Ciudad

Vivir en una residencia para Adultos Mayores: ¿Cuándo es una opción?

Cada día es más común ver a personas de la tercera o cuarta edad que prefieren institucionalizarse para no ser un problema para sus hijos. Profesionales explican que siempre son decisiones complejas para las familias, pero que no siempre el dejarlos en casa es la mejor opción.

Por: Mauro Álvarez 19 de Agosto 2018
Fotografía: Agencia UNO

Cuando se informó de la tragedia del Hogar Santa Marta de Chiguayante, no fueron pocos los que en redes sociales culparon a las familias por “no hacerse cargo de sus ancianos”. Una acusación, por lo demás, injusta, no solo en el contexto de una residencia que implica un alto gasto económico para las familias, sino también por el costo emocional que implica tomar esa decisión.

Lo cierto es que, en un país como el nuestro, que envejece rápidamente, y en una sociedad con familias que tienden a disgregarse mucho más que en generaciones pasadas, se da cada vez con más frecuencia, que muchos adultos mayores y su círculo familiar se ven enfrentados a a la difícil encrucijdada de optar por un hogar de reposo para pasar sus últimos días.

Dentro de los factores específicos que llevan a una decisión que puede ser catalogada de “egoísta”, muchas veces está la pérdida de la independencia física y mental, lo que constituye un gran dificultad para el cuidador, ya que necesitan atención de forma continua por parte del hijo adulto, quien en muchos de los casos debe trabajar y no cuenta con una red de apoyo para hacerse cargo. Es el caso de la familia de la señora Filomena Sepúlveda, sobreviviente del incendio ocurrido en la madrugada del martes en el Hogar Santa Marta de Chiguayante.

“Los hijos trabajan y no podían hacerse cargo de ella, hicimos una búsqueda de muchos hogares, ya que a esto se sumó que ella no quería depender del cuidado de ninguno de ellos, debido a que no quería ser una carga, al darse cuenta que su mente cada vez estaba más ida. Partimos viendo desde el más barato hasta el más caro de Concepción, con el fin de dar con el lugar que reuniera las condiciones propicias para su desarrollo, fue así como llegamos a Santa Marta, a ella le gustó el lugar por la cantidad de áreas verdes que rodeaban el inmueble”, explicó su nuera Maite Rodríguez.

En bienestar del adulto mayor

Para la psicóloga de la Universidad Andrés Bello, Ximena Fernández, si bien la institucionalización del anciano afecta al núcleo familiar y genera sentimientos encontrados, se puede paliar con una decisión responsable en pos de su propio bienestar, ya que cuando se ven comprometidas las capacidades cognitivas o se manifiestan distintos tipos de demencia senil, puede que esto lleve a situaciones límite para la persona que los cuida y situaciones de desesperación para el adulto mayor.

“Hay varios estudios que validan la carga del cuidador, dada su función en el cuidado del anciano puede sufrir alteraciones que derivan en depresión o alguna alteración mental dado la carga. A medida que aumenta la edad del que cuida, esto es aún mayor, ya que, en Chile, cada vez hay mucho adulto al cuidado de otros de la tercera edad”.

En cuanto a las necesidades de este grupo, la académico de Enfermería de la Universidad Central, Carolina Núñez, comentó que en los establecimientos de larga estadía, hay algunos protocolos que deben aplicarse , “estos dependerán del grado de dependencia del adulto mayor. Claramente, entre ellos, una enfermera, técnicos en el área y asistentes, que pueden ser cuidadoras, para hacerse cargo de sus necesidades, con las habilidades correspondientes para atenderlos de la mejor manera”.

En cuanto a la decisión familiar de optar por un hogar para las personas de la tercera edad, cuando estos ya no pueden cuidarse solos, la profesional argumentó que “la idea es que las personas que se institucionalicen sean quienes tienen algún grado de dependencia, ya que si la persona mayor no puede mantenerse en su ambiente porque ya no tiene la capacidad cognitiva, lo óptimo es una residencia”.

No obstante, Núñez es enfática en aclarar que independiente de que haya presencia de algún grado de deterioro mental, en alguno de los casos cambiarlos drásticamente a un hogar puede afectarlos, “por lo tanto, en la medida que estos puedan mantenerse en su ambiente independiente del grado de alteración que presenten sería lo más ideal y muy beneficioso a la vez, ya que el estar con sus seres queridos tienen mayor estímulo, aunque esto genere una sobrecarga para el que lo cuida”, finalizó.

Etiquetas