Hasta el Colegio Andrés Bello de Chiguayante llegó la Unidad de Epidemiología de la Seremi de Salud para informar a la comunidad educativa las medidas que deberán adoptar tras la confirmación de seis casos de paratiditis, más conocido como paperas, en los alumnos del establecimiento.
Se trata de un alumno de 3º básico que presentó síntomas en mayo; un alumno de 2° básico y cuatro escolares de 7° año, recientemente diagnosticados.
En la visita la autoridad de Salud remitió información al recinto educacional, programó capacitación al Centro de Padres y Apoderados en el Centro de Salud Familiar Pinares, entregó medidas de prevención a la encargada de la Dirección de Salud Municipal de Chiguayante, y mantendrá vigilancia de nuevos casos para definir la extensión del brote, mientras que el recinto derivó una circular a los apoderados explicando el alcance de la enfermedad.
Mediante un comunicado el Colegio informó que las clases “funcionan con normalidad y no ha procedido a instruir el término del semestre en la comunidad”. A su vez, detalló que en “conjunto, entre el Cesfam y el establecimiento, hemos fortalecido la información mediante la entrega de volantes y cartillas, entre el alumnado y apoderados”.
Es preciso reiterar que la papera corresponde a una enfermedad infecciosa viral e inmunoprevenible, caracterizada por la inflamación de las glándulas salivales, cuadro febril benigno y autolimitado, que se transmite principalmente por vía respiratoria, pero también por contacto directo a través de fómites.
En la Región se han registrado 459 casos, los que corresponden a una tasa de 30,9 casos por cada 100 mil habitantes.
La autoridad sanitaria reiteró el llamado de la vacunación de trivírica, contra el Sarampión, Rubéola y Parotiditis, que en coherencia con el Programa Nacional de Inmunizaciones se aplica a dos dosis en nuestro país, a las lactantes de 12 meses y un refuerzo en primer año básico.
A su vez, las personas contagiadas deben ser aisladas para evitar contacto con otras personas susceptibles, por a lo menos 7 días desde el inicio del cuadro clínico; desinfectar los artículos que puedan estar contaminadas con secreciones nasales y faríngeas, además del lavado frecuente de manos cubriese la boca al toser o estornudar.