidemiológicas, secuelas y muertes en la población. Demanda que finalmente ganó tras resolución de la Corte Suprema, quién confirmó que la menor debía ser inoculada.

¿Pero qué llevó a Desiree a tomar la decisión de no vacunar a su hija?, según indicó la fundadora del movimiento “Libertad de Vacunación para un Chile Democrático”, que a la fecha cuenta con 11.452 seguidores en Facebook,  busca ir en contra de una imposición de una cosmovisión de la medicina tradicional y dejar en ellos la libertad de decidir sobre la salud de sus hijos.

“Cuando me embaracé recabé información acerca de las vacunas por Internet y llegué a la conclusión que estas no eran buenas para la salud y traté de buscar una forma legal de evitarlas. Esto llevó a que solicitara a través de la Ley de Transparencia, todos los antecedentes de inocuidad de las vacunas, sin obtener respuesta, dejando sin efecto lo estipulado por la Corte Suprema, por lo que mi hija sigue sin ser inoculada y viviendo como una niña normal”, señaló.

El nacimiento del movimiento anti vacunas

Esto nació tras un artículo tendencioso del médico británico Andrew Wakerfield, el año 1998, quien luego de examinar a 12 niños autistas indicó que hay un vínculo entre la enfermedad y el uso de las vacunas. Información que luego de una investigación del periodista británico, Brian Deer, se dio a conocer que era un “Fake News”, que aún se cree cierto, por la fuerte influencia de Facebook en la población mundial.

“Este fenómeno de noticias falsas, se ha vuelto tan poderoso que ya no es posible desmentirlas, pese a la información concreta que desestima el estudio de  Wakerfiel, esto porque Internet ha creado una situación donde cualquiera puede conectarse y sentirse representado, sin darse el tiempo de ver más allá y analizar los peligros que conlleva creer este tipo de informaciones sin sustento médico”, precisó Deer.

Afirmación que es apoyada por el seremi de Salud de la Región del Bío Bío, Erick Jiménez quien argumentó, “las vacunas implican una de las medidas sanitarias que mayor beneficio ha producido y sigue produciendo a la humanidad, erradicando enfermedades a nivel mundial como la viruela, y en vías de eliminación, como la poliomielitis, sarampión, difteria y tétanos”.

En Chile,  las tasas de mortalidad por poliomielitis entre 1950 y 2011, se redujo de cerca de 2  casos por cada 100 mil habitantes a 0 casos; en tanto la mortalidad por sarampión disminuyó de cerca de 40 casos por cada 100 mil habitantes a 0 casos, esto ya que, “las vacunas son eficaces y seguras y cuentan con altos estándares en sus procesos de fabricación, por lo que no son peligrosas”, precisó la autoridad sanitaria.

Componente Timerosal

Si bien el Timerosal corresponde a un compuesto preservante que contiene etil-mercurio (NO metil-mercurio) y que se utiliza desde 1930, para la fabricación de algunas vacunas, esto porque impiden  la proliferación de bacterias y hongos durante el almacenamiento o el uso de multidosis abiertas de ciertas inoculaciones, así como para mantener la esterilidad en la cadena de producción, esto no afecta a la población infantil y adulta.

“Tras examinar la información epidemiológica y el perfil farmacocinético del timerosal, el Comité Consultivo Mundial sobre Seguridad de las Vacunas concluyó que no hay evidencia de toxicidad por Timerosal en lactantes, niños o adultos que reciben vacunas, así como también determinó que no existen razones para modificar por motivos de seguridad las prácticas actuales de vacunación”, acotó Jiménez.

Las que en Chile,  se aplican de manera gratuita, en el contexto del Programa Nacional de Inmunizaciones, cuyo calendario anual considera la inoculaciones para menores entre 0 y 12 años, “pese a la bandera de lucha de muchos padres que persisten en la idea que su uso es dañino para salud”, detalló el seremi de Salud.

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