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Universidades locales revelan planes para combatir las drogas

Por: Carolina Abello 06 de Enero 2018
Fotografía: Cedida

El informe realizado por universitarios que arrojó un 80% de consumo de alcohol y 60% de marihuana, no las sorprendió, ya que llevan años trabajando en estas temáticas.

Las altísimas cifras de consumo de alcohol y drogas incluidas en un estudio realizado por universitarios en 2016 y 2017, publicado el pasado jueves por Diario Concepción, no dejaron indiferente a las autoridades de las casas de estudios de la zona. Más aún cuando el 87% de los 7 mil 356 alumnos encuestados declaró consumir alcohol, y un 60% marihuana.

Ximena Fernández, Secretaria Académica de la Escuela de Psicología de la Facultad de Humanidades y Ciencias Sociales de la Universidad Andrés Bello, aseguró  que “las cifras en general no llaman la atención. La última Encuesta Nacional de Salud 2016/2017 indica que el 11% de la población nacional consume alcohol de manera riesgosa. Entre los 20 y 29 años de edad se observa las tasas más altas de consumo riesgoso de alcohol, edad que coincide con la etapa universitaria”.

Agregó que en el caso específico de consumo de marihuana, ya desde el año 2010 se ve un aumento sistemático del consumo de esta droga en el país y los resultados mostrados en el estudio reflejan dicha tendencia para el tramo etario. “En éste sentido se requiere profundizar más en las causas de dichos patrones de consumo ¿cómo influyen los medios de comunicación?, ¿hasta qué punto la discusión de la despenalización de la marihuana presenta un efecto en el consumo?, ¿de qué manera pudiera influir la legalización en la disminución y regularización del consumo? Otras variables a considerar apuntan a ¿cómo una baja percepción de riesgo frente al consumo experimental de marihuana (probar 1 o 2 veces), pudiera ser un factor a explorar en el aumento del consumo?”.

En cuanto a las acciones que realizan como casa de estudios, Fernández agregó que “existe una preocupación institucional desde hace años, lo que se ha materializado en diversas acciones, dentro de las cuales se destacan la capacitación de monitores, como estrategia de trabajo con grupos de pares. Durante el año recién pasado, el Programa de Senda Tomemos conciencia, desarrolló intervenciones preventivas, durante los meses de marzo y noviembre, alcanzando un total de 318 estudiantes de nuestra sede. Iniciativa que se desarrolló en otras casas de estudio de Talcahuano también”.

Fernando  Peña, director de Desarrollo Estudiantil, de la misma casa de estudios, agregó que “son cifras lamentables, pero no me sorprenden. Este es un tema que por años se ha relativizado, a tal punto, que hoy el consumo está naturalizado entre los jóvenes, quienes muchas veces no miden las consecuencias y los efectos nocivos en su salud.

En cuanto a lo que hacen para evitar el consumo, indicó que la universidad tiene un reglamento interno que sanciona tanto el consumo como la venta de sustancias ilícitas. “Los alumnos con problemas pueden acceder a la atención gratuita de una psicóloga al interior del campus, quien además lidera periódicamente campañas de prevención y promoción del autocuidado. Nos interesa como comunidad educativa, en la palabras del psiquiatra Sergio Canals, que los alumnos “desarrollen un estilo de vida en donde las drogas no tengan ningún sentido ni significado”.

Pese a que no están incluidos en el estudio, desde la Universidad Santa María, Pamela Órdenes, sicóloga del programa Punto de Encuentro en Concepción, programa que aborda estas temáticas, explicó que para prevenir el consumo problemático, trabajan con los alumnos en competencias como vida saludable, calidad de vida y responsabilidad social y ética.

“Primero formamos monitores, que entregan conocimientos a sus pares. Senda nos facilita apoyo, para que los estudiantes conozcan los distintos tipos de sustancias y sus alcances, para que ellos puedan luego aconsejar a sus compañeros”, dijo la especialista.

En 2017 se capacitó a 11 alumnos, que lograron una cobertura de 350 estudiantes secundarios, ya que además realizan charlas en colegios. “Ellos quedan como referentes para el resto de sus compañeros, ya que quedan certificados por Senda, y ellos participan en sus actividades”.

Recordó que también participan en la Red de Educación Superior patrocinada por Senda, donde esperan también participar en el estudio de prevalencia de drogas a nivel regional y encabezado por ese organismo, que incluirá 11 casas de estudios de la zona y que comenzará en marzo.

Gustavo Marín, director de Salud Estudiantil de la Universidad del Bío Bío, explicó que el problema es el consumo problemático de sustancias, que según el estudio, el de marihuana alcanza a un 25%.

“Lo que nosotros hacemos es no tocar el tema directamente, para no generar rechazo entre los estudiantes, sino que desde el punto de vista de salud. Por ejemplo, como universidad del Estado vamos a incluir un segundo curso on line sobre sexualidad, donde también hablamos de excesos con alcohol y drogas. También tenemos un curso que se llama Prevención de Drogas y Proyecto de Vida, que es con créditos, y lo hicimos así para que los alumnos lo tomen, y ya lo han hecho cerca de 2 mil estudiantes”.

También tienen proyectos financiados desde la Dirección de Desarrollo Estudiantil, que son elaborados por los mismos alumnos, donde se privilegia que los estudiantes ocupen su tiempo de ocio, porque eso los mantiene alejados del consumo de sustancias, ya que en la mayoría de los casos han realizado espacios deportivos.

Aseguró que ellos han realizado estudios internos, donde se concluyó que disminuyó el consumo de tabaco, pero aumentó el consumo de alcohol y marihuana, “tal como indica este estudio y los realizados por Senda. Y no nos favorece la información que hay sobre la marihuana y sus beneficios medicinales, pero no es para todo. Entonces ahora los chicos no se ocultan para fumar, lo tomaron como una normalidad”.

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