El seremi de Medio Ambiente, Richard Vargas, dio a conocer ayer las lineas de trabajo y acciones realizadas para proteger cuatro especies en las regiones de Bío Bío y Arica y Parinacota: el Queule, el Zorro de Darwin y el Huemul en la primera, y el picaflor de Arica en el extremo norte del país.
Esto, en el contexto del Fondo para el Medio Ambiente Mundial, que considera una inversión de dos millones de dólares para ambas regiones.
El proyecto para la Conservación de Especies Amenazadas es ejecutado por el Ministerio del Medio Ambiente,a través de la implementación de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), y el financiamiento compartido entre el Fondo para el Medio Ambiente Mundial (GEF), que considera esta inversión para el trabajo de las cuatro especies en las dos regiones, más los aportes económicos y de gestión que puedan sumar otras instituciones en su calidad de socios de proyecto.
El proyecto se inició hace cinco meses y en esta primera etapa, principalmente, se ha centrado en la planificación de las actividades que se deben desarrollar en 3 años.
Específicamente en Bío Bío, hasta la fecha, se definieron las comunas que serán beneficiadas por distintas acciones del proyecto.
Éstas son Cobquecura, Tomé, Hualpén, Penco, Hualqui, Talcahuano, San Fabián, Coihueco, Pinto, Antuco, Curanilahue, Los Alamos, Cañete y Contulmo.
El seremi explicó que el Queule ya no se reproduce en forma silvestre, sino que sólo a través de viveros; el Zorro de Darwin está en la cordillera de Nahuelbuta y, hoy, apenas hay 100 especímenes del Huemul septentrional que adorna el escudo nacional.
Desde febrero 2018, con la implementación del proyecto, se iniciaron las primeras actividades con la comunidad a través de la ejecución de los talleres de salvaguardas, instancia que corresponde a un proceso de consentimiento libre, previo e informado que las acciones del proyecto generarán en las comunas beneficiarias.
A nivel territorial, el proyecto GEF Especies Amenazadas complementará el trabajo que se comenzará a realizar por parte de la Secretaria Técnica de la Reserva de la Biósfera Corredor Biológico Nevados de Chillán-Laguna del Laja, a través del plan de gestión a partir de marzo del presente año.
El proyecto GEF Especies Amenazadas contempla, además, la generación de un expediente técnico para proponer a la Unesco, la Cordillera de Nahuelbuta como Reserva de la Biósfera.
Este proceso se diseña en conjunto con los actores locales que se encuentran en este territorio. Hasta el momento se ha avanzado en la delimitación y zonificación de la eventual reserva de la Biosfera junto a un panel de expertos con experiencia técnica y científica en la zona de Nahuelbuta. Se debe indicar, que durante la ejecución del proyecto, el área tentativa será consensuada con la comunidad local, precisó Vargas.
Para finales de marzo, se licitará las bases para la ejecución del diseño del programa de educación ambiental, que con posterioridad será aplicado en las áreas de intervención del proyecto. También se dará inicio al reconocimiento de aquellos propietarios privados que estén dispuestos a recibir capacitación para implementar buenas prácticas de conservación y silvoagropecuerias dentro de sus predios privados, a fin de poder compatibilizar sus actividades productivas con la conservación de hábitat de Queule, Zorro de Darwin y Huemul. Las buenas prácticas contemplan por un lado, el poder generar circuitos de interpretación ambiental para conservación; control del turismo de montaña; monitoreo de las especies en peligro de extinción; creación de nuevas áreas protegidas (por ejemplo, Santuarios de la Naturaleza); manejo de la ganadería extensiva en zonas colindantes al hábitat de especies amenazadas; manejo de viveros para conservación y reproducción de Queule; vacunación y desparasitación de perros y gatos para evitar contagio a especies nativas; manejo integral de los suelos-restauración de predios; delimitación de predios con cercos vivos, entre otras.