Ciudad

Fiscalizar y gestionar: la receta para la congestión vial

Por: Ximena Valenzuela 08 de Abril 2018
Fotografía: Carolina Echagüe M.

El respeto por las pistas Solo Bus, evitar bloqueos en las intersecciones y ordenar los flujos privilegiando el transporte público son parte de las opciones. También se recomienda sacar estacionamientos del centro.

La congestión vehicular que se vive en Concepción es evidente en puntos como la autopista El Trébol, rotonda General Bonilla, avenida Los Carrera en el ingreso a los puentes y la entrada a Collao se han transformado en un clásico de las esperas vehículares que, muchas veces, generan un alto estrés entre los conductores.

“Me encanta vivir en Concepción, pero en el último tiempo trasladarse a cualquier lugar en horario punta es casi imposible. Uno termina enojado con el mundo porque avanzar se hace un calvario”, afirmó Juan Córdova, vecino de Collao que a diario va al centro penquista.

Como Córdova son cientos los afectados por la congestión provocada, a juicio de los expertos, no por la falta de vías, sino por la dependencia que las personas tienen del automóvil debido a que no existe un medio de transporte que satisfaga las necesidades y que invite a dejar el vehículo en casa.

El aumento vehicular se hace evidente al considerar las cifras del INE que indican que la provincia de Concepción tiene 256 mil 146 vehículos motorizados, cifra muy distante a la que había en 2002 que sumaba 197 mil 293 unidades.

De hecho, Sergio Marín, director de Tránsito del municipio penquista, reconoció como los puntos de mayor congestión la rotonda Bonilla, que actualmente tiene 68% de avance en su soterramiento y que se espera esté entregada al uso en agosto que, a su juicio, no admitía soluciones de gestión, sino que derechamente requería de infraestructura.

Collao con Juan Bosco también es un sector complejo y en una medida, aunque menor, la autopista en Paicaví, la entrada a Concepción desde Talcahuano – Hualpén. Hay otros puntos como Los Carrera, en la conectividad de San Pedro de la Paz marcan la pauta tanto a la salida como entrada a Concepción, principalmente, en las mañanas porque nuestra comuna es centro de servicios”.

Aseguró que en algún momento, en Paicaví con Los Carrera se va tener que pensar en una solución distinta. “Uno parte con un cruce simple, después viene la señalización de prioridad, pasa a semaforización, luego a aumentar la boca de alimentación al cruce y después cuando no da abasto pasa a rotonda y si eso no resulta viene una solución a desnivel, tal como se está pensando para Collao”.

Eso sí, destacó que no siempre la solución está dada por la infraestructura porque siempre el crecimiento del parque será mayor a esta “por eso aparece la gestión con corrimiento de horarios, mejorar la fiscalización porque un vehículo mal estacionado genera un taco y, en algunos casos, se requiere hacer desvíos en horario punta”.

Los porqués

Juan Carrasco, doctor en planificación e ingeniería de transporte, expresó que la congestión es un problema difícil de resolver porque implica una serie de factores como: aumento del parque automotor, actividades más lejos de los hogares y una serie de puntos de conflicto en que la interacción de modos de transporte de distinto tipo la aumenta.

Explicó que, si bien el parque automotriz se duplicó en los últimos 10 años, la participación del transporte público en los viajes de Concepción es casi una constante si se compara con 1999, pero hubo un cambio en la reducción de la caminata porque las viviendas se encuentran cada vez están más lejos de los centros que concentran las actividades, tal como sucede en El Trébol donde hay un mall, universidades, colegios, supermercados y en sus cercanías el aeropuerto. “En ese sentido, la compra barrial, que evita los desplazamientos para surtirse de cosas básicas es clave”, dijo.

La localización de viviendas, según oferta inmobiliaria, cada vez está más alejada, lo que según Carrasco se refleja hacia San Pedro, Coronel y Cabrero, situación que hace a las personas dependientes del automóvil. “Si nosotros queremos terminar con eso debemos mejorar el transporte público, asegurar frecuencias y recorridos, pero sobre todo pensar en una integración mayor con el Biotrén, que fue clave durante el paro de Coronel – Lota, logrando absorber de 18 mil a 35 mil pasajeros”.

Además, manifestó que se debe impulsar de manera seria la caminata o el uso de la bicicleta como modo de transporte, sobre todo, en una ciudad universitaria.

Medidas inmediatas

Carrasco, quien además es investigador del Centro de Desarrollo Urbano Sustentable, Cedeus, aseveró que para que el transporte público mejore se requiere una mayor fiscalización en vías exclusivas Solo Bus para que tengan buena velocidad de desplazamiento, porque, a su juicio, son invadidas por  taxis o vehículos particulares.

Los estacionamientos, ubicados en pleno centro penquista, también son un factor que contribuye a la congestión, pues quitan mucha infraestructura  por lo que deberían reducirse. “Lo otro que genera congestión son las detenciones en segunda fila, el penquista parece que tiene internalizado que usando las luces de alerta puede detenerse en cualquier lugar, eso, sobre todo, se ve en los colegios”.

Carrasco dijo que la fiscalización de las intersecciones, evitando los bloqueos, aumenta su capacidad, pues con un buen manejo de éstas no existe una alta congestión.

En cuanto a calles como Maipú y Freire, que no cuentan con espacios para crecer, se debe, según el docente de la UdeC, separar el flujo de buses y automóviles, ordenándolos y privilegiando el bus por sobre los privados.

De hecho, destacó la prohibición de viraje a la izquierda que se realizó en Edmundo Larenas con Chacabuco, privilegiando al peatón, considerando que está la UdeC en el lugar y, la creación de la ciclovía de Roosevelt.  “Alegan los automovilistas porque les quitaron espacio, pero a mí me parece bien, es un ejemplo positivo, se debe privilegiar las bicicletas como modo de transporte.  Se acomodaron los flujos, los automóviles tendrán que dar una vuelta más larga, pero está bien, tienen que pagar el costo de andar en automóvil”.

Soluciones puntuales

Buscando descongestionar calle Vilumilla, que aumentó su flujo luego del cambio de sentido de tránsito en Maipú, producto que los vehículos que se desplazan desde Collao al centro deben doblar en esa calle, cinco líneas cambiarán su recorrido.

La seremi de Transportes  determinó que las líneas: Las Golondrinas, Mini Verde, Minibuses Hualpencillo, Buses Cóndor y Puchacay, cambiarán su trazado y desde mediados de este mes circularán por Lientur que sólo concentra el 30% de la locomoción colectiva, en comparación a Vilumina que cuenta el 70%.

Marín detalló que el caso de Vilumilla busca precisamente potenciar a la bicicleta como medio de transporte. “Está siendo monitoreado hasta mediados de junio y ahí vamos a definir si requieren otros cambios, por ejemplo, en la semaforización, pero hay que hacerlo con flujos estables no sólo pensando en un momento puntual”, comentó.

Soterramiento

Para la ingeniero civil, especialista en Transportes, Solange Loyer, la congestión de Los Carrera y en Víctor Lamas a la altura de Prat para ingresar a los puentes se genera por una falla de conectividad con la red que está al otro lado de la línea férrea.

“El problema es que para acceder a los puentes o a la costanera desde Concepción tiene sólo dos vías, lo que crea cuellos de botella que se traducen en la congestión de Los Carrera a esa altura, en Serrano y calles aledañas al supermercado Unimarc para la gente que va hacia San Pedro. La solución pasa por mejorar la conectividad de la red con la costanera, lo que puede ser con más vías que lleguen a ella (costanera) y mejorando el acceso a los puentes”.

Crear más cruces de línea férrea, ya sea a nivel o desnivel, o directamente soterrarla son las dos alternativas, que según Loyer, mejorarían la conectividad de la red. Destacó que el soterramiento de la vía férrea tiene múltiples ventajas desde el punto de vista urbano, no sólo mejorar la conectividad. “La línea férrea corta la ciudad impidiendo el crecimiento homogéneo a ambos lados, luego del punto de vista urbano y de movilidad soterrarla tiene muchas ventajas. Ahora desde el punto de vista técnico hay que estudiarlo por un tema de costos”.

Recalcó, al igual que Carrasco, que el Biotrén podría ser una buena medida de acercamiento en la medida que aumente su número de estaciones y se mejore la integración o conexión con los otros modos de transporte público.

Collao y San Pedro 

Como totalmente superada calificó Loyer, docente de la Universidad Católica de la Santísima Concepción, la intersección de Plaza Acevedo con el ingreso a Collao, solución que pasa por un cruce a desnivel o reasignar el flujo por otras rutas, aunque sería más difícil.

De hecho, Collao no sólo concentra un alto número de viviendas, sino que equipamiento como el Estadio, Gimnasio Municipal y el Terminal de Buses que, en días feriados o de eventos demanda gran capacidad de parte de las vías, lo que haría imprescindible la construcción del par vial Collao Novoa para conectar correctamente hasta la Universidad del Bío Bío.

En el caso de San Pedro de la Paz, la especialista en transportes, manifestó que la ruta 160 está superada en su capacidad por lo que se requiere de vías alternativas. “Los proyectos que se están trabajando en este momento son la costanera mar y la Pie de Monte, y lograrán disminuir el actual flujo por la ruta 160, dependiendo del uso que se les dé y cómo se conecten a la red”.

Comentó que la existencia de un corredor de transporte público en ese tramo es necesario y coherente con las políticas de transporte de los últimos años.

A largo plazo

El docente de la Universidad de Concepción indicó que a largo plazo se debe trabajar por sacar a los camiones de las vías urbanas, pues a su juicio, el uso de las vías por diferentes modos de transporte es lo que complica los desplazamientos, ejemplo de ello es El Trébol y avenida Pedro Aguirre Cerda donde buses, automóviles y camiones transitan al mismo tiempo.

“Los camiones deberían circular por las afueras de la ciudad, por el puente Industrial, que fue la pelea que dimos en 2010 cuando dijimos que no se debía construir primero el Bicentenario, sino el Industrial”.

En cuanto a la congestión al ingreso a los puentes, que viene desde San Pedro,  aseguró que se debe cambiar la costanera a una vía urbana, repensando la velocidad de desplazamiento de la costanera norte, pues tiene un máximo de 70 kilómetros por hora, que sumado al tránsito de camiones, a que la ciudad está creciendo hacia allá y a que vendrá el soterramiento, invita a sacar los camiones del sector.

Otro cambio, que se debería implementar a largo plazo por el alto costo que implicaría es contar con una mejor semaforización, con un sistema que se adapte a las condiciones de la vía y no que tenga programaciones tan fijas, lo que evitaría conflictos como los que se generan al ingreso a Collao.

Carrasco manifestó que “nunca vas a solucionar la congestión, lo que puedes hacer es generar condiciones mínimas de velocidad, que den calidad de vida. En las mejores ciudades del mundo hay congestión, el tema es que haces con el espacio para privilegiar la movilidad de las personas.

Recalcó que no es aconsejable  implementar una restricción vehicular, tanto porque por ley sólo se puede implementar en caso de contaminación, como porque, según la experiencia internacional, impulsa la compra de otro vehículo, generando así más problemas.

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