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Arturo Vigneaux: "Capacitar a los trabajadores es la ruta hacia un país más justo"

Jesuita destacó el aporte de la Universidad del Trabajador en la Región con más de 3 mil egresados que serán portavoces de las demandas laborales.

Por: Diario Concepción 02 de Mayo 2017
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Jesuita destacó el aporte de la Universidad del Trabajador en la Región con más de 3 mil egresados que serán portavoces de las demandas laborales.

Ximena Valenzuela Cifuentes 
ximena.valenzuela@diarioconcepcion.cl

"Los trabajadores merecen un sitio de honor en la sociedad", fue la conclusión con la que San Alberto Hurtado impactó a generaciones entre ellas a quienes hoy trabajan en Infocap, la Universidad del Trabajador. La institución, fundada en 1984 y que ya lleva nueve años capacitando a personas vulnerables en la Región del Bío Bío, busca impulsar el empoderamiento social para promover políticas públicas reconozcan y dignifiquen a los trabajadores pobres de Chile.

Así lo destacó en entrevista con Diario Concepción el sacerdote jesuita Arturo Vigneaux, rector de Infocap, en un cargo que antes ocuparon otros destacados jesuitas, como Felipe Berríos y Luis Roblero,

– ¿Cuál es el mayor aporte de Infocap en temas educacionales y laborales en la Región? 

– Nos acercamos a una década en la Región, a paso firme, hemos crecido en oferta formativa y en cobertura. Son cerca de 3.000 egresados que aprendieron un oficio y fortalecieron su identidad como trabajadores y ciudadanos, adquiriendo herramientas técnicas y humanas para dar un mejor sustento a sus familias y, ser conscientes de su rol social, impulsándolos a construir una sociedad más próspera, justa y solidaria. Por ello capacitar a los trabajadores de Chile debe ser la ruta hacia un país más justo. Con orgullo podemos decir que, más allá del número de personas capacitadas, nuestro mayor aporte es el dar posibilidades de desarrollo a quienes han sido sistemáticamente postergados. Sus capacidades desplegadas, tesón, valentía y esperanza muestran que son el potencial de la Región.

– ¿En qué consiste el aporte que puede hacer Infocap a los trabajadores?

– Infocap está inspirado en el pensamiento del Padre Hurtado que quiso poner al trabajador y su desempeño en el lugar de honor que se merecen. El trabajo es la forma en que se recrea y vivifica una sociedad, ¡Cómo no promover, entonces, un trabajo solidario, creativo, comunitario y fecundo donde cada hombre y cada mujer se sienta plenamente retribuido en recursos para vivir como en el sentido profundo de su existencia! Por eso, buscamos que se aprenda un oficio, que se tome conciencia del valor de cada mano creadora, que se goce creando y se luche por el derecho a un trabajo digno. Queda mucho camino por recorrer. Estamos en deuda como sociedad porque prevalecen los trabajos de precariedad escandalosa, tanto por su informalidad como por condiciones salariales miserables, jornadas laborales extenuantes y otras muchas situaciones intolerables que impone una sociedad que ve el trabajo como un modo de ganar dinero a cualquier precio. 

– ¿Cuál es la estrategia para posicionarse en el mundo de los trabajadores y las empresas?

– No son mundos diferentes pues unos no existen sin el otro. Faltan vasos comunicantes: escasea un diálogo y conocimiento profundo. Nos quedamos con estereotipos empobrecidos por lado y lado. Nuestra estrategia es construir puentes. Y lo hacemos proveyendo trabajadores capacitados y técnicamente competentes a las empresas y, por el otro lado, contactando empresas éticamente comprometidas con las personas que están a su servicio. Invitamos al mundo empresarial a conocer a nuestros trabajadores en formación, nuestros procesos y talleres. Muchos de nuestros profesores voluntarios son empresarios y juntos dialogamos, destruimos prejuicios, construimos y creamos. 

-¿Algunos ejemplos concretos?

-En la Región recién terminamos un proceso de certificación de instaladores eléctricos financiado por CGE. Estamos en otros proyectos que sobrepasan lo financiero: nuestros estudiantes de mueblería con la ayuda de Masisa están creando muebles para llevar a zonas asoladas por los incendios; con Sura vamos a iniciar un voluntariado corporativo que ya existe en Santiago y Cementos Bío Bío ha reafirmado anualmente su compromiso con nuestra misión. 

– ¿Qué otros actores relevantes participan en este desafío?

– Todas las personas e instituciones deben ser parte de este desafío, pero aún muchos que no se suman. Son numerosos los que creen que todo progreso, personal y colectivo, depende sólo del esfuerzo individual. Son ciegos a la escandalosa disparidad de oportunidades que existe en nuestro país y, finalmente, que perpetúa la inequidad e invisibiliza a los más pobres.

-¿Y qué rol le cabe al Estado en el trabajo que ustedes realizan?

-Entre los que claramente se suman, convirtiéndose en actores esenciales, están las instituciones del Estado. El crecimiento de Infocap en la región se debe en gran medida a la apuesta del ministerio del Trabajo, que por medio Sence, creó el programa de Capacitación en Oficios para financiar y apoyar la formación de los trabajadores más postergados en nuestro país. Pero no es suficiente. Falta invertir más recursos: financieros, técnicos y humanos en la capacitación de adultos y en la certificación de competencias. Faltan más empresas, empresarios, voluntarios, más compromiso de todos los sectores sociales. Extendemos la invitación a sumarse a esto, a contribuir sin estrategia paliativas, sino con algo concreto como lo es la educación.

– ¿Cuál es el principal desafío de la educación que llevan a cabo?

– La educación de adultos, y fundamentalmente la de los históricamente vulnerados en sus derechos, parece un desafío inabordable. No sólo por la deficiente o incompleta educación formal que han recibido, sino también por la desesperanza aprendida y una autoestima herida. Sin embargo, el ser humano es sorprendente, saca creatividad como un mago saca un conejo de un sombrero. Es impresionante lo que logran ser y hacer en tan pocos meses. Es un milagro. El desafío mayor está en crear las condiciones apropiadas para que se produzca el milagro: tener un financiamiento suficiente y oportuno, paliar las dificultades de quien, entre trabajo y estudio, pasa 18 horas diarias fuera de su hogar, conectar su mundo con el de las potenciales fuentes de trabajo, comprometer a más profesores voluntarios que quieran compartir con otros las oportunidades que ellos han tenido, incidir en las políticas públicas para que haya respaldo real a estas iniciativas y estructuras productivas más justas.

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