La experiencia fue presentada en seminario internacional sobre el tema desarrollado en la Unab, donde se advirtió de un deterioro en determinados inmuebles lotinos.
Por: Daniela Macchiavello
El paso del tiempo, el terremoto y la cercanía del mar han causado impacto en varios edificios lotinos y, en particular, en la estructura ubicada en la esquina de las calles Serrano con Aníbal Pinto y que hoy habitan alrededor de 100 personas. Si bien el Estado ha ofrecido financiamiento para la recuperación de este inmueble y trabajado con los vecinos, llegar a la determinación de cuál es la mejor solución es algo que todavía está pendiente.
Con este fin y asumiendo que este deterioro en la edificación no es único, sino que se repite en distintos puntos de la comuna, es que un grupo de estudiantes de Ingeniería Civil, liderado por el académico y director de carrera, Manuel Chávez, ha iniciado un trabajo de diagnóstico y análisis en este y otros inmuebles, como el antiguo teatro minero de calle Galvarino, para determinar el daño y poder ofrecer ayuda a la comunidad afectada, no sólo como una forma de vincular a la carrera y a la institución con el medio, sino también como aprendizaje para los estudiantes.
“El proyecto se inició hace seis meses es este edificio que presenta sus armaduras principales con bastante corrosión y pérdida de la sección transversal del hormigón”, cuenta el académico responsable. “Estamos en etapa de evaluación patológica y durante este segundo semestre evaluaremos el diseño y la solución, para ver si resiste o no o si cumple con los parámetros, por ejemplo, para resistir otro terremoto”, detalló.
Si bien en la etapa inicial el trabajo se ha centrado en este inmueble, la propuesta de la carrera es seguir inspeccionando estructuras, en esa y otras comunas para poder aportar en la prevención de un mayor deterioro que pueda implicar riesgo para la población.
“Nuestra idea como institución es terminar este proyecto en Lota, tenerlo muy bien armado y ya comenzar a transitar por distintas comunas, justamente, evaluando las estructuras, visitar Talcahuano que también es una comuna costera que tiene estructuras bastante antiguas y que podrían estar afectadas por corrosión”, dijo Chávez.
Esta experiencia fue dada a conocer recientemente en el marco del Seminario Internacional sobre Corrosión organizado por la Facultad de Ingeniería e la Universidad Andrés Bello, en que se abordó el efecto de la corrosión y los daños estructurales, que hicieron, por ejemplo, que el puente Morandi de Génova se derrumbara cumplidos los 55 años de funcionamiento, que el Alto Río se derrumbara en su primer año de vida o que las ruinas del Teatro del Liceo Enríque Molina continúen erguidas tras décadas de exposición.
Rosa Vera experta en corrosión de la pontificia Universidad Católica, participante de este encuentro explicó también lo observable en los edificios lotinos. “Desde el punto de vista de corrosión, si el acero se corroe, tiene un producto de corrosión que es voluminoso y que va a haciendo tensión hacia el exterior, y rompe la masa de hormigón hacia el exterior y la fisura, y el acero queda al aire y puede perder el espesor nominal que tenía y se puede romper”, detalló la especialista.