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Fundación Las Rosas celebra 50 años acogiendo a adultos mayores de Bío Bío

Por: Ximena Valenzuela 28 de Junio 2017
Fotografía: Carolina Echagüe M.

La institución tiene una lista de espera de más de 1.300 ancianos. Pero debido a la escasez de recursos se les dificulta ampliar la atención, pues la mayoría son postrados, lo que implica un gasto mayor que llega a $750 mil mensual.

Cada día la población chilena se envejece más. Según Senama, en la Región se contabilizan 350 mil adultos mayores, de los cuales cerca de 30 mil no tienen familia ni condiciones adecuadas para vivir. De ahí la importancia del trabajo que realiza Fundación Las Rozas, entidad que cumplió 50 años al servicio de quienes no tienen nada.

Actualmente, a nivel regional la institución acoge entre el hogar de Talcahuano y otro ubicado en Arauco a 160 adultos mayores, pero mantiene listas de esperas de más de 1.300 personas, lo que demuestra la importancia que tienen los centros.

“La fundación busca acompañar en el cuidado a los adultos más vulnerables, buscamos ser la antesala del cielo para ellos porque la realidad de los adultos mayores ha cambiado en forma agresiva: el 96% de nuestros residentes son personas que están postradas o semipostradas, en promedio cada uno presenta ocho patologías, 67% a nivel local tiene algún tipo de dificultad cognitiva de leve a severa y sólo 4% de residentes son valentes”, detalló Faridi Juri, jefa regional Fundación Las Rosas.

Por ello, según explicó la directora regional, los hogares que poseen se han convertido en verdaderos campos clínicos, contando con equipos multidisciplinarios para el cuidado del adulto mayor, incorporando, médicos, kinesiólogos, nutricionista y enfermeras, entre otros, que van formando parte del círculo más cercano de los ancianos porque de 80 sólo 10 cuentan con familiares que los visiten periódicamente.

Vilma Mejía, directora Hogar Santa Teresa de Calcuta de Fundación Las Rosas, manifestó que desearían acoger a cientos de personas, pero que debido a la escasez de recursos se realiza a través de postulación, que puede ser realizada por un familiar, vecino o cualquier persona interesada por mejorar la calidad de vida del adulto mayor.

Eso sí, Juri explicó que la preferencia al momento de postular será dada a quien nada tenga, que no cuente con red de apoyo ni un lugar donde vivir, o bien, que nadie de su familia se haga cargo.

La fundación se financia a través de postulación a proyectos con fondos gubernamentales, apoyo de socios y empresas locales y a través del aporte de las pensiones de los residentes que, en su mayoría, no superan los $110 mil pesos y con los cobros de asistencias clínicas a Fonasa.

Sin embargo, los recursos nunca sobran, pues la mantención de un residente autovalente cuesta mensualmente $350 mil pesos y la de postrado 750 mil pesos mensuales. Por ello, llamaron a colaborar en la colecta que se realizará el 11,12 y 13 de agosto que a nivel nacional pretende recaudar $100 millones y a nivel regional siete millones 200 mil pesos, recursos que son destinados a suplir la operación de los hogares.

“Necesitamos nuevos socios que nos apoyen, el que siembra cosecha. Acá hay muchos residentes que fueron socios en algún momento, como es el caso de la señora Juanita Figueroa, que llegó a nuestra institución postrada, estuvo postrada por ocho meses, con una enfermedad muy complicada se mejoró y ahora está activa y no hay como pararla”, sostuvo Mejía.

De hecho, a sus 70 años Figueroa se encuentra feliz viviendo en el hogar desde hace dos años, pues al pertenecer al 4% de los residentes autovalentes puede salir del lugar, visitar a sus amigas y disfrutar. “Yo tenía una vida normal, trabajaba hasta que me enfermé de cáncer de mamas, me operaron y todo estaba bien hasta que con la radioterapia me quemaron todo el brazo por dentro (celulitis química) lo que me impide trabajar porque quedé con secuelas. Acá ayudo, participo de actividades y soy feliz”, dijo.

El desafío, según Juri, es lograr un cambio mayor donde exista conciencia de la realidad que se vive en los hogares, logrando con ello nuevos voluntarios que apoyen la tarea, porque si bien los hogares están en Talcahuano y en Arauco nuestros residentes son de todo el país.

“Las necesidades son muchas, por ejemplo, gastamos cerca de un millón de pesos en pañales mensuales, requerimos pintar el hogar que tiene siete años y poner cortinas para aislar el frío. Si nos llegaran apoyos de particulares y empresas que nos apoyen en eso y en artículos de aseo personal como toallitas húmedas y aceite emulsionado que gastamos siete litros por día para poder encremar a los abuelitos y evitar que se les formen escaras”, explicó la hermana Vilma.

Mejía y Juri explicaron que buscan dar atención de calidad a los residentes, motivo por el que se están capacitando continuamente a nivel central. “Somos un apoyo para que los residentes se encuentren a diario con Cristo, fortalezcan lazos con familiares, sociedad y sus pares”.

De hecho, la fundación se hace cargo del velorio y entierro de los residentes, instancia que es apoyada por el municipio de Talcahuano que les entrega un lugar para el descanso del adulto mayor, aunque según Juri, lo ideal es que otros municipios también colaboren de la misma forma.

Juri agregó que están realizando la campaña Ponte en sus Pantuflas a la que pueden colaborar todos los interesados comprando por $5.990 unas pantuflas que permiten financiar un día de alimentación para un adulto mayor. Los interesados las pueden adquirir en el bazar de la fundación ubicado en Caupolicán 246 A o bien, a través de www.fundacionlasrosas.cl

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