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Tras 20 años de espera, 562 familias de Penco recibieron sus viviendas

Por: Daniela Salgado 12 de Noviembre 2017
Fotografía: Daniela Salgado P.

Un largo camino que incluyó engaños y estafas, fue lo que tuvieron que pasar los socios de los comités El Esfuerzo, El Mirador, Cohrabit e Hipocampo para recibir las anheladas llaves de sus casas propias.

Fue en 2005 cuando comenzaron a organizarse los primeros comités de allegados en Penco. Un par de años antes de conformarse como personalidad jurídica, Corhabit, El Mirador y El Esfuezo ya tenían reunidos a varios centenares de asociados. Esto impulsó que en 2006 se sumará Hipocampo y, con ello, todos juntos reclamaron una pronta solución habitacional.

De acuerdo a lo cálculos sacados por los dirigentes, hay familias que han esperado por sus viviendas entre 18 a 20 años, por eso el soleado 11 de noviembre será un día que jamás olvidarán, debido a que en la ciudad histórica se entregó el proyecto habitacional más grande de la Región.

Eran las 10.00 horas y la calle Francisco de Villagra del Conjunto habitacional Mavidahue II en Penco, estaba rodeada de gente. Las autoridades se disponían a comenzar la ceremonia de entrega de las llaves de la tan anhelada casa propia. La emoción se sentía en el aire y las caras de satisfacción y alegría de los 562 beneficiados del Programa Fondo Solidario de Vivienda del Minvu, eran difíciles de plasmar, inclusive con las cámaras de más alta calidad y es que el camino trazado estuvo lleno de escombros y barreras que lograron superar con constancia y dedicación.

“Este es el proyecto más grande entregado en Penco, entre los 20 a 25 años, lo que nos llena de orgullo. Además se trata de un grupo de vecinos que han debido enfrentar una serie de dificultades”, afirmó el alcalde de Penco, Víctor Hugo Figueroa.

Por su parte, el presidente del comité Corhabit, Nexon Sepúlveda expresó que “ver la emoción de todos mis vecinos me da una satisfacción como dirigente de haber logrado este anhelado sueño. Esto es resultado de un tremendo sacrificio, que implicó muchas veces dejar a la familia de lado”.

Una larga travesía

Los hoy felices propietarios, debieron en primera instancia doblarle la mano a quienes aseguraban que no habían terrenos para construcción de viviendas en Penco. Luego, surgió la idea de instalar una termoeléctrica en el sector, cosa que los motivó a marchar desde la comuna a plaza Independencia, para exigir que el proyecto no se concretara.

Cuando se creía que todo marchaba bien, ocurrió el 27/F y nuevamente los socios de los cuatro comités dejaron de ser prioridad. El terreno que se les había asignado fue utilizado para dar vivienda a los afectados con la catástrofe, lo que significó que nuevamente debían partir desde cero.

Durante años las cosas no mejoraron, de hecho el 30 de agosto de 2013, Diario Concepción tituló “Polémica entre alcalde de Penco y Subdere por compra de terrenos”. Esto porque la autoridad comunal exigió se concretaran los recursos comprometidos para dichos fines, durante el gobierno de Sebastián Piñera.

Llegó el momento de la entrega de viviendas de los damnificados y la molestia de los socios de los cuatro comités se hizo sentir cortando la carretera que une la comuna con Concepción. “Esa era una buena oportunidad para visibilizar nuestras demandas. Durante años nos engañaron y queríamos que el Ministro de Vivienda (Rodrigo Pérez Mackenna) nos escuchara. En ningún caso, era la arruinar el momento de los que estaban recibiendo su casa. De hecho, ni siquiera subimos a la ceremonia”, recordó Jessica Vera, presidenta de Comité El Mirador.

Pero no sólo las autoridades los hacían sentir engañados, según recordó Berta Gutiérrez, socia de El Mirador, “nos pasó de todo. Nos robaron en tres oportunidades y en la última de ellas, fueron millones, pero de eso ya nada importa porque la espera llegó a su fin”.

Tal a como relató Gutiérrez, el recorrido no estuvo carente de personas que se aprovecharon de su desesperación. Primero fue una egis privada, el terreno y algunas de las directivas.

Al igual a como pasó con la antigua administración del comité antes citado, El Esfuerzo debió enfrentar en sus primeros años que su presidenta fuera expulsada al descubrirse que estaba haciendo mal uso de los recursos. Luego de eso, asumió Leonel Mora. Para él, fue la porfía la que los hizo sacar el proyecto adelante. “Peleamos con todo el mundo, con el ministro, subdere y con el ex alcalde, quien nos daba vuelta la espalda cada vez que algo no le parecía. Había que retomar las confianzas, pero a la vez nos seguían mintiendo. Fue muy difícil”.

Luego de una serie de acciones y del apoyo del ex senador Hosain Sabag y de Alejandro Navarro, se obtuvieron los terrenos de propiedad de la Forestal Celco. Pero eso no fue suficiente, faltaba la otra parte igual de importante: los subsidios.

Un megaproyecto

Por la alta cantidad de socios, siempre se les dijo a los postulantes  que el proyecto, de concretarse, se haría en etapas. Hasta que un día, los citaron a todos a una reunión extraordinaria en el Gimnasio Municipal de la comuna para darles nuevas noticias. En palabras del alcalde, se les informó que, mediante la gestión realizada por el diputado Marcelo Chávez, tras reunirse con la actual ministra de Vivienda, Paulina Saball, se habían aprobado la totalidad de los subsidios (562).

“Ese día la gente lloraba, se abrazaban y agradecía a Dios. Uno ve los vídeos y se emociona recordando lo que significó eso para nosotros”, recordó Jessica Vera.

El intendente, Rodrigo Díaz, aclaró que esto se debe a que “se hicieron las gestiones y se logró el milagro que se asignaran los subsidios agrupando todos aquellos que no fueron entregados en otras regiones del país y los trajimos a Penco”.

Las anheladas llaves

La mayoría de los beneficiarios, comenzaron con la idea de postular a viviendas con la idea de ofrecerles algo propio a sus hijos. Como es de imaginar y a causa de los años transcurridos, debieron hacerlo solos.

“Cuando partí con esto, yo arrendaba y luego me fui de allegada. Mis hijos en aquel entonces eran pequeños pero hoy todos hicieron su vida”, explicó Berta.

La realidad de ella no es muy diferente a lo que les pasó al resto de los socios. Es más, la presidente de Hipocampo, Angela Henríquez, sostuvo que “hay muchos matrimonios que se van solos y otros se separaron. Hace poco murió uno de nuestros socios y da mucha pena saber que se fueron sin cumplir su sueño”.

María Gómez, esperó 18 años para recibir las llaves de su casa. Dice que su alegría es inmensa pero a la vez lamenta que su madre no haya alcanzado a ver su sueño hecho realidad. “Solo quiero tenerlas en mis sanos y llorar, porque nadie se imagina todo lo que uno pasó, todo lo que peleamos. Sé que esto será como empezar una nueva vida”.

A diferencia de Gómez, María Teresa Oñate, está hace menos de dos años en el Comité El Esfuerzo. Para ella, la clave es “tener fe en que las cosas se darán en el momento justo”. Su marido, al ser consultado no pudo contener la emoción y añadió: “tantos años soñando con tener una cosa. No se imagina lo feliz que estoy”.

Es importante destacar que las viviendas cuentan con 48,96 m2 y los barrios tendrán senderos, juegos infantiles, máquinas de ejercicios, basureros, sedes sociales y áreas verdes.

Para finalizar el seremi de Vivienda y Urbanismo, Jaime Arévalo, recalcó que las casas “cumplen con todos los estándares técnicos de la política habitacional y viene con el diseño de la ampliación incluido”.

Desde ayer, los vecinos de Mavidahue II, tienen nueva casa nueva y hay que inaugurarla como Dios manda.

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